sucesos

El hombre que sufrió 2 tiros en el abdomen y 5 en los glúteos recibe el alta 19 días después 

Una de las víctimas del tiroteo de Torrero logra recuperarse de unos disparos que le causaron un fallo multiorgánico y hasta siete orificios en el intestino delgado.

Fotos del despliegue policial por el tiroteo en Torrero de Zaragoza
Un familiar de los tiroteados, con pantalón corto, hablaba el día de los hechos con la Policía.
Javier Belver

Diecinueve días ha tardado en recibir el alta médica José F. G., el hombre de 46 años, que fue tiroteado el pasado 28 de julio en el barrio de Torrero de Zaragoza junto a su hijo, Antonio F. F., de 30 años. Este último sufrió un disparo en la pierna izquierda que le provocó una fractura abierta de fémur, una lesión grave que le obligó a pasar por el quirófano pero que no puso en peligro su vida. Sin embargo, su padre llegó al Hospital Miguel Servet con siete disparos: dos en la zona costal y otros cinco en los glúteos. Los primeros le causaron hasta siete perforaciones en el intestino delgado y un fallo multiorgánico, lo que hizo necesaria una operación urgente para salvar su vida.

Afortunadamente, el paciente respondió bien a la intervención y ha evolucionado de forma favorable. En cualquier caso, la gravedad de sus heridas y su delicado estado le obligaron a permanecer doce días en la uci. Según ha podido saber este diario, el hombre abandonó por fin el hospital el pasado 16 de agosto, aunque todavía tardará algún tiempo en recuperarse por completo.

Los hechos que acabaron con estos dos hombres en urgencias se produjeron en torno a las 11.30, cuando el conductor de una Citroën Picasso se presentó en la calle de Lasierra Purroy, bajó la ventanilla y sin llegar a detenerse sacó el brazo empuñando una pistola y abrió fuego contra padre e hijo. El agresor, Jesús Rafael H.D., alias El Paletas, se dio a la fuga, pero los tiroteados lo reconocieron y dieron su nombre a la Policía Nacional, que solo tardó 22 horas en localizarlo y detenerlo en Balaguer, la localidad ilerdense en la que se había escondido.

Al menos ocho disparos

A falta de conocer los resultados del informe de Balística, parece que fueron al menos ochos disparos los que efectuó el pistolero, de 43 años. Porque siete alcanzaron a José F. G. y otro a su hijo. Se desconoce si el Paletas erró algún otro tiro. Y tampoco se sabe qué hizo con el arma de fuego, que todavía no ha podido ser localizada por la Policía. Lo que sí encontraron los investigadores en su vivienda de Zaragoza, ubicada en la calle Barrio de Montemolín, junto al Tercer Cinturón, fue una escopeta. De ahí que además de las dos tentativas de asesinatos, al investigado se le imputara también un delito de tenencia ilícita de armas.

Jesús Rafael H.D., que arrastra numerosos antecedentes policiales y al menos una condena de dos años de cárcel, se acogió a su derecho a no declarar ante la jueza de guardia, lo que no evitó que esta decretara su ingreso en prisión provisional. Al guardar silencio, resultó imposible conocer el motivo que le llevó a tirotear a las víctimas. En cualquier caso, el Grupo de Homicidios cree que el tiroteo fue consecuencia de las rencillas que mantienen desde hace al menos tres años el detenido y la familia de los heridos, que ejercerá la acusación particular a través del abogado Alejandro Giménez.

Los forenses del Instituto de Medicina Legal de Aragón examinaron al Paletas, ya que su abogado, Rafael Ariza, mantiene que tiene diagnosticada una esquizofrenia paranoide de la que estaría en tratamiento desde el año 2007 y que le supondría una discapacidad del 59%. Los médicos tendrán que valorar ahora si cuando abrió fuego contra las víctimas estaba afectado por esta patología de cara a establecer su imputabilidad.

Quienes también tienen reconocidas sendas discapacidades del 65% y del 68% son el padre y el hijo tiroteados.

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