Ayuntamientos y empresas afectadas por la tormenta urgen ayudas al Estado por los daños
La Junta Local de Seguridad se reúne hoy para acordar los próximos pasos.
Los Ayuntamientos y empresas afectadas por la histórica tormenta del pasado jueves urgen ayudas estatales para hacer frente a los "millonarios" daños en infraestructuras, equipamientos y polígonos industriales. Las alcaldesas de Zaragoza, Natalia Chueca, y Cuarte, Elena Lacalle, harán hoy oficial la petición de zona catastrófica en la Junta Local de Seguridad que se celebrará en la Delegación del Gobierno, a la que también asistirá el regidor de El Burgo de Ebro, Vicente Royo, y en la que, además del delegado, Fernando Beltrán, estarán presentes representantes del Gobierno de Aragón, de los cuerpos de Bomberos de Zaragoza y la DPZ, la Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Local.
Para el Consistorio zaragozano, la declaración de zona gravemente afectada por una emergencia de protección civil es imprescindible de cara a que puedan cubrirse todos los daños, tanto públicos como privados. Ante este tipo de catástrofes naturales, el Ministerio del Interior mantiene abierta una línea de ayudas a la que pueden acceder los municipios afectados en cualquier momento. Existe, no obstante, una segunda vía ante fenómenos extraordinarios.
La declaración de zona catastrófica, a la que se recurrió, por ejemplo, tras Filomena, debe ser aprobada por el Consejo de Ministros. Uno de los primeros pasos será que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) emita un informe acreditando el carácter excepcional de este episodio. Mientras, los ayuntamientos tendrán que remitir el correspondiente listado de daños.
De aprobarse, el Gobierno central costearía hasta un 50% de las reparaciones, mientras que los consistorios tendrían que asumir el porcentaje restante acudiendo a sus fondos de contingencia.
El proceso suele llevar entre dos y tres meses, por lo que, si se cumplen los plazos, las ayudas podrían recibirse de cara a finales de año .Desde el Ayuntamiento de Zaragoza se han comprometido a prestar toda la ayuda que esté en su mano, como también ocurrirá en Cuarte.
La localidad seguía ayer tratando de ganar la batalla al lodo. "Las calles y aceras están más o menos practicables, pero queda mucho por hacer. Seguimos contando con las cuadrillas de Infoar y con las brigadas del Ayuntamiento. Además, en las próximas horas esperamos que venga un técnico de la DPZ para analizar la maquinaria que necesitamos", explicó. Según dijo, muchos empresarios ni siquiera han podido acceder a sus naves, y quienes lo han hecho tardarán días en restablecer su ritmo de trabajo. "Aún seguimos con los trabajos de limpieza, pero las pérdidas van a ser, seguro, millonarias. Hay también un sinfín de vehículos inservibles", aseveró Lacalle, al tiempo que recordó que han habilitado un número de teléfono para comunicar las afecciones.
Pese a todo, da gracias a que no se produjeran daños personales. "Hubo un vecino que, en plena tormenta, bajó en ascensor a uno de los garajes que todavía hoy siguen inundados para retirar su coche. El agua le llegaba a la cintura pero, afortunadamente, pudo volver a subirse en el ascensor y regresar a casa", relató.
En El Burgo de Ebro, otro de los municipios afectados por las tormentas, hay daños en infraestructuras, canales de riegos, bodegas, casas y tejados. Aunque su alcalde, Vicente Royo, no cree que en su caso sea necesaria la declaración de zona catastrófica, sí pide ayudas estatales para hacer frente a los destrozos. Reclama, asimismo, un mayor mantenimiento para el barranco. "Las aguas han ido por donde han podido. Si se hubiese cuidado como es debido, los problemas hubieran sido menores", manifestó.
En el ámbito empresarial, Cepyme Aragón lleva días recabando datos de las empresas afectadas, un proceso que continuará en estas próximas jornadas. Su presidenta, María Jesús Lorente, ha estado en contacto con sus vicepresidentes y el equipo técnico para tener la mayor información posible. "Estamos preguntando a los afectados por la cuantificación de daños, si van a tener que parar o no la producción o cuándo van a poder volver a la normalidad", indicó.
Los mayores problemas se concentran en Cuarte y La Cartuja. "Nos están llegando verdaderos dramas personales. Hay gente que ha perdido toda la maquinaria o que tiene toneladas de material para tirar. La administración tiene que ser solidaria y ágil. Las empresas no pueden esperar un año a que lleguen las ayudas", afirmó.
