Aniversario de la lonja

120 años del Mercado Central: "El alma y el corazón lo ponemos los compradores y vendedores"

La centenaria lonja celebra su aniversario con 78 puestos abiertos y más público desde su renovación. Unas 2,5 millones de personas atraviesan al año los pasillos de este emblema patrimonial y turístico.

Celebración de los 120 años de la inauguración del Mercado Central de Zaragoza.
Celebración de los 120 años de la inauguración del Mercado Central de Zaragoza.
Oliver Duch

Tras sus puertas se esconde la mismísima historia de Zaragoza en plena ebullición. Millones de almas han transitado a lo largo de un siglo por sus pasillos, hecho vida detrás del mostrador, intercambiado más o menos trascendentales conversaciones entre kilos de tomates, ternascos, lubinas y frutas de temporada. El Mercado Central es el corazón del comercio de la capital aragonesa. Se cumplieron ayer exactamente 120 años desde que abrió por primera vez al público en una ciudad que ya poco tiene que ver con la de ahora, y convertido desde hace tiempo en un lugar de referencia y uno de los edificios más emblemáticos para vecinos y turistas.

Ponen en valor quienes acuden a menudo a la lonja las relaciones que se establecen entre cliente y vendedor. La carnicería de toda la vida, en la que ya compraban padres y abuelas, es a la que acude ahora Miguel, que acaba de mudarse a vivir con su pareja. O Laura, que no necesita ni explicar cómo quiere que le preparen los filetes. Pero también destacan la calidad de los productos, la mayoría de proximidad, o el ambiente que se respira en las instalaciones.

La presidenta de la Asociación de Detallistas, Esther López, asegura que la verdadera "marca" del Mercado Central son las personas que forman parte de él. "Esto es un gran esqueleto, pero yo creo que el alma y el corazón lo ponemos los compradores y los vendedores", dice. Más de 300 trabajadores, entre los puestos, administración, gerencia y la zona de restauración -que se incluyó tras la remodelación culminada en 2020-, forman parte de la plantilla. Y el número de personas que cruzan sus puertas cada año supera, según datos del Ayuntamiento, los 2,5 millones. Por 120, las cifras son inconmensurables.

En su interior se despliegan 78 mostradores, 4 de ellos de hostelería. Por secciones, 13 están dedicados a la carne y otros tantos venden fruta, verduras y flores, 12 son de pescados y congelados, 11 de alimentación variada, 7 pollerías y 3 de menuceles. Además hay otros 5 puestos vacíos que el Consistorio deberá sacar a licitación, con las dificultades que para este sector conlleva en la actualidad, según López, encontrar personal cualificado.

Diseñado por Félix Navarro

Es el mercado de abastos más importante de la ciudad, pero también un polo de atracción turística y un edificio de alto valor histórico y patrimonial. Catalogado Bien de Interés Cultural (BIC), fue diseñado en 1895 por el arquitecto aragonés Félix Navarro, para sustituir al mercadillo que hasta entonces se celebraba al aire libre en la antigua plaza. Las obras, encargadas por la Sociedad Nuevo Mercado de Zaragoza, terminaron siete años después.

Llegó a haber un momento en que se creyó que desaparecería de la imagen zaragozana: a punto estuvo de convertirse en ruinas cuando en los años 70 el Ayuntamiento quiso crear una gran avenida, la denominada Vía Imperial, desde la Puerta de Carmen hasta el Ebro. Pero por fortuna el férreo apoyo popular logró que no se convirtiera en un mero recuerdo.

"Zaragozanos, el mercado os necesita". En los años 70 se logró recoger 40.000 firmas que evitaron que el Ayuntamiento echara abajo la lonja para construir una gran avenida.
"Zaragozanos, el mercado os necesita". En los años 70 se logró recoger 40.000 firmas que evitaron que el Ayuntamiento echara abajo la lonja para construir una gran avenida.
HERALDO

El inmueble, construido en estructura de hierro combinado con piedra y cristal, cuenta con infinidad de elementos reseñables que la renovación que impulsó el gobierno de ZEC -durante 16 meses y con una inversión de 8,8 millones de euros- volvió a sacar a la luz. La limpieza y reparación de las techumbres permitió destacar los 42 tarjetones esmaltados del techo alusivos a los productos que se despachan en la lonja.

Cuenta con distintas obras que son alegorías de la agricultura, la caza, la pesca o el transporte, y buena parte de su decoración se debe al escultor Jaime Lluch. El dios Mercurio, protector del comercio, está presente en todo el mercado gracias a este artista, a través de símbolos como su caduceo (una vara con dos serpientes), su casco o sus sandalias aladas.

La fuente que no fue. El arquitecto Félix Navarro incluyó en su primer boceto una fuente ornamental en el centro de la lonja que finalmente no llegó a construirse.

Aunque algo de lo que destaca especialmente son la cantidad de adornos con los que cuenta que tienen motivos vegetales: espigas, guirnaldas de girasoles, granadas, ramas de olivo, berros e incluso exóticas flores de loto se reparten entre prácticamente todas las celosías y columnas que conforman la centenaria lonja.

Las alusiones a la capital aragonesa son igual de numerosas. Hay varios escudos con los leones rampantes que representan a la ciudad y los pilares de la fachada principal tienen en su parte superior las letras que conforman el nombre de Zaragoza, que fueron restauradas también en las obras de renovación, que terminaron en 2019.

El estreno del remozado Mercado Central, un día grande para detallistas, clientes y para toda la ciudad, se produjo unos meses más tarde, cuando todo estuvo por fin dispuesto: el 6 de febrero de 2020. Fue una fiesta por todo lo alto a la que asistieron cientos de personas y en la que se brindó por otro siglo más como motor de la ciudad. La pandemia llegó justo un mes después para truncarlo todo. Pero ahora, en su 120 aniversario, el futuro de la lonja vuelve a estar bañado por la ilusión.

Restos romanos. El arquitecto explicó en 1903 que las obras fueron complejas porque hubo que expropiar una manzana y porque el inmueble está sobre la muralla romana.

Nuevas ventanas a final de 2023 y venta ‘online’ con Mercadeando

El Ayuntamiento de Zaragoza prevé comenzar a finales de 2023 los trabajos para sustituir las ventanas del Mercado Central y resolver así los problemas de climatización que han venido en los últimos años denunciando los detallistas de la centenaria lonja. En total, se instalarán 126 ventanas motorizadas que serán de doble cristal y que supondrán una inversión de 1,1 millones de euros, de los que 185.000 provendrán de una subvención de los fondos europeos.

Una fachada llena de símbolos. Está adornada con elementos vegetales, guiños a Zaragoza y otros referentes al dios protector del comercio, Mercurio.
Una fachada llena de símbolos. Está adornada con elementos vegetales, guiños a Zaragoza y otros referentes al dios protector del comercio, Mercurio.
HERALDO

Actualmente, según explican desde el Consistorio zaragozano, la dirección de arquitectura del área de Urbanismo está ultimando los informes, que previsiblemente serán favorables, para acabar el proyecto de reforma. Después, el documento deberá enviarse al gobierno municipal y salir quince días a exposición pública para posteriormente sacar las obras a licitación. También habrá que dotar la actuación de dinero, para lo que probablemente será necesaria una modificación presupuestaria, ya que ahora no se contempla en las cuentas.

La operación ha resultado complicada debido al valor histórico del edificio. De hecho, la comisión de Patrimonio llegó a rechazar dos propuestas anteriores por su impacto visual, pero en esta ocasión ya se ha logrado el visto bueno del Gobierno de Aragón. Las ventanas llevarán un marco discreto y se abrirán en paralelo, de forma que no alteren la estética del mercado, y estarán conectadas al sistema antiincendios.

De vuelta en la red

El Mercado Central consiguió mantenerse a flote durante la pandemia gracias a la venta ‘online’. Ahora, tras alrededor de un año de parón, el Ayuntamiento, en colaboración con la Universidad de Zaragoza, ha puesto en marcha una nueva web de compra digital, Mercadeando, que también cuenta con aplicación móvil. "Los comienzos siempre son lentos, pero estamos contentos, organizándonos, y cuando empiece septiembre entraremos en otra rutina", resume la presidenta de la Asociación de Detallistas, Esther López, que confía en que la acogida sea "muy buena".

La distribución se hace a través de Correos y también forman parte la Muestra Agroecológica y el Mercado de Valdespartera.

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