Zaragoza embrida las ‘facturas en los cajones’
El que fuera uno de los mayores problemas de la gestión en el Consistorio parece hoy controlado.
Durante muchísimos años fue uno de los problemas más importantes de la gestión en el Consistorio. Hoy, fundamentalmente por la mejora de la salud financiera del Ayuntamiento de Zaragoza, parece un problema controlado: se trata de las obligaciones pendientes de aplicar al presupuesto, más conocidas como ‘facturas en los cajones’, que en la actualidad alcanzan los 2,3 millones de euros.
Estos gastos son, de forma mayoritaria, los que se han hecho contra una partida inexistente o dotada de forma insuficiente en el presupuesto municipal. Se agrupan en la denominada cuenta 413 y pueden estar referidos tanto a pequeños proveedores como a grandes contratas. Son un buen indicador de los problemas de pago que tiene una administración pública.
Un dato para entender el alcance que tuvieron estas facturas en el Consistorio es que en 2011, según la Cámara de Cuentas, el Ayuntamiento de Zaragoza llegó a acumular 128 millones de euros. En 2019, cuando llegó PP-Cs al poder, había 42 millones en la cuenta 413, cifra que en 2020 fue de 8,9 y en 2021 de 11,6. El periodo medio de pago se cerró en 10,51 días, frente a los 37 de la DGA.
"Es evidente que la situación económica es sustancialmente mejor que la que nos la encontramos: hemos reducido la deuda en casi 200 millones, los proveedores cobran cada vez más rápido, los intereses de demora se han reducido sustancialmente, se ha cerrado el 2022 con una 413 en mínimos históricos, hemos bajado impuestos e invertido como nunca antes en gasto social", declaró la concejal de Hacienda, María Navarro.
