El gobierno de ZEC en el Ayuntamiento de Zaragoza sigue siendo incapaz de contener los gastos sin consignación presupuestaria, también conocidos como las facturas de los cajones. A tres semanas del cierre del ejercicio, se han disparado hasta el punto de alcanzar los 32,4 millones de euros, muy lejos de los 10 millones establecidos como tope por el plan de ajuste y autorizados por el Estado para este año.

Las obligaciones pendientes de aplicar al presupuesto, que es como se conoce formalmente a las facturas en los cajones, son de forma mayoritaria aquellos gastos que se han hecho contra una partida inexistente o dotada de forma insuficiente. Pero esta circunstancia no implica que no se deban pagar. En los cajones pueden estar tanto deudas con pequeños proveedores como las referidas a las grandes contratas, que permanecen a la espera de que se habilite partida para poderlas atender.

Lo ocurrido en los meses de octubre y noviembre es muy llamativo, dado que a lo largo del ejercicio la tendencia ha sido de mejora. El Consistorio cerró el primer trimestre con 20 millones en los cajones, alcanzó los 18 en el segundo y al acabar septiembre la cifra era de 12,1. Pero los datos se han disparado ahora hasta los 32,4. Este diario se dirigió al concejal de Economía, Fernando Rivarés, para que explicara los motivos de esta evolución negativa, pero no atendió las llamadas.

En la comisión de Economía y Cultura del pasado mes de noviembre, Rivarés se aferró al dato de septiembre, a esos 12,1 millones de euros. Pero la contabilidad del mes pasado ya reflejaba que había gastos sin consignación por un valor muy superior. "De septiembre a noviembre ha pasado de 12 a 28 millones de euros", le dijo la concejal del PP, María Navarro, que insistió en conocer los motivos.

Rivarés se negó a contestar y reiteró en esa sesión que "lo que importa es cómo acaba el mes, un día pueden entrar 28 facturas y la cuenta sube". A su juicio, el nivel de facturas en los cajones "es un éxito colectivo". Dijo que hay que "presumir" porque los datos eran "positivos", siempre según su opinión.

Pese a que Rivarés le resta importancia, la Cámara de Cuentas considera este tipo de facturas nulas de pleno derecho. Siempre han existido, pero desde 2007 empezaron a crecer de forma acusada y se desbocaron en 2010, cuando se computaron 92,40 millones de euros.

En una etapa de normalidad, la cuenta en la que se anotan estas obligaciones (la ‘413’) solía acumular unos 3 millones de euros, pero la situación se convirtió en insostenible en 2011, cuando se alcanzaron los 128,58 millones de euros, cifra que un informe del organismo fiscalizador elevó hasta los 163 millones.

Desde entonces se ha ido reduciendo progresivamente la cuantía, pero ZEC sigue en la órbita de la losa heredada por el PSOE (al llegar al gobierno se computaban 23,6 millones). El equipo de Economía que dirige Fernando Rivarés cerró el ejercicio 2015 con 25,7 millones de euros en los cajones, 10 millones más de los 15 millones que se establecieron el año pasado como máximo.

"Gimenismo económico"

El PP interpelará en la próxima comisión de Economía por este asunto. María Navarro aseguró que Rivarés "copia las prácticas del PSOE". "Es un ejemplo de mala gestión y de practicar el ‘gimenismo económico’", en referencia a su antecesor en el cargo y actual consejero de Hacienda de la DGA, el socialista Fernando Gimeno. A su juicio, 32,4 millones "es una barbaridad" que el responsable de las arcas municipales debe aclarar. También pedirá explicaciones por los 23,1 millones que se acumulan en la ‘cuenta 411’, que recoge obligaciones de gasto aún no vencidas.