El Real Zaragoza dice que es un club "apolítico" y pide "consenso" con la nueva Romareda

La entidad reafirma su compromiso con la construcción del estadio en plena polémica entre la DGA y el Ayuntamiento. Azcón avisa al Ejecutivo de que el estadio no se puede "paralizar ni un solo día"

Jorge Azcón y Raúl Sanllehí, este martes en el Ayuntamiento de Zaragoza.
Jorge Azcón y Raúl Sanllehí, este martes en el Ayuntamiento de Zaragoza.
Guillermo Mestre

En plena polémica entre el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza por la nueva Romareda, el Real Zaragoza reafirma su compromiso por el proyecto del nuevo estadio: el club sigue dispuesto a financiar y construir el campo de fútbol si finalmente es elegido en el concurso público que está preparando el Consistorio para el próximo mes de abril. Aunque del frente jurídico abierto por la DGA no ha movido la posición de la sociedad anónima deportiva, su director general, Raúl Sanllehí, reclamó este martes  "consenso y el apoyo general" de las instituciones, porque este es un proyecto para Zaragoza, pero también para Aragón.

El dirigente del club ha hecho estas declaraciones tras la firma de un convenio con el Ayuntamiento por valor de 700.000 euros, con los que el Real Zaragoza promoverá el fútbol base, las nuevas secciones del equipo femenino y la escuela para personas con discapacidad intelectual, que compite en la Liga Genuine. 

También se han previsto clínics en centros escolares, reparto de entradas para entidades sociales, actividades contra la violencia en el deporte o una contraprestación publicitaria. El acuerdo lo adoptó por unanimidad la sociedad municipal Zaragoza Deporte y supone un incremento de 200.000 euros respecto a lo que venía siendo esta línea de ayuda en los últimos años.

Pero el interés estaba en la respuesta del club a la amenaza que supone para el nuevo estadio el clima de enfrentamiento electoral existente, con la posibilidad de que la DGA abra la vía judicial. Hay que tener en cuenta que, además de reclamar un tramo de acera que en su opinión resulta afectado por la operación, el Ejecutivo sostiene que el Ayuntamiento no tiene capacidad para aprobarla definitivamente, dado que debe hacerlo el Consejo Provincial de Urbanismo, dependiente de la administración autonómica. 

En cualquier caso, el Ejecutivo recuerda que Zaragoza no puede aprobar modificaciones del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) porque no ha presentado un texto refundido pese a los numerosos requerimientos.

Sanllehí ha confiado en que esta situación no afecte al proyecto. "Hemos pedido consenso porque este es el estadio para Zaragoza y para Aragón. Ya no solamente a nivel fútbol, sino que es un orgullo para todos, un emblema y un lugar de ocio y de otras muchas actividades que se puedan desarrollar", expuso.

Confió en que el club no sea utilizado como arma electoral y que el proyecto llegue "a buen puerto", dijo Sanllehí, muy cauto en sus referencias a la DGA. Hay que tener en cuenta que el pasado viernes el presidente de Aragón, Javier Lambán, se refirió en términos muy duros contra la situación deportiva del Real Zaragoza, así como a la «complicidad» con el Ayuntamiento de Zaragoza, que hacía que sus negocios fueran «viento en popa». "Ellos se lo guisan, ellos se lo comen", escribió Lambán.

Sanllehí recordó que "se han dado las circunstancias" que el club pedía para poder participar la operación, es decir, un derecho de superficie a 75 años para explotar los aprovechamientos comerciales de la nueva infraestructura. Por eso, explicó que el club está trabajando ya en un "preproyecto", de la mano de Idom y del arquitecto César Azcárate, con el objetivo de presentarse al concurso público. No quiso dar más pistas, más allá de decir que todavía no hay más que "un esqueleto puro del diseño" y que club está "muy lejos de enseñar nada". "Pero es un proyecto muy excitante", afirmó.

"Somos completamente apolíticos"

Ante la polémica que se está generando en las instituciones, recordó que el club es"una masa de aficionados de todos los colores políticos". "Somos completamente apolíticos y muy inclusivos. Cuantos más seamos más fuertes como club", dijo Sanllehí, que se mostró optimista respecto al futuro del estadio y subrayó que "el compromiso de los inversores es absoluto": "No contemplamos el escenario de que todo se tuerza".

El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, fue más crítico con la DGA y con el PSOE. "Al Ayuntamiento y al Real Zaragoza nos gustaría que no se estuviera utilizando políticamente la construcción del campo de fútbol como está haciendo el PSOE", dijo. El regidor ve en la posición de la administración autonómica una estrategia para retrasar el proyecto.

«Ya vamos tarde»

"Ya vamos tarde. Mirando a 2030 es absolutamente necesario que el proyecto de construcción no se paralice ni un solo día", dijo el alcalde, dejando claro que no va a ceder al propósito de la DGA de tomar el control de la aprobación definitiva de la operación Romareda y, por tanto, de los plazos. También calificó de "incomprensible" que el PSOE planteara un convenio con el club durante 75 años en 2015 ( fue una cesión a precario) "sin concurso y sin necesidad de hacer un campo de fútbol".

El alcalde recordó que el PSOE en la DGA ya "paralizó urbanísticamente" el proyecto del estadio en Valdespartera, escenario que teme que se repita. "Ahora vuelven a amenazar con paralizar el campo de fútbol con cuestiones urbanísticas. No lo hacen por defender la legalidad urbanística, sino por sus intereses electorales y políticos. No están pensando en la ciudad. Están pensando en las elecciones", concluyó.

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