iglesia católica

Benedicto XVI, durante una audiencia privada con un sacerdote zaragozano: "Ha sido la Virgen del Pilar la que ha venido a verme como papa"

Ángel Arrebola, párroco de la iglesia de San Valero y promotor de Justicia de la diócesis de Zaragoza, recuerda su encuentro con el papa emérito, al que le regaló una Virgen del Pilar el 5 de marzo de 2013.

A la izquierda, la Virgen del Pilar que el sacerdote zaragozano Ángel Arrebola regaló al papa emérito en una audiencia privada en Roma. A la derecha, Benedicto XVI. .
A la izquierda, la Virgen del Pilar que el sacerdote zaragozano Ángel Arrebola regaló al papa emérito en una audiencia privada en Roma. A la derecha, Benedicto XVI. .
Ángel Arrebola/H. A.

Conmovido, pero sobre todo "muy agradecido, sabiendo que tenemos un papa santo en el cielo". Así recibía este sábado, 31 de marzo, la noticia de la muerte de Benedicto XVI el sacerdote zaragozano Ángel Arrebola, párroco de la iglesia de San Valero, ubicada en el barrio de Las Delicias de Zaragoza.

Arrebola coincidió con él en una audiencia privada en Roma el 5 de marzo de 2013. "Estuve 20 minutos con él a solas, paseando por los jardines vaticanos. Rezamos el Rosario juntos y estuvimos conversando un rato. Yo trabajaba en la Santa sede cuando él era ya emérito y nos concedieron una audiencia privada", relata. 

Aunque "lo que se habla con el Papa nunca se dice" -matiza entre risas- sí recuerda algunas anécdotas de aquel encuentro que con el tiempo se ha convertido en el "mejor recuerdo" que guarda este sacerdote zaragozano de Benedicto XVI, a quien describe como un "hombre muy cálido y tremendamente cercano". 

"Era como si te conociera de toda la vida y tú a él... Sencillo, cordial y tremendamente empático, lejos de lo que pudiera parecer por ser alemán. En absoluto tenía uno la sensación de estar ante un magnate, siendo el más grande seguramente del siglo XX como intelectual, y como papa verdaderamente en el trato daba otra imagen, más aún si la conversación giraba en torno a sus centros de interés", confiesa Arrebola.  

En aquella audiencia privada que hoy, con motivo del fallecimiento a los 95 años de edad del papa emérito, viene a su memoria, Arrebola regaló a Benedicto XVI una reliquia de la Virgen del Pilar que evocó -dice- al sumo pontífice su paso por Zaragoza. 

"Era una señora Virgen del Pilar de 30 centímetros y cierto grosor que siempre me había acompañado y decidí llevársela con ayuda de unos amigos de Roma. Le preparamos una capillita para que estuviera bonita, y al verla la reconoció enseguida. Dijo: ¡ah, la Madonna del Pilar!", cuenta el párroco, quien matuvo esa audiencia privada con Benedicto XVI cuando este ya se había retirado. "Fue mi madre la que el día de antes, cuando le dije que me iba a recibir en persona el Papa, me dijo: ¡Pero le llevarás algo!", recuerda. 

El sacerdote zaragozano Ángel Arrebola, en otra audiencia oficial con Benedicto XVI.
El sacerdote zaragozano Ángel Arrebola (a la izquierda), en otra audiencia oficial con Benedicto XVI.
A. A.

Arrebola confiesa que en aquel encuentro le reprochó también a Benedicto XVI no haber visitado como Papa la capital aragonesa. "Cuando le regalé la Virgen él se sorprendió muchísimo. Estábamos en los Jardines Vaticanos y le dije en italiano que estaba molesto porque no hubiera estado en Zaragoza. Él me dijo: 'eso no es cierto, he estado varias veces' (aunque ninguna como sumo pontífice). Y recuerdo perfectamente que me dijo: "Entonces ha sido la Virgen del Pilar la que ha venido a verme a mí como Papa"

Más allá de las anécdotas, Arrebola destaca también del papa Benedicto XVI su inteligencia y su "loable" papel en el escándalo de abusos sexuales que salpicó en el marco de su renuncia a la iglesia católica. "Es el gran papa que lucha contra los abusos de la iglesia. Yo, que soy jurista y que conozco bien esta cuestión, me atrevo a decir que la legislación de la Iglesia contra los abusos ha sido obra de Benedicto XVI. Es un papa muy listo, que conocía la Iglesia, que había trabajado en ese ámbito durante casi treinta años años... Las opiniones pueden ser diversas y evidentemente hay mucha intencionalidad en los medios, pero Benedicto XVI logró ganarse muchísimo cariño, a pesar de tener en contra a la prensa. Muchas veces el papa no es el papa, sino la figura pública que los medios han hecho de él. Y os podrían sorprender para bien las anécdotas personales que guardamos suyas. Era un hombre al que vamos a extrañar muchísimo, el mejor papa -yo creo- del siglo XXI", opina este sacerdote. 

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