La Iglesia española considera a Benedicto XVI un gran teólogo con talante de pastor
El secretario general de la Conferencia Episcopal Española, César García Magán, ha mostrado su gratitud por "su magisterio".
La Iglesia Española considera a Benedicto XVI como uno de los grandes papas del siglo XXI pues, pesar de su corto pontificado de apenas ocho años, su "rico e intenso" magisterio a través de sus tres encíclicas, homilías, discursos, libros y catequesis lo sitúa como "un gran teólogo que nunca olvidó su talante de pastor de la Iglesia".
Así lo ha calificado este sábado el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Francisco César García Magán, quien desde el arzobispado de Toledo, ciudad de la que es obispo auxiliar, ha ofrecido una rueda de prensa telemática para valorar el impacto entre los católicos del fallecimiento del papa emérito este sábado en Roma a los 95 años.
Después de reconocer el sentimiento de dolor por la pérdida de Benedicto XVI, Magán ha mostrado su gratitud por su magisterio "en la estela de los grandes pontífices de la historia de la Iglesia" a través de un pontificado corto en comparación al de su antecesor Juan Pablo II pero marcado por una "gran profundidad y riqueza".
También de "humildad", ha ensalzado el secretario general de la CEE, pues Benedicto XVI se definió desde el principio de su pontificado como un "humilde trabajador de la viña del Señor", una consideración que demostró como Santo Padre de la Iglesia.
A juicio de Magán, su "profundo" magisterio se suma ya a los de "los grandes teólogos que han sido calificados como doctores de la iglesia", aunque ha destacado que Benedicto XVI no explicaba sus reflexiones con "un lenguaje para eruditos", sino siempre con el talante del lenguaje "sencillo" del pastor y la humildad del trabajador de la viña del Señor.
La Conferencia Episcopal ha recordado también su vinculación con España a través de sus tres viajes y la aprobación de 498 beatificaciones.
Respecto a la asistencia en el funeral, Magán ha avanzado que, si bine están a la espera de que el vaticano fije los actos religioso de despedida, tanto él como lógicamente el presidente de la Conferencia Episcopal, Juan José Omella, acudirán.
