Formación

Alertan de prácticas fraudulentas por parte de una academia de FP con sede en Zaragoza

El centro (Implika) no consta como homologado en Aragón. La OCU ha recibido más de 20 quejas a nivel nacional; dos de ellas se tramitaron el mes pasado en las oficinas de Consumo de la DGA.

Doris Funes, junto a la sede de la academia Implika. Reclamó con ayuda de la OCU y ha conseguido recuperar su dinero.
Doris Funes, a las puertas de la academia Implika, en Zaragoza. Reclamó con ayuda de la OCU y ha conseguido recuperar su dinero.
H. A.

Doris Funes, una cuidadora zaragozana, pagó una fianza de 200 euros el pasado mes de julio para que le guardaran plaza en un curso de FP de auxiliar de enfermería valorado en 6.685 euros, si bien consta en su matrícula que se beneficiaba de una supuesta "ayuda" para mejorar su situación laboral que le rebajaba el importe final de ésta a 4.360 euros. "Me gustó porque al ir a informarme me dijeron que había modalidad presencial y online, y a mí esa parte me encajaba bastante porque como trabajo en dos sitios y llevo unos horarios muy malos, pensé que así podría sacarlo. También me dijeron que financiaban a los alumnos y que lo que hacían es ayudarles. Yo les dije que no había venido ahí a pedir préstamos, pero me aseguraron que si uno no podía pagar al terminar los estudios, lo podría seguir haciendo sin ningún problema, que te daban la documentación sin haber terminado de pagar", cuenta esta ciudadana.

Su sorpresa llegó una semana más tarde de reservar plaza, cuando al comentarlo con una compañera de la residencia en la que trabaja, esta le advirtió de que la academia Implika, que cuenta con varios centros repartidos por 16 ciudades de España (entre ellos uno en la calle Alfonso de la capital aragonesa), tenía denuncias en Madrid y otras CC. AA

"Ahí ya me asusté, y empecé a llamar aquí a Zaragoza para pedir la baja pero nunca me lo cogían. Después me alegaron que tenía 14 días para desestimar el contrato, pero yo a los 12 días me puse en contacto con la chica de aquí y me dijo que estaba de vacaciones. Ahí empezó la pesadilla... Me giraban recibos de 200 y 300 y pico euros que yo devolvía. Me llamaban a mí y luego a mi hija cobrándole las llamadas, hasta que me cabreé, fui a la oficina y les dije que me estaban engañando. Me sacaron una reclamación y se desentendieron del tema", relata Funes, que ha conseguido ganar el caso y que le devuelvan el dinero tras hacerse socia de la OCU.

Según indica, nunca recibió "ni materiales ni libros ni ningún servicio" por parte de este centro de formación, lo que a juicio de la organización de consumidores ha sido determinante para que su reclamación prosperara. Funes, por su parte, denuncia la "pesadilla" que ha vivido en estos dos meses de incertidumbre y presiones hasta recuperar su dinero y lograr darse de baja. "Una de las veces que llamé, me dijeron dos de las personas de Implika que no podían hacerlo. Me dijeron: es como si usted se compra un coche y no lo quiere pagar; y dije: 'sí, pero en ese caso tengo el coche, aquí no me han dado nada'. Me amenazaron varias veces diciendo que me iba a arrepentir porque iba a aparecer en la lista de morosos y ni una hipoteca me iban a dar... Me dijeron: 'vas a venir suplicando que te cobremos'. Fueron unos días horrososos", relata esta trabajadora, que ahora está cursando la FP que quería en otro centro homologado de Zaragoza.  

Según valoran desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), para ser una academia formativa, Implika aglutina "bastantes casos" de reclamaciones en los últimos dos años: 33 en 2021 y 20 en lo que llevamos de 2022. "Son datos a nivel nacional y viendo las quejas que hay, no podemos hablar de estafa, pero sí de incumplimiento contractual o de falta de conformidad. Gran parte de las quejas hablan de publicidad engañosa, porque no ofrecen prácticas que anunciaban previamente o los materiales de los cursos no tienen la calidad que el alumno espera y son deficientes… También tenemos bastantes quejas por gente que contrata el curso, intenta ejercer el derecho de desestimiento y darse de baja, pero no les devuelven el dinero. Se está limitando o abusando de no reconocer este derecho a los consumidores que lo ejercitan y que no saben hasta que reciben los materiales la calidad del curso, que muchas veces no se corresponde con lo anunciado", informa Alejandro Marín, delegado de la asociación de consumidores en la capital aragonesa. 

Desde la consejería de Ciudadanía y Derechos Sociales precisan que en lo que va de año el Gobierno de Aragón ha recibido dos reclamaciones en materia de consumo relacionadas con este centro de Zaragoza, ambas del mes pasado, y se suman a otras dos registradas hace un año. "Se dieron de baja y no les devolvieron el dinero. Se han pedido alegaciones y están en trámite", señalan desde la consejería.

Pilar Santorum, de 46 años, es otra de las afectadas en la provincia de Zaragoza. En su caso, se apuntó a hacer un curso de recepcionista en octubre de 2021. "Soy de un pueblo de Soria, y me vine a Zaragoza a hacer eso. Me dijeron que había muchas posibilidades, con horarios de mañana y tarde… Firmé un contrato presencial, porque a mí me interesaba que me dieran clase, poder preguntar dudas, etc. y nunca ha habido clases. Según ellos, yo tenía derecho a alguna clase magistral con la condición de que hubiera 8 personas del mismo curso que lo solicitaran. Y a mí eso jamás se me dijo ni figura en el contrato. Pagué 2.500 euros por este curso y no me han devuelto nada. Fui a juicio verbal y lo perdí, porque el juez no quiso ni escucharme. Duró menos de 5 minutos. Estoy muy decepcionada, hasta con la Justicia. No no me dejaron refutar nada", lamenta esta soriana, que está ahora en Ibiza haciendo las prácticas en un hotel, tras cursar la FP en otra academia (MasterD) a la que se apuntó después. "Sé que me han engañado, y que no soy ni la primera ni la última, pero tenemos muy poca fuerza. Me gustaría que saliera todo esto a la luz, para que no le pase a otra gente lo mismo... Las familias ponemos mucho dinero y mucha ilusión en unas cosas que no existen y venden humo", denuncia esta ciudadana. 

Por su parte, fuentes consultadas de la consejería de Educación explican que el centro Implika no está homologado por el Gobierno de Aragón, lo que supone que no haya conocimiento desde el Departamento ni del profesorado con el que cuentan, ni de las instalaciones que utilizan o titulaciones que emiten.

"En algunos casos -añaden desde Educación- este tipo de centros suelten estar dados de alta en otras comunidades y son dichas autonomías las que emiten los títulos, aunque los centros estén en Aragón. No obstante, en este caso no consta información al respecto", concluyen las mismas fuentes, que aconsejan, en el caso de que los títulos emitidos generen problemas a los estudiantes, acudir a la Dirección General de Consumo.

Por su parte, desde Implika, centro de estudios que nace en Bilbao y cuenta con 13 años de experiencia, aseguran que "el alumnado del centro cursa titulaciones oficiales de Grado Medio y Grado Superior con validez en todo el territorio español" y añaden que cuentan con más de 50.000 alumnos, de los cuales "el 95% logra entrar en el mercado laboral antes de que se cumpla un año desde que acabó su formación", destacan las mismas fuentes. 

Por otro lado, la compañía niega que esté cobrando las llamadas a los usuarios que quieran contactar con ellos para darse de baja o realizar cualquier otro trámite, e informan de que los centros de Implika disponen de "diferentes canales (todos ellos gratuitos), a disposición del alumnado para atender y solucionar cualquier demanda que pueda surgir". 

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