verano

Coto a los altavoces 'bluetooth' en las piscinas de Zaragoza

La normativa de los centros municipales de Zaragoza veta "los aparatos de audio a un volumen molesto". Este año, de forma excepcional, se permite el acceso con sillas y hamacas propias.

Piscinas municipales de La Granja, el pasado 22 de julio.
Las piscinas municipales de La Granja, este mes de julio, en plena ola de calor.
Francisco Jiménez

El sol en la cara, los ojos cerrados y, de pronto, ‘Saoko, papi, saoko’ a todo tronar. Antaño eran los radiocassettes de doble pletina los que causaban estragos en las calles, plazas y piscinas, pero ahora son los mucho más versátiles altavoces ‘bluetooth’ los que, incluso, algunos usuarios de patinete llevan colgados al cuello cuando circulan por la ciudad.

En la piscinas escuchar el reguetón (o la sesión de zarzuela) del vecino de toalla no es plato de gusto y la normativa de Zaragoza de los centros municipales especifica que no se tolerarán "actos que perturben, molesten o pongan en peligro a otros usuarios": en concreto, cita varios supuestos tales como correr en zonas húmedas, zambullirse violentamente o usar aparatos de audio a un volumen molesto. En pro de "una convivencia agradable", el Consistorio cuenta con una normativa de piscinas que se actualiza cada año y en la que se regulan nuevos ‘usos y costumbres’, como la eclosión de estos insufribles altavoces ‘bluetooh’ o el acceso a las instalaciones con los citados patinetes. ¿Se puede? A diferencia de las bicicletas, con las que está prohibido entrar a los 22 centros deportivos de verano, "sí se permite el acceso con patinetes, siempre que se encuentren plegados y sin posibilidad de uso".

"No se pueden tomar fotos de otros usuarios
de la piscina sin su consentimiento expreso"

Esta es una de las indicaciones que figuran en un ‘Manual de preguntas y respuestas para los usuarios’ que el Ayuntamiento ha publicado y ha colgado también en su web. Hay algunos puntos que son obvios, otros que se prestan a más discusión (e interpretación) y unos terceros, que regresan cual culebrón de verano cada mes de julio y agosto a la conversación. Por ejemplo, el hecho de que no se puede acceder con calzado al césped ni tampoco reservar el sitio colocando objetos como sí se suele hacer con sillas y sombrillas en primera línea de playa. Otro asunto muy en boga es el de las fotos (para el postureo en las redes sociales) y la norma municipal es clara y concisa: "No se pueden tomar fotografías de otros usuarios sin su consentimiento expreso". Este reglamento está colgado en grandes carteles en los accesos a los centros y son los socorristas y vigilantes quienes deben velar por que se cumpla.

Desde el año 2020, la pandemia ha hecho que algunos apartados hayan tenido que ser revisados y que se introdujeran novedad. Así, entre las excepciones que se redactaron en 2021 y permanecen este año, está la posibilidad de entrar con sillas y hamacas propias, "que se instalarán en zonas de estancia autorizadas". Sigue prohibido, eso sí, comer fuera de las mesas bajo las pérgolas o en las zonas de bar (o sea, nada de bocadillo sobre la toalla) y está vetado también meter en las piscinas recipientes de loza o de vidrio, a pesar de que los ‘tupper’ son cada vez más frecuentes en este material. Otros objetos de cristal con los que no se debe dejar pasar son "vasos, frascos, espejos, botellas..."

Las piscinas aspiran a ser "espacios saludables" pero aún se permite fumar en la zona de césped

Varios apartados tratan también sobre otra cuita que ha vuelto a la actualidad mediática este verano después de que algunas localidades hayan prohibido fumar en las playas: el tabaco en la piscina. Es curioso y paradójico que el Ayuntamiento se esfuerce en promocionar las piscinas como "espacios sin humo", pero aún así permita fumar en su interior. Puede hacer "exclusivamente en las zonas de césped" y está prohibido fumar en los vasos, los espacios cubiertos, las pérgolas y las terrazas de los bares. Se están llevando a cabo campañas de sensibilización para hacer de las piscinas "recintos saludables", pero aún así el tabaco no se ha vetado al 100%.

El sentido común rige el resto del reglamento, que también ahonda en algunos aspectos más relacionados con la higiene personal. Así, se recuerda que los usuarios no pueden ni afeitarse ni depilarse en los vestuarios y que, para luchar contra la contaminación microbiológica, los pañales (incluso si son de los calificados como acuáticos o antiescapes) están prohibidos incluso en los vasos de chapoteo. Los menores solo deben usar bañador y, según explican los técnicos, es habitual que los niños pequeños se hagan pis en los vasos de chapoteo pero eso no supone mayor problema porque el ciclo se renueva enseguida, se clora y es de nuevo apta para el baño. El agua de los vasos de chapoteo está en continua renovación (bien por recirculación y depuración o mediante entrada de agua nueva), tal y como exigen los decretos de condiciones higiénico-sanitarias dictados por el Gobierno de Aragón. De hecho, cada dos horas ha tenido que completarse el ciclo de depuración en las piscinas infantiles, mientras que en las de competición se tardan unas ocho horas.

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