Barcelona prohibirá fumar en todas sus playas a partir de julio

Las multas serán de 30 euros en los primeros compases y solo en caso de reiteración.

La playa de Barcelona durante la Semana Santa.
Playa de la Barceloneta en una imagen de archivo.
EFE

Estar tumbado al sol en la playa teniendo que aguantar el humo del cigarrillo del vecino tiene los días contados en Barcelona. El consistorio de Ada Colau ha presentado este viernes el plan de playas para este verano que incluye la prohibición de fumar en los diez arenales de la capital catalana. El Ayuntamiento hizo el año pasado una prueba piloto en cuatro playas y este año extiende el veto a todas las que hay en la ciudad condal, siguiendo otros ejemplos como en Galicia, Andalucía o Baleares. La prohibición será para todos los días y se pondrá en marcha en dos fases. La primera, de abril a junio, consistirá en una campaña informativa. Y a partir de julio se implementará la decisión, que ya incluirá multas para los que incumplan la normativa. De entrada, las sanciones no serán muy duras, 30 euros, y solo en caso de reiteración.

Esta nueva regulación estará incluida en una próxima modificación de la ordenanza de usos de las vías y espacios públicos, y está amparada en la ley que se aprobó hace una semana en el Congreso sobre residuos y suelos contaminantes para una economía circular. Esta legislación autoriza a los ayuntamientos a regular y sancionar el tabaco en las playas para frenar la generación de residuos y reducir la contaminación en el mar. El Ayuntamiento de Barcelona cita una directiva europea, que señala que los filtros de los cigarros, que contienen plástico, son los residuos de mayor presencia en las playas, junto a los microplásticos.

Según el Ayuntamiento, la prueba piloto llevada a cabo el año pasado en cuatro playas, como ensayo general para la medida de este verano, fue acogida con satisfacción por ocho de cada diez usuarios y consiguió reducir el número de personas fumando. Hasta siete veces menos, según las cifras aportadas por el consistorio. También cayó la presencia de colillas. En algunas playas, las colillas pueden llegar a ser una plaga, porque aunque algunos fumadores piensen que hundiéndolas en la arena desaparecen, solo lo hacen de la vista, porque permanecen allí años y años, soltando los productos químicos que llevan en su interior. Joan Hernández forma parte del grupo de voluntarios 'No Más Colillas en el Suelo de Barcelona', que se dedica a recoger los restos de los cigarrillos para denunciar el problema. Celebra la decisión, aunque avisa de que las ordenanzas municipales ya contemplan multas por tirar colillas al suelo y nadie las cumple, porque la Guardia Urbana no lo sanciona. "No hay conciencia del daño que se hace tirando un cigarrillo", afirma. Asegura que en solo una hora, 25 personas en una playa, pueden recoger la friolera de 15.000 colillas.

Por su parte la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) celebró este viernes la iniciativa de Barcelona y pidió extenderla a las más de 3.000 playas del litoral español. "La exposición pasiva al humo del tabaco es muy nociva para la salud y las colillas son, además, una fuente de contaminación. Todos tenemos derecho a respirar un aire puro", recordó el neumólogo de la Separ, Carlos Rábade.

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