Mundial de fútbol 2030
Exenciones fiscales, 2.000 voluntarios y tranvía nocturno, nuevas exigencias para Zaragoza de cara al Mundial
Las 15 candidatas españolas a ser sede del campeonato de fútbol han conocido este jueves los requisitos que deben cumplir.
La Federación Española de Fútbol (RFEF) ha afinado este jueves un poco más las exigencias que deberán cumplir las ciudades que, como Zaragoza, quieran albergar partidos del Mundial de 2030, en caso de que la candidatura ibérica sea la organizadora. Si hace un mes trasladó a las aspirantes la necesidad de contar con estadios de 40.000 espectadores, hoteles de lujo y un amplio perímetro de seguridad, ahora el presidente Luis Rubiales les ha detallado que será necesario disponer de 2.000 voluntarios, aplicar exenciones fiscales y garantizar el transporte público hasta 4 horas después de finalizar el partido.
Son solo algunos de los requisitos que ha explicado la RFEF a los representantes de las 15 candidatas a hacerse con una de las 11 sedes que tendría España en el Mundial de 2030 (Portugal se quedaría con otras 3). Tras la reunión, el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, ha querido transmitir la “ilusión” por un proyecto que tendría una importante repercusión en “proyección, economía y consumo”.
Para ello, la capital aragonesa deberá construir un campo de fútbol, ya que la actual Romareda no reúne los requisitos mínimos. En este sentido, la Federación ha detallado un completo catálogo de requisitos para el futuro estadio que, al ser de obra nueva, no debería tener problemas para cumplir.
Así, según el documento al que ha tenido acceso HERALDO, se exigen, además de un aforo de 40.000 espectadores, unas dimensiones de 105x68 metros, vestuarios de 150 metros cuadrados, tecnología punta de comunicaciones (fibra y 5G), iluminación mínima de 2.000 luxes disponible un año antes del Mundial así como un sistema de cambio de fuente energética para actuar de forma inmediata en caso de apagones. “Se debe procurar que como mínimo el 75% de la energía consumida proceda de fuentes renovables”, reclama la RFEF.
La FIFA, además, es muy exigente a la hora de disponer de espacios propios dentro del estadio, con amplias salas para organización, acreditaciones, centro de invitados, ceremonias, prensa, almacenes y aparcamientos. En este último apartado, por ejemplo, serán necesarias 790 plazas cerradas para buses y camiones y otras 1.100 para vehículos, sin olvidar que en las inmediaciones habrá que ofrecer otras 10.000 a una “distancia razonable”.
También deberá ser especialmente generosa la denominada zona ‘hospitality’, con capacidad para 1.000 personas y espacios para la tribuna de honor, escoltas, guardarropa, así como áreas para los acompañantes de los equipos, patrocinadores comerciales y colaboradores institucionales. Incluso habrá que disponer de un lugar para los niños que acompañen a los jugadores y otro para las mascotas.
Además del estadio, la ciudad tendrá que ofrecer una disponibilidad suficiente del aeropuerto y de la estación de tren, campos de entrenamiento y oficinas para la organización. En cuanto a las plazas hoteleras, FIFA requiere al menos 1.000 camas en establecimientos de 5 estrellas Gran Luxe, 1.500 de 5 estrellas, 2.500 de 4 estrellas y 3.000 de tres estrellas.
Compromisos institucionales
Pero al margen de las infraestructuras, las instituciones públicas y privadas implicadas también deberán dar un paso adelante. Por ejemplo, la Federación ha transmitido la necesidad de declarar la actividad del Mundial de “interés general” y aprobar “garantías y exenciones fiscales específicas”, según el documento entregado a las delegaciones.
De igual modo, se garantizará la seguridad, movilidad y atención sanitaria que sea necesaria durante el campeonato, así como el suelo público que se requiera para instalar las ‘Fan Zone’ de cada selección que compita en la ciudad.
En el apartado movilidad, destaca la puesta en servicio de transporte público las 24 horas del día entre el aeropuerto y el estadio la jornada de partido y la posterior, así como el bus y el tranvía hasta cuatro horas después del pitido final del encuentro. Se valorará, además, la gratuidad de estos servicios para los aficionados con entrada.
