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CEOE-Aragón pide 9 años de cárcel por el fraude de los 200 respiradores ‘fantasma’

Los empresarios, la Fiscalía y la DGA acusan al mediador de estafar 897.000 € en el peor momento de la crisis sanitaria.

Un avión descarga material sanitario en el aeropuerto de Zaragoza durante la pandemia.
Un avión descarga material sanitario en el aeropuerto de Zaragoza durante la pandemia.
Oliver Duch

España acababa de ser confinada, los hospitales no daban a basto, no había camas uci, los ancianos morían en sus casas y en las residencias, los médicos y sanitarios enfermaban y no sabían a lo que se enfrentaban, no tenían equipos de protección, tampoco había medicamentos eficaces ni máquinas para tratar a los enfermos de neumonías mortales... El covid-19 había llegado a nuestras vidas y se avecinaban muchos días de enfermedad, muerte y luto. En medio de esta crisis sanitaria desconocida hasta entonces, todos los países se lanzaron al mercado en busca de material y pusieron sus ojos en China, proveedor mundial de estas mercancías. Como suele suceder en situaciones críticas, la solidaridad surge de inmediato, pero también los oportunistas que ven la ocasión de hacer negocio, algunos con mejor resultado que otros.

En Aragón, impulsado por la DGA y coordinado por la Confederación de Empresarios (CEOE), se activó el programa #AragónenMarcha, con el fin de canalizar tanto la producción de empresas de suministros sanitarios como las donaciones para adquirirlos en el extranjero. En este contexto, el empresario e intermediario F. C. O., administrador de la empresa con sede en la capital aragonesa Mingta Asian Global Commerce S.L., dedicada a importar bienes de China, entró en contacto con la Fundación CREA y Ricardo Mur, entonces presidente de CEOE-Aragón, para ofrecer 200 respiradores que se necesitaban con urgencia en los hospitales de la Comunidad.

Por el encargo se adelantaron 3.380.000 de dólares a la empresa Shenzhen City Furuiji. Sin embargo, la entrega no llegó a materializarse puesto que, según trasladó entonces F. C. O. a la CREA, el Gobierno chino decidió en el último momento bloquear la salida de la mercancía, producida por la empresa estatal Beijing Aerospace, y reservarla para su país, lo que frustró el suministro a Aragón.

Alternativa frustrada

Ante esta circunstancia, el intermediario intentó buscar otras alternativas y consiguió otros respiradores (14) de otro proveedor, pero resultó que los certificados CEdel mismo no fueron validados, por lo que finalmente no llegó ninguna mercancía a Zaragoza. Por la fallida operación Shenzhen City Furuiji devolvió 2,3 de los 3,3 millones de dólares, pero el otro millón (el equivalente a unos 897.000 euros) se quedó en China. Según mantiene el intermediario, se los quedó la empresa Shenzhen City Furuiji. Sin embargo, tanto la Fiscalía, como la DGAy CEOE-Aragón afirman que el dinero se lo apropió F. C. O.

Por esa razón, además de reclamarle 1.066.631 dólares en concepto de responsabilidad civil, piden para él penas de cárcel por delitos de estafa. En concreto, el Ministerio Público y el Gobierno de Aragón piden cuatro años de prisión y multa, mientras que la confederación de empresarios eleva la pena a seis años y añade tres delitos de falsedad por los que reclama otro tres años, además de una multa de 72.000 euros.

Por su parte, la defensa solicita la absolución y asegura que fue un negocio fallido. Argumenta que su cliente nunca cobró ese dinero y que pidió a Mur que lo reclamara a Shenzhen City Furuiji en China, pero la CEOEoptó por denunciar a F. C. O. ante la Fiscalía. Hace un año, no obstante, la Fundación CREA presentó la denuncia en China.

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