semana santa

El sonido de un bombo o el toque de una baqueta en lugar de su perro guía

La Dolorosa estrena la procesión del Recuerdo, en memoria de las víctimas de la covid. Entre sus filas toca el tambor Irene Castro, pese a sus problemas de visión.

​Irene se prepara para salir en la procesión de esta tarde.
​Irene se prepara para salir en la procesión de esta tarde.
Oliver Duch

A Irene Castro le acompaña desde hace dos meses una perrita, se llama Sirly y es su guía. Con mimo acaricia su lomo negro, aterciopelado como el tercerol con el que cubre su rostro en procesión. Pertenece a la Hermandad de San Joaquín y la Virgen de los Dolores y la ceguera no le impide marcar el paso a la par que redobla. "Yo, en la segunda sección, como siempre", concreta con satisfacción. Este lunes lo ha hecho de nuevo, tras el parón de la pandemia, en la nueva procesión del Recuerdo en memoria de las víctimas de la covid-19.

"Una de las cosas que más angustia me daba era no poder salir en procesión más. No quería perder esa parte de mi vida", confiesa emocionada esta zaragozana, que es miembro de la ONCE desde hace siete años.

En las procesiones no sale con Sirly, sino que se guía con la ayuda de sus compañeras de fila y del sonido de otros instrumentos. "Necesito un bombo a la izquierda", comenta Irene, quien a perdido la visión de forma progresiva. En voz muy baja le murmuran algunas indicaciones, aprovechando las partes bajas de las marchas o cesan de tocar si es un fragmento en alto. Además de eso, han establecido un comando de gestos. Por ejemplo, un toque con la baqueta en el antebrazo puede signifcar que se aproxima una calle estrecha y deben formar fila de tres.

Unos días antes de procesionar realizaron juntas el recorrido para identificar y poder salvar posibles obstáculos, como bordillos o alcantarillas. Sus compañeras de fila admiran su "fuerza de voluntad". "Si no fuera por ellas no podría salir", agradece Irene una y otra vez la generosidad de Arancha o a Azucena, entre otras. También reconoce las facilidades que le han puesto desde desde la jefatura de la sección de tambores.

Hace unos días Irene tocó la talla de la Dolorosa con la iniciativa ‘Ver la Pasión con los dedos’. "He vuelto a tener su recuerdo", reconoció emocionada tras palpar el rostro de la Virgen a quien dedicará sus toques el Miércoles Santo.

Los primeros redobles los ha dado este lunes. La Dolorosa ha vuelto a procesionar tras 1.086 días sin marcar el paso. En esta edición han cambiado su recorrido habitual por las calles de San José al centro de la ciudad. Han salido del colegio de Compañía de María y llegaban hasta la iglesia del Hospital de Nuestra Señora de Gracia. En la procesión de esta noche, las cruces 'in memorian' han sido el motor de una nueva procesión que surge en el aniversario del quinto centenario de la hermandad.

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