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Las mascarillas se imponen en el regreso del multitudinario concurso de tambores de Zaragoza
El fin de semana los redobles vuelven al Príncipe Felipe. El área de Sanidad de la DGA no contempla "restricciones adicionales a las que ya están en vigor", pero hace un llamamiento a la prudencia.
“Desde que vimos que la cabalgata de Reyes se celebró sin mayores consecuencias, entendimos que las procesiones podrían volver a las calles también”. Los cofrades zaragozanos tienen ya todo dispuesto para retomar su actividad tras dos años de parón por la pandemia, si bien lo harán con algunas "recomendaciones genéricas" del área de Sanidad y por parte de cada hermandad -anoche se reunieron en asamblea- dado que “toda precaución contra el coronavirus es poca”, justifican.
En Aragón, a diferencia de otras Comunidades, no está previsto establecer restricciones adicionales a las que ya están en vigor con carácter general, esto es, la mascarilla obligatoria en interiores. Así, todas las liturgias y los actos de vela habrán de hacerse con la boca cubierta, si bien para las procesiones en la calle hay algo más de controversia. La recomendación general es llevarla, a poder ser negra o a juego con los hábitos, debajo de los capirotes y los terceroles. Los responsables de las heráldicas y las cornetas prescindirán de ellas en el momento de tocar, pero al resto de hermanos se les pide que las mantengan durante todo el recorrido. Lo mismo se espera, aún a sabiendas de que es como predicar en el desierto, de los espectadores que se congreguen en algún punto concreto a ver pasar las imágenes. La recomendación se hace por “sentido común” porque “siempre que no se pueda guardar la distancia de seguridad de metro y medio o haya aglomeraciones es conveniente llevar la mascarilla puesta”, recuerdan desde el área de Sanidad.
Estas se pueden dar en muy diversos actos y puntos de la ciudad como en los rincones más fotografiables del Domingo de Ramos o en momentos muy puntuales que bien conocen los amantes de la cultura morada como la noche de Lunes Santo, cuando cientos de personas aguardan en la plaza de José Sinués la salida de las Siete Palabras de la iglesia de San Gil.
Aunque hace unas semanas se debatía sobre, incluso, eliminar el uso de mascarillas en interiores, el Gobierno central parece que finalmente mantendrá esta restricción hasta pasada la Semana Santa. El Gobierno de Aragón también aboga por la prudencia en la presente situación de ‘meseta’ de los contagios y anima a mantener las medidas de prevención. De momento, el área de Sanidad hacen un llamamiento «a la prudencia y a la responsabilidad individual» porque el virus con más o menos fuerza sigue entre nosotros.
Normas por territorios
En otras comunidades, como en Andalucía, se ha abonado a la vía de las “recomendaciones preventivas” porque todo lo que fuera imponer obligaciones debería pasar por los tribunales superiores de Justicia que, en los últimos meses, parecen haber dejado de avalar las medidas más restrictivas. En Zaragoza ya se ha asistido a numerosos ensayos de costaleros a los que se les hizo, incluso, test de antígenos, y en Sevilla las instituciones han llegado a calcular cuántas personas van debajo de cada trono y han colaborado para procurar su mejor distribución y minimizar el contacto sin socavar el esfuerzo de los costaleros.
En la Comunidad Valenciana han descendido más al detalle y, por ejemplo, se pide a las hermandades que prescindan de faldones “o elementos que dificulten la ventilación dentro de los pasos”. También sugieren que en cada cofradía haya una persona encargada de velar por las medidas de control tales como la desinfección de elementos comunes, el lavado de manos y, obvio, el uso de mascarillas.
¿Hay temor a una posible explosión de contagios tras la Semana Santa? Nadie se atreve a dar una respuesta, pero tampoco -claro- en caso hipotético de que se diera se podría atribuir a las procesiones o a las escapadas a la playa… En cualquier caso, la situación sanitaria parece haber mejorado y prueba de ello es que ya se han eliminado, incluso, las cuarentenas a los asintomáticos.
Concurso de tambores este fin de semana
El primer gran acto de la Cuaresma cultural zaragozana que se celebra ya este mismo fin de semana. Está previsto que unos 600 niños, de entre 3 y 15 años, participen el sábado en la 29 exaltación infantil de instrumentos de Semana Santa y que el domingo, a partir de las 10.00 en el Príncipe Felipe, hasta 25 hermandades tomen partido en el concurso de tambores. Este año la cita la organizará la cofradía del Descendimiento por delegación de la Junta Coordinadora, que explica que todo está preparado según la normativa en vigor hasta el 9 de marzo y cuenta con el visto bueno de Salud Publica.
“Hay muchas ganas y muchos nervios tras dos años sin poder disfrutar del sonido de los tambores ni experimentar sus emociones”, afirma Joaquín Albareda, hermano mayor del Descendimiento, que dedica un reconocimiento especial a quienes tutelan las secciones infantiles y “que trabajan con tanta ilusión y tanto cariño con los niños”. Lo que se vea el domingo será el fruto de “muchas horas de ensayo” y, precisamente, “son esas las horas en las que se desarrolla la confraternización y hermandad, que desde 2020 fue limitada por la falta de convivencia por la pandemia”.
“Preparamos la cita con toda la ilusión y también cuidando todos los detalles. Tras dos años sin poder celebrarse, creemos que es un bonito reto y mantendremos la estructura y el formato, aunque se incluirá alguna novedad para amenizar el tiempo de preparación entre cuadrillas”, explica Pablo García, vicedecano del Descendimiento.
A pesar de la competición, “es el sonido lo que nos une a todas las cuadrillas” y con esta filosofía se ha diseñado un cartel anunciador en el que aparecen seis manos entrecruzadas con pulseras identificadoras de todas las hermandades zaragozanas. Jorge Sesé es el responsable del diseño y la fotografía de un cartel que “quiere transmitir un mensaje de unión”, explica el autor, que ha colocado todos los brazaletes “en el orden habitual de salida del Santo Entierro”.
También se ha diseñado para este certamen un nuevo trofeo que ha sido ideado por Miguel Estrada. Se trata de una figura compacta con una decena de cofrades, con hábito pero sin capirotes ni terceroles, que representan todos los instrumentos de la Semana Santa de Zaragoza: se adivinan el tambor, el timbal, la timbaleta, la matraca, la carraca, las heráldicas, las cornetas y las campanas.
