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Aumentan las agresiones homófobas en el entorno de bares LGTB de la calle Fita

La Policía investiga un robo con violencia en el que un joven, que estaba con un amigo, sufrió la pérdida de varios dientes.

Jóvenes subidos a un coche aparcado en la calle Fita de Zaragoza
Imagen de archivo de Jóvenes subidos en un coche aparcado en la calle Fita de Zaragoza
Heraldo.es

La calle Bernardo Fita y su entorno forman una zona de bares en la que se mezclan conocidos locales de ambiente LGTB+, discotecas latinas y de otras músicas a las que acude público variado. Siempre han convivido de manera más o menos pacífica, con incidentes similares a los de otras zonas de ocio con alta concentración de locales, como ruidos, broncas, peleas, hurtos y robos. Pero, desde hace un par de meses, se están congregando grupos de jóvenes, algunos menores, que insultan, amenazan y agreden a otros a los que identifican como homosexuales, lesbianas o trans y, en ocasiones, les atracan usando la violencia.

Durante el fin de semana del 27 y 28 de noviembre, en la calle Fita se denunciaron tres agresiones grupales, de las que fueron víctimas tres chicos y una chica, y aunque no hay constancia del carácter homófobo de las mismas, sí de la violencia desplegada por los jóvenes que allí se concentran.

Entre 4 y el 8 de diciembre se han registrado varios incidentes que ahora investiga la Policía, como la agresión a dos jóvenes a los que sustrajeron el móvil y a uno le rompieron varios dientes o la sufrida por el empleado del bar Urano, al que golpearon con un cinturón y lanzaron numerosas botellas contra la puerta del local.

Esta persona relataba en su cuenta de Instagram que desde hace dos meses se concentran para beber en la calle grupos de chicos y chicas con "malas pintas" y "muy homófobos" que se meten con la gente. Explicaba que a veces entran en el bar e insultan a los clientes y critican la música "de maricones" que suena. En la madrugada del día 8 les pidió el pasaporte covid cuando quisieron entrar en el bar y eso les molestó. Su reacción fue coger botellas de un contenedor de vidrio y lanzarlas contra la puerta del local. La Policía fue cuatro veces esa noche a la misma calle. 

Igualmente, dos jóvenes que estaban abrazados en un portal fueron agredidos por otros que terminaron robándoles el teléfono móvil. Ante la Policía denunciaron el robo, aunque en ese momento no dijeron que habían empezado a meterse con ellos llamándolos "maricones", como luego contaron públicamente.

La asociación Somos LGTB+ de Aragón confirma que se está produciendo un incremento de las agresiones y que llama la atención el aumento de la agresividad y la violencia. "En todos los sitios piden el pasaporte covid pero los que no lo llevan no terminan atacando con botellas a los porteros de los bares", decía ayer Alejandro Sierra, miembro de la asociación.

Desde el espacio de atención para la igualdad y la no discriminación del Gobierno de Aragón instan a que se denuncien todas las agresiones para poder intervenir y ponerles freno. Patricia Luquin, abogada y responsable del Servicio de Orientación y Asistencia Jurídica que se ha contratado con el Colegio de Abogados, anima a las víctimas a denunciar. Entiende que a veces es difícil, pero lo considera fundamental para atajar estas conducta

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