Sucesos

La víctima de la brutal agresión de la plaza del Pilar sigue en el hospital un mes después

La nueva defensa del agresor, que arrastra antecedentes y condenas firmes por riña tumultuaria, lesiones y malos tratos, ya ha pedido al juez su puesta en libertad.

El alboroto y los gritos posteriores al altercado permitieron huir al agresor
El alboroto y los gritos posteriores al altercado permitieron huir al agresor
Heraldo

El pasado martes, 7 de diciembre, se cumplió un mes de la brutal agresión registrada a las puertas de una discoteca de la plaza del Pilar de Zaragoza en la que estuvo a punto de perder la vida un vecino de Zuera.La víctima, L. C. O., de 37 años, encajó un único puñetazo en la mandíbula, pero de tal intensidad que cayó desplomado de espaldas y sufrió lesiones cerebrales de extrema gravedad. Y aunque parece haber superado la fase más crítica, su estado de salud es tan delicado que sigue ingresado en el hospital Miguel Servet, donde llegaron a practicarle una craneotomía descompresiva de urgencia.

La familia del agredido no pierde la esperanza y confía en ganar la carrera al tiempo, consciente de que una agresión de este naturaleza, de superarse, puede dejar gravísimas secuelas. Quien no parece tener tanta paciencia es el agresor confeso, Ion M., de 36 años y nacionalidad rumana, que no solo ha cambiado de abogado, sino que ha solicitado ya su puesta en libertad.

Para su nueva letrada, Carmen Sánchez Herrero, su salida del centro penitenciario de Zuera no implicaría riesgo de fuga, ya que el investigado hace años que fijó su residencia en la capital aragonesa, a la que se siente ligado y donde estaba contratado por una empresa de trabajos verticales. Pero lo cierto es que, como recordaba la jueza de guardia en su auto de prisión, el encausado se encuentra en situación irregular y tiene incoado un expediente de expulsión pendiente de ejecutar.

La titular del Juzgado de Instrucción número 2, encargada de las pesquisas, todavía no se ha pronunciado sobre la petición de la defensa, pero es evidente que a la hora de tomar una decisión tendrá muy en cuenta tanto el grave estado de la víctima como el largo historial delictivo de Ion M. Cuando se produjeron los hechos, arrastraba hasta cinco antecedentes policiales por delitos violentos. Todos ellos cometidos en un periodo de doce años y siempre en Zaragoza: riña tumultuaria (27 de junio de 2021);lesiones (6 de enero de 2015, 1 de enero de 2014 y 1 de septiembre de 2009); y malos tratos (22 de noviembre de 2014). Pero es que además algunos de esos arrestos ya se han traducido en condenas firmes que suman 5 años y 10 meses de prisión.

Parecía que se habían calmado

Según las pesquisas del Grupo de Homicidios, la víctima y el agresor coincidieron aquella madrugada en la discoteca. En un momento dado, Ion M. recriminó al grupo de amigos de L.C. O. el empujón que había sufrido la chica que le acompañaba. Es más, habló con empleados del local para que llamaran la atención a estos clientes. Al final, unos y otros tuvieron que abandonar la sala. Los encargados de seguridad hablaron con ellos y mandaron a unos en dirección hacia el pasaje Ciclón y a la pareja en dirección contraria. "Cuando ya parecía que las cosas que se habían calmado escuché gritar a varias mujeres. Me di la vuelta y vi a un varón en el suelo y a otro que salía corriendo en dirección hacia el Casco”, declaró después el testigo ante la Policía.

Las grabaciones de las cámaras de la discoteca, aunque no captaron el ataque propiamente dicho, fueron vitales para confirmar la identidad del agresor y la secuencia de los hechos. El súbito e inesperado puñetazo se produjo en ocho segundos, pero podría tener consecuencias de por vida.

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