PP-Cs encargará a una consultora la estrategia urbanística de Zaragoza de la próxima década

El gobierno descarta un nuevo Plan General como propone el PSOE porque "paralizaría la economía". El contrato fomentará la participación ciudadana con la colaboración de la Universidad de Zaragoza.

Vistas de la ciudad y el Ebro, desde la margen izquierda del río.
Vistas de la ciudad y el Ebro, desde la margen izquierda del río.
Guillermo Mestre

El Ayuntamiento de Zaragoza encargará a una consultora externa el diseño de la estrategia urbanística de la ciudad para los próximos diez años. La empresa adjudicataria del contrato, cuyos pliegos está ultimando el gobierno PP-Cs, diagnosticará en un plazo de 18 meses las necesidades de suelo, movilidad y medio ambiente de la capital aragonesa y propondrá las medidas a tomar de aquí a 2030. Y deberá hacerlo de la mano de la Universidad de Zaragoza, con la que colaborará para abrir el proyecto a la participación ciudadana.

Con esta apuesta, en la que el gobierno PP-Cs lleva trabajando varios meses, queda descartada la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que propuso la semana pasada el PSOE. Para el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, una revisión integral del PGOU sería hoy en día algo «sumamente inoportuno» ya que, como recuerda el edil de Ciudadanos, «supondría suspender la concesión de licencias durante un año y medio y, en consecuencia, paralizar la economía de la ciudad en un momento tan difícil como el actual».

En lugar de esto, prefiere presentar una Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (Edusi). Para definirla, el Ayuntamiento licitará próximamente un contrato por el cual una consultora externa analizará el estado de la ciudad y diseñará las propuestas de actuación de aquí a 2030. Durante los 18 meses que durará la redacción, deberá tener en cuenta algunos de los objetivos que se ha marcado el Consistorio zaragozano para los próximos años, como los relativos al control de las emisiones contaminantes, la movilidad sostenible o la digitalización urbana, así como las tendencias de otras ciudades. De este proyecto deberán salir distintas líneas de actuación y su presupuesto.

Cambios puntuales

El alcalde, Jorge Azcón, reconoció hace unos días que hay «muchas cuestiones» del actual plan que están «caducas» y «obsoletas». Por tanto, en este proceso se evaluará el actual PGOU, «lo que implica analizar los vacíos y discontinuidades urbanas, las áreas degradadas y de oportunidad, así como señalar los temas pendientes y las modificaciones necesarias», apuntan desde PP-Cs.

El proyecto prevé diagnosticar la situación de la ciudad, sus distintos problemas y necesidades, así como los mejores activos -ubicación, recursos naturales o estructura logística e industrial- para concretar después las áreas en las que se debe actuar y el presupuesto que será preciso. La incorporación de la economía circular, de las energías renovables o la política de equipamientos serán algunos aspectos que se estudiarán.

Eso sí, mientras se elabora, el Ayuntamiento mantendrá sus planes inmediatos con las modificaciones que sean necesarias, como la prevista para la reconversión del polígono de Cogullada. Serrano, que apuesta por licitar un contrato con una empresa externa «para no bloquear el área de Urbanismo», defiende «implicar a toda la ciudadanía». Con este objetivo, la consultora deberá coordinarse con la Cátedra Zaragoza Impulsa del campus universitario y se abrirán procesos participativos con vecinos y entidades sociales y económicas.

Tanto el plan del gobierno municipal como la propuesta del PSOE serán objeto de debate en un pleno extraordinario solicitado por el grupo socialista que se celebrará el día 14. El gobierno sostiene que el PGOU de la capital, que cumple este año dos décadas, «no es tan viejo», y en otras ciudades como Barcelona su ordenamiento urbanístico tiene medio siglo y «funciona sin problemas», en palabras de Serrano. 

El edil apuesta por las modificaciones puntuales, como las que ya ha acometido en este mandato en operaciones como la del hospital privado, la rehabilitación del antiguo cuartel de Pontoneros o el cambio de usos de los locales comerciales. Los socialistas dicen que esta herramienta cumple ya 20 años, acumula casi 200 modificaciones y presenta «debilidades». Defienden, además, aprovechar este proceso de cambio para impulsar el desarrollo de la orla este, con unas 1.500 viviendas, además de infraestructuras, equipamientos y zonas verdes.

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