El Clínico solicita al Ejército que retire la carpa, que deja de estar operativa tras 10 meses

Los militares, encargados de su instalación a mediados de agosto, se harán cargo también de los trabajos de desmontaje. Personal sanitario está ya retirando todo el material.

Las carpas del Ejército siguen montadas en la explanada del aparcamiento del servicio de Urgencias del Hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza
Las carpas del Ejército siguen montadas en la explanada del aparcamiento del servicio de Urgencias del Hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza
Oliver Duch

La carpa que instaló el Ejército en el aparcamiento del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza ha dejado de estar operativa diez meses después. Los militares, que se encargaron de su instalación a mediados de agosto, se ocuparán también de su desmontaje, que comenzará en unos días y se prolongará durante varias jornadas. El centro sanitario ha solicitado al Ejército la retirada de este equipamiento, informaron fuentes del Departamento de Sanidad, aunque todavía no hay una fecha fijada para ello. Podría ser en los próximos días, ya que desde Delegación del Gobierno confirmaron ayer que se va a desmantelar, aunque faltan por concretar más detalles sobre el operativo. Por el momento, el personal del hospital está desalojando las instalaciones y ha empezado a retirar todo el material que había almacenado en su interior este tiempo.

La junta de personal conoció este lunes por la mañana la decisión de que se procedía ya al vaciado de estas tiendas de campaña, que ocupan la superficie destinada al estacionamiento de los vehículos. El descenso de la presión asistencial y la tendencia a la baja de la pandemia hacen que, a partir de ahora, este recurso haya dejado de ser necesario.

Este equipamiento se montó inicialmente como apoyo al servicio de Urgencias. Primero se planteó como zona de triaje de enfermos, una medida que ya se puso encima de la mesa al inicio del primer estado de alarma pero que no se llegó a materializar, a pesar de que incluso se llegó a acordonar el parquin para que quedara libre de coches. El 11 de agosto, unos 30 militares de la Unidad Médica Aérea de Apoyo al Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo, pertenecientes al Ejército del Aire, comenzaron a trasladar hasta el aparcamiento el material necesario para el montaje de esta carpa. El Servicio Aragonés de Salud puso en marcha este nuevo dispositivo como una medida preventiva, dadas las limitaciones estructurales del centro y la necesidad de garantizar el doble circuito.

La carpa ocupaba cerca de 400 metros cuadrados, donde se desplegaron las tiendas (módulos). Había una zona de recepción y clasificación de pacientes y un área de trabajo. La carpa quedó lista el 17 de agosto pero, según anunciaron entonces responsables sanitarios, no se iba a utilizar a corto plazo. De hecho, durante semanas su destino quedó pendiente de la evolución de la crisis sanitaria. El primer uso que tuvo fue en octubre de 2020, en plena campaña de vacunación contra la gripe, el Departamento de Sanidad y la Universidad de Zaragoza colaboraron para que ese espacio sirviera para inocular a alrededor de 700 estudiantes de Medicina y de Ciencias de la Salud.

A finales de ese mismo mes, sin embargo, y con el número de pacientes covid aumentando, el Salud decidió que la carpa se abriera, pero no para facilitar el triaje, como se ideó inicialmente, sino para la atención médica de enfermos de baja complejidad. Es decir, patologías médico-quirúrgicas o con traumas leves que no presentaran sospechas de covid. Se habilitó con este objetivo el 16 de noviembre y funcionó así hasta el 4 de diciembre, cuando se cerró tras valorar la evolución positiva de la presión asistencial. Durante esas tres semanas pasaron por la carpa auxiliar del servicio de Urgencias 700 pacientes. Entonces ya se anunció que la infraestructura seguiría montada por si fuera preciso emplear de nuevo en los siguientes meses.

Este recurso se volvió a activar, de hecho, al inicio de la campaña de vacunación contra la covid-19, el 18 de enero de 2021, para inmunizar allí al personal sanitario del Hospital Clínico. Reunía las condiciones requeridas, puesto que disponía de entrada y salida independiente y una sala de espera lo suficientemente grande para garantizar la distancia social el tiempo que tuvieran que aguardar tras recibir la dosis. También se inoculó en este mismo espacio a pacientes oncológicos o enfermos con patologías de alto riesgo, así como a 260 personas con la primera remesa que se recibió en Aragón del fármaco de Janssen.

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