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La posible fuga del acusado por la explosión en Tenor Fleta amenaza el juicio por estragos

El investigado, que tiene prohibido acercarse a menos de 500 metros del edificio, se enfrenta a 4 años de prisión. Lo acusan de abrir la llave del gas y encenderse después un cigarro.

Fuerte explosión de gas en Tenor Fleta
Fuerte explosión de gas en Tenor Fleta
Javier Cebollada

El pasado 12 de noviembre se cumplieron cuatro años de la explosión que hizo temblar los cimientos del número 38 de la avenida del Tenor Fleta de Zaragoza, un suceso que  estuvo a punto de costar la vida a  Carlos Román Sancho –sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en el 40% del cuerpo– y por el que ahora podría acabar en prisión. Siempre que el juez consiga localizarlo  y sentarlo en el banquillo de los acusados por un delito de estragos, ya que hasta ahora ha resultado imposible. Todo apunta a que este hombre de 55 años se ha dado a la fuga y será necesario dictar un orden de busca y captura para poder juzgarlo.

Según la Fiscalía y la acusación particular, pese a ser consciente del enorme peligro que corrían tanto él como el resto de inquilinos del inmueble, Carlos Román manipuló la llave del gas y dejó que se esparciera durante hora y media por todo su domicilio: el 9º F. Y no solo eso, sino que después se encendió un cigarro con el mechero e hizo saltar el piso por los aires. La potente onda expansiva arrasó las tres viviendas adyacentes y causó cuantiosos daños en muchas otras: no solo del 38 de la avenida del Tenor Fleta, sino también de otros tres bloques contiguos. De ahí que ahora el Ministerio Público y el abogado Óscar Espinosa, que representa a una de las 3 víctimas, pidan 4 años de cárcel para el acusado.

La explosión derribó las paredes exteriores y dejó esta vivienda a la vista.
HA

El presunto responsable de la detonación –al que los forenses no han encontrado ningún problema que lo haga ininmputable– pasó tres meses hospitalizado, por lo que el titular del Juzgado de Instrucción número 5 no pudo tomarle declaración hasta que recibió el alta. Entonces, esta persona negó haber provocado de forma intencionada la explosión y habló de un desgraciado accidente. Sin embargo, la Policía había reunido ya pruebas suficientes para atribuirle la autoría del suceso. Es más, creen que pudo abrir la llave del gas con intención de quitarse la vida.

«La naturaleza del escape de gas fue claramente voluntaria e intencional, cualquier manipulación accidental se descarta», dijo la Policía

Los peritos descartan la hipótesis del accidente porque encontraron la rosca de la llave de paso limpia y brillante, lo que les hizo descartar que la explosión hiciera saltar el tapón. «La naturaleza del escape de gas fue claramente voluntaria e intencional, cualquier manipulación accidental se descarta», dijeron en su informe al juez.

Tras interrogar al investigado, el juez decidió dejarlo en libertad. La acusación particular le pidió que dictara al menos una orden de alejamiento para que no pudiera regresar al edificio siniestrado. Y aunque en un primer momento se negó, pasados unos meses acabó haciéndolo.Desde entonces, Carlos Ramón ha deambulado por residencias y viviendas sociales hasta que el juzgado le ha perdido la pista.

Denuncian al fiscal del caso por "dejadez"

La Fiscalía Superior de Aragón ha incoado un expediente gubernativo para aclarar por qué su representante en la causa por la explosión registrada en Tenor Fleta tardó nueve meses en calificar los hechos y presentar su escrito de acusación. Y lo ha hecho a raíz de la denuncia que presentó Óscar Espinosa, abogado de una de las víctimas, al comprobar que este «retraso injustificado» y «dejadez» estaban atascando el procedimiento judicial. «Un retraso –apunta en su escrito– susceptible de perjudicar gravemente a la causa o de ofrecer al acusado ventajas procesales absolutamente inmerecidas e injustificable». No en vano, llegado el caso, la defensa podría alegar en el juicio la atenuante de dilaciones indebidas y aspirar a una rebaja de la pena.

Recordaba también el letrado que esta demora podría hacer que su clienta, que ha cumplido los 83 años, fallezca antes de ser enjuiciados los hechos, lo que generaría, dice, «un perjuicio irreparable». Por todo ello, propone una sanción muy grave para el fiscal que lleva el asunto.

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