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La madre de la niña degollada por su padre escondió todos los cuchillos al ver que hablaba solo

El padre de la menor, que declara este jueves ante la juez instructora, no había dormido la noche del domingo en casa y llegó a la mañana siguiente enfadado e inquieto.

El suceso se produjo de madrugada en la calle de Domingo Ram de Las Delicias.
El suceso se produjo de madrugada en la calle de Domingo Ram de Las Delicias.
José Miguel Marco

La madre de la pequeña Iwinosa, la niña de 4 años asesinada el pasado lunes por su padre en el barrio de Las Delicias de Zaragoza, dormía tranquilamente en su cama junto a su hermano, de dos años, cuando Nossa Ch. O. irrumpió en la habitación. La madre de los niños había visto muy inquieto al hombre, con el que mantiene una relación desde hace cinco años, pero no están casados. Su compañero no había dormido el domingo en casa y desde su regreso a la mañana siguiente se mostraba enfadado y no le dirigía la palabra. De hecho, no dejaba de hablar solo. Consciente de los problemas psiquiátricos del padre de los niños y temiendo lo peor, la mujer recogió todos los cuchillos de la casa y los escondió en el balcón. Su instinto no le falló, pero fue incapaz de evitar la tragedia.

Según la declaración de la madre de la fallecida ante el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional, a la que ha podido acceder HERALDO, Nossa Ch. O. logró encontrar uno de los cuchillos envuelto entre la ropa. Empuñando el arma, el hombre se dirigió hacía la habitación donde descansaban sus hijos. Su mujer trató de darle alcance, pero una vez dentro del dormitorio, el infanticida cerró por dentro para evitar que la mujer pudiera acceder.

La madre de los pequeños temió por su vida y encontró el arrojó y las fuerzas suficientes para desatascar la puerta. Para entonces, su pareja ya había sacado a la niña de su cama para arrojarla sobre la del matrimonio, ya que los cuatro miembros de la familia dormían en la misma estancia. La mujer se quedó petrificada al ver como su compañero clavaba el cuchillo a la menor en el pecho para salir después huyendo. Lo que no sabía es que, segundos antes, le había cortado el cuello.

En otra reacción instintiva, la madre de la niña la cogió en brazos y se echó a la calle pidiendo ayuda. Cuando bajaba las escaleras gritando, pudo ver el cuchillo con el que Nossa Ch. O. había acuchillado a su propia hija. Pero ni rastro del hombre, al que pasada la media noche logró detener la Policía Nacional en la calle Infantes de España: “Soy Nossa, he matado a mi hija”, confesó a los agentes cuando le dieron el alto.

La familia, de origen nigeriano, compartía la vivienda con otro hombre, que tenía alquilada una de las habitaciones por 180 euros. Sin embargo, cuando se produjeron los hechos este descansaba en su cama. Al escuchar los gritos de la madre de la niña, este se levantó y comprobó que dentro del piso solo quedaba el hijo menor de la pareja, que dormía inocentemente en la misma habitación donde su padre acabó con la vida de su hermana.

La titular del Juzgado de Instrucción número 3, el que estaba de guardia cuando se produjo el crimen, tiene previsto tomar declaración al presunto asesino este jueves. Todo apunta a que Nossa Ch., al que asisten los letrados Carmen Sánchez y Luis Ángel Marcén, se negará a declarar, tal y como hizo ante el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional. No en vano, parece que todavía se encuentra afectado por un brote psicótico.

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