crimen de los tirantes

"El escenario de un crimen siempre se preserva y protege"

Los funcionarios de la Policía Científica explican al jurado cómo actuaron cuando fueron al bar donde fue agredido Víctor Lainez por Rodrigo Lanza.

VEREDICTO EN EL JUICIO DE LOS TIRANTES / RODRIGO LANZA / AUDIENCIA PROVINCIAL DE ZARAGOZA / 15/11/2019 / FOTO : OLIVER DUCH [[[FOTOGRAFOS]]] [[[HA ARCHIVO]]]
El acusado, Rodrigo Lanza, tendrá que volver a sentarse en el banquillo acusado de asesinato,
Oliver Duch

La quinta jornada del juicio contra Rodrigo Lanza por el conocido como crimen de los tirantes ha comenzado con el interogatorio de funcionarios de la Brigada de la Policía Científica que tuvieron distintas intervenciones en la investigación: tales como documentar gráficamente la escena del crimen y de la autopsia, y analizar muestras biológicas, prendas del acusado y una navaja que una persona encontró en tirada en el suelo el Coso Bajo zaragozano meses después de los hechos. Documentación que entregó al abogado del acusado, Endika Zulueta, por si tuviera relevancia para el caso. La Policía no encontró nada relacionado con el homicidio, salvo un perfil de ADN desconocido.

El inspector de la brigada de Policía Científica ha contando que esa noche del 8 de diciembre de 2017 fueron requeridos por la sala del 091. Les llamaron porque había habido una agresión en un bar y una persona, Víctor Láinez, había sido trasladada a urgencias. “El establecimiento había sido precintado. Había compañero en la puerta, los clientes se habían marchado tras haber sido identificados y filiados”, ha manifestado.

“La práctica habitual es acordonar, preservar escena, tanto para no contaminar y que se quede fijada tal y como estaba, hablar con testigos y filiarlos”, ha explicado. Esta cuestión, preguntada por el letrado de la acusación particular, José Luis Melguizo, tiene relevancia puesto que la defensa, en el juicio anterior, planteó dudas sobre si los agentes realmente habían actuado correctamente, como en otros escenarios de homicidios, insinuando que alguien podría haber hecho desaparecer objetos tales como la supuesta navaja que solo el acusado Rodrigo Lanza y su amigo Pablo. M. G. vio en manos de la víctima, frente a otras ocho personas presentes en el lugar -ajenas a ambos- que nunca vieron ese arma.

Tras él ha comparecido el policía de la brigada de Policía Científica, que hizo un vídeo del bar que ha sido expuesto a los jurados, que también han tenido en sus manos fotocopias del plano del establecimiento. De esta forma, han podido situar a los protagonistas de esta triste y dramática historia y saber dónde estaba cada uno y dónde quedó el cuerpo de la víctima. Ahora saben también la distancia que recorrió Víctor Laínez desde que entró por la puerta, caminando de espaldas a ella, hacia su banqueta.

El policía ha explicado que recorrió unos 14 metros desde la entrada hasta el depósito de sangre, aunque luego, a preguntas de la defensa, ha tenido que que rectificar y rebajar en tres metros esa distancia, puesto que, según dijo, en un plano se midió en yardas y en otro en metros.

La sesión continúa con las pruebas periciales psicológicas.

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