La Policía Local de Zaragoza ha impuesto desde el miércoles 237 multas por no llevar mascarilla o por hacer un uso incorrecto de ella. Durante los últimos días, los agentes han incrementado el control en la calle, con un trabajo de información primero y de sanción después.

Desde este martes, el uso de la mascarilla es obligatorio en todos los espacios públicos -tanto abiertos como cerrados- de Aragón, con independencia de que se pueda mantener la distancia social. Deben llevarla todas las personas mayores de 6 años salvo enfermedad o dificultad respiratoria y excepto cuando se practique algún deporte individual al aire libre. La mascarilla debe tapar la nariz y la boca, y las multas por no llevarlas o llevarlas mal ascienden a 100 euros.

Según los datos que ha facilitado el Ayuntamiento de Zaragoza, 20 de estas 237 sanciones se corresponden a personas que estaban sin mascarilla haciendo botellón. La Policía Local también ha incrementado en los últimos días la vigilancia de este fenómeno, debido al riesgo de contagio que suponen estas concentraciones de jóvenes. No obstante, fuentes municipales señalan que se ha detectado “una reducción sustancial de concentraciones en torno a ingesta de alcohol”.

No obstante, los vecinos de la capital aragonesa han señalado 30 puntos en los que son habituales los botellones, especialmente durante los fines de semana. La limitación del ocio nocturno en bares de copas y discotecas, unido al buen tiempo y a las vacaciones, ha despertado las alarmas sobre la posible proliferación de las concentraciones de jóvenes en la calle. Por eso, la Policía Local ha incrementado su presencia en las noches este fin de semana. 

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