zaragoza

Urbanismo anuncia un Plan Integral de Rehabilitación para rescatar Pignatelli

Tras cerrar con el Ministerio de Fomento y la DGA un convenio que permitirá invertir 3,2 millones en la zona, el Consistorio quiere habilitar partidas en 2020 para encargar el anteproyecto del nuevo PERI.

Los vecinos de la calle de Pignatelli podrán beneficiarse de las primeras subvenciones a comienzos del año que viene.
Los vecinos de la calle de Pignatelli podrán beneficiarse de las primeras subvenciones a comienzos del año que viene.
Francisco Jiménez

Nadie se atreve todavía a hablar de brotes verdes o de una luz al final del largo túnel, pero tras un convulso verano que culminó con una gran movilización vecinal en la plaza del Pilar, la calle de Ramón Pignatellli y su entorno comienzan a respirar cierto optimismo. Y lo hacen porque por fin empiezan a dejar de ser noticia por las reyertas, tiroteos y detenciones de madrugada para serlo por motivos más alentadores. Por ejemplo, el convenio que acaban de firmar Ministerio de Fomento, Gobierno de Aragón y Ayuntamiento de Zaragoza para invertir 3,2 millones en la rehabilitación de viviendas y locales comerciales de la zona. Pero el Consistorio confía en que estas ayudas sean solo las primeras, porque ha empezado a trabajar para desarrollar un Plan Especial de Rehabilitación Integral (PERI) que permita rescatar y devolver la vida a esta estratégica pero abandonada manzana de la ciudad.

El concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, adelantaba ayer sus intenciones a HERALDO anunciando su voluntad de introducir en los presupuestos de 2020 un partida que permita empezar a desarrollar el anteproyecto del PERI. «Sabemos que es una tarea complicada, porque planes así requieren de una tramitación compleja que puede alargarse durante años. Pero estoy convencido de que un proyecto de esta magnitud serviría para regenerar definitivamente el barrio, haciendo algo parecido a lo que se hizo en Las Armas», explicaba el edil.

Víctor Serrano: "Estoy convencido de que el proyecto serviría para regenerar definitivamente el barrio, haciendo algo parecido a lo que se hizo en Las Armas»

El Ayuntamiento recuerda que la pastilla urbana que incluye las calles de Pignatelli, Agustina de Aragón, José Zamoray o Cerezo es alargada, algo que según los técnicos dificulta este tipo de planes. «Pero habrá que superar los inconvenientes.Además, todavía es pronto para delimitar la zona de actuación, ya que será el anteproyecto el que marque las líneas maestras», indicaba Serrano.

Un éxito de los vecinos

Como ocurrió durante décadas con el Ebro y sus riberas, hace tiempo que Zaragoza dejó de mirar hacia Pignatelli. Pero han sido un puñado de personas anónimas y enamoradas de su barrio las que, llamando a la puerta de muchos despachos y movilizando a sus vecinos, han conseguido poner el foco mediático sobre la zona. «La dejadez ha sido absoluta en todos los ámbitos: urbanístico, policial, social, asistencial... Por algún lado tenía que estallar», reconoce uno de los convocantes de la concentración que se celebró el 6 de septiembre en la plaza del Pilar.

El entorno de Pignatelli cuenta con más de 75 edificios protegidos, pero la llegada de la droga y la delincuencia a finales de los años 80 provocó un éxodo que ha hecho que la mayoría sean hoy inmuebles okupados. «Queremos implicar a las administraciones y a la Fiscalía para tratar de identificar a los propietarios de todas estas casas en ruina y obligarles a rehabilitarlas», explicaba esta semana el presidente de Calles Dignas, Carlos Blanco, durante la presentación del colectivo tras su legalización como asociación vecinal.

A este respecto, el concejal de Urbanismo recordaba que este verano se enviaron cartas a los dueños de todos los edificios en ruina para informarles de que, en caso de no intervenir en ellos, el Ayuntamiento lo hará de forma subsidaria para repercutirles luego la factura. «Como se ha hecho con el andamio y la fachada de Pignatelli 78», precisaba. La actuación no estuvo exenta de polémica, ya que se reprochó el derribo de una fachada catalogada. «Lo hicimos con auto judicial –añadía–, después de que se desprendieran cascotes poniendo en peligro a varios niños que pasaban por allí. Si hubiera estado protegida, ningún juez nos hubiera autorizado».

"La zona está más tranquila"

Calles Dignas cree que «queda mucho trabajo por hacer», pero reconoce que el refuerzo de la vigilancia, tanto por parte de la Policía Local como la Nacional, ha hecho que la zona esté ahora «más tranquila». «No ves tanto trapicheo en la calle, pero los que no han desaparecido son los narcopisos.Nos cansamos de ver cómo desde algunos balcones se siguen pasando papelinas. Y con eso también hay que acabar», decía este martes Carlos Blanco.

El Consistorio todavía no ha decidido donde instalará la nueva oficina de información.
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El Ayuntamiento abrirá una oficina en la zona para informar
y tramitar las ayudas del convenio con Fomento y DGA

El convenio firmado hace dos semanas por el Ayuntamiento de Zaragoza, la Diputación General de Aragón y el Ministerio de Fomento permitirá invertir 3,2 millones en regenerar y renovar el entorno de calle de Ramón Pignatelli, Agustina de Aragón, Mariano Cerezo y José Zamoray. El acuerdo servirá para ayudar a financiar obras de rehabilitación en inmuebles y en viviendas individuales, urbanización de espacios públicos y construcción de edificios y pisos en sustitución de los demolidos. Está previsto que el periodo de ejecución de las obras dure cinco años, se rehabiliten 200 viviendas, 500 metros cuadrados de locales comerciales y se reurbanice la zona.
Para gestionar las solicitudes, el Consistorio abrirá una oficina en un lugar por concretar pero que será en el propio distrito. En ella no solo se ofrecerá información sobre el plan, sino que se ayudará a los interesados a tramitar las subvenciones.
El Ayuntamiento asume el 11% del coste, la misma cantidad que la DGA, mientras que Fomento invertirá 1,4 millones de euros y 1,13 serán de la participación privada. El convenio está auspiciado por el Ministerio y forma parte del Plan Estatal de Vivienda 2018-2021 y del programa autonómico sobre la materia.

El edificio en el que se refugiaban jóvenes para trapichear con drogas y objetos robados fue tapiado en septiembre.
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Clausurada la casa okupa de la calle Agustina de Aragón, 
el problema se mantiene en los narcopisos

El desalojo y posterior clausura de la casa situada en el número 26 de la calle de Agustina de Aragón supuso un descenso radical de los conflictos generados por los jóvenes okupas que la utilizaban para consumir drogas y trapichear con ellas y con objetos robados.
Ante la pasividad de los propietarios, a finales de septiembre el Ayuntamiento de Zaragoza llevó a cabo la limpieza y tapiado de las ventanas y puertas de manera subsidiaria para cobrársela posteriormente a los dueños. Paralelamente, la propiedad de un solar contiguo decidió adecentarlo y sustituir el muro de chapa por otro de obra, pintarlo y colocar una puerta para evitar que se utilice a modo de vertedero y acumule basuras. 

Aspecto que ofrece el número 78 de Pignatelli tras la retirada del andamio y la fachada.
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La retirada del andamio que ocupó 15 años la calle deja un amplio solar para el que ahora se busca uso

Tras quince años sujetando una fachada catalogada, el deterioro de la estructura –por dejadez de sus dueños– era tal que a mediados de septiembre ambos elementos fueron declarados en estado de ruina. Un juez obligó a la propiedad del número 78 de la calle de Ramón Pignatelli a derribarlos, lo que hizo el Ayuntamiento de forma subsidiaria y con la intención de repercutir los costes a los propietarios.
La actuación dividió a los vecinos entre quienes estaban de acuerdo en que quitaran un foco de suciedad y quienes piensan que era un patrimonio a proteger y debería haberse actuado antes contra sus dueños. La fachada y la estructura han dado paso a un amplio solar, vallado con una malla, que ahora espera un uso.

Un coche patrulla de la Policía Local, en la zona de Pignatelli.
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Los vecinos piden policía de barrio que haga patrullas a pie
y también labor pedagógica

Los vecinos de la zona de Pignatelli admiten que la presencia la Policía Nacional y Local es más constante en el barrio y los problemas de orden público han disminuido, en comparación con los conflictos vividos en julio y agosto.
«Era imposible que lo de este verano fuera a peor», afirmaba esta semana Jesús Molinero, vocal de seguridad de la recién creada asociación Calles Dignas. Sus integrantes se reunieron con la concejal de Policía Local, Patricia Cavero, quien les reconoció que la «visibilidad» de patrullas en el sector todavía era «poca», hecho que atribuyó a la escasez de plantilla. No obstante, ahora entrarán al cuerpo 44 nuevos agentes, que saldrán de la oposición que se celebrará el 9 de noviembre.
Los vecinos plantearon a la concejal que sería bueno contar con una «policía de barrio» que no solo actuase de manera preventiva y punitiva, sino que desarrollase también una labor «pedagógica».
Otros residentes ajenos a la asociación recordaron que los edificios que «se caen» siguen estando «y la gente que los ocupa y causa problemas, también». Esperan que el plan anunciado sea real y que las ayudas de rehabilitación no vayan dirigidas a bancos propietarios de viviendas que se han desentendido de ellas.

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