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Las brujas con su magia y los oficios perdidos regresan a la tierra del Moncayo

Trasmoz y Lituénigo esperan volver a recibir hoy en sus ferias a miles de visitantes

Imagen de una anterior edición de la Feria de la Brujería.
Ayuntamiento de Trasmoz

Las brujas y los trabajos de nuestros antepasados vuelven a ser los protagonistas este sábado en el Moncayo. Como cada primer sábado de julio desde hace casi ya dos décadas, las localidades de Trasmoz y de Lituénigo celebran sus ferias, ambas declaradas de Interés Turístico en Aragón, y unas citas que cada año atraen a miles de visitantes.

El pequeño pueblo de Trasmoz se llenará de ambiente gracias a la XIX Feria de Brujería, Magia y Plantas Medicinales. El mercado esotérico y el campamento medieval vertebran esta cita que incluye numerosas actividades en su programación, como la lectura del pregón con la Bruja del Año y el nombramiento de la Bruja de Honor, que este año recae en Elena Cid, directora de cine y guionista.

La asociación cultural El Embrujo de Trasmoz ha preparado también paseos en pony y caballo, exhibición de cetrería, cuentacuentos, pasacalles musicales, una charla sobre la brujería y la Inquisición, un espectáculo de magia o el concierto de Pepín Banzo.

Pero sin duda, los momentos más destacados serán la captura de brujas y herejes con juicio y tortura incluidos, los combates medievales, el aquelarre y la recreación histórica de la maldición de Trasmoz. A medianoche la feria echará el cierre con el espectáculo de luz y fuego de Os Diaples d’Uerba.

Homenaje a los mayores

Por su parte, Lituénigo celebra la XVIII Feria de Oficios Perdidos, una jornada en la que todo el pueblo regresa a otra época para mostrar los trabajos que se realizaban a principios del siglo pasado o incluso antes. La implicación de los vecinos con la cita es total, ya que son ellos los encargados de representar la mayoría de los diferentes oficios, como los segadores, el bodeguero, las hilanderas, los leñadores… y así una larga lista hasta superar los cuarenta trabajos artesanos.

La feria la organiza la Asociación Cultural Los Ancebillos de Lituénigo, cuyos integrantes viven este día como "un homenaje y recuerdo a nuestros mayores, a nuestros padres, nuestras abuelas o nuestras bisabuelas; a los que están y a los que, por desgracia, ya nos han dejado. Un homenaje a todas esas personas que nacieron, crecieron, trabajaron y vivieron (y se desvivieron) para hacer de Lituénigo un pueblo".