El tramo final de Manifestación se eleva en mayo a cota cero para conectar con el Mercado Central

Tras la pausa de la Semana Santa, cuando las procesiones se despliegan por las calles más céntricas de la ciudad, el Ayuntamiento de Zaragoza va a retomar su política de calzadas a cota cero. En este caso, las máquinas volverán al entorno de la plaza del Justicia –precisamente, uno de los epicentros cofrades– para culminar la intervención en el tramo de la calle de Santa Isabel pendiente de elevar, donde se ubica el Hotel Catalonia. Pero sobre todo, se extenderá la plataforma semipeatonal a través de Manifestación con la intención de conectar con el Mercado Central.

Los trabajos comenzarán a mediados del mes de mayo y está previsto que se prolonguen durante 16 días. La idea del Consistorio es conectar la cota cero recientemente estrenada en la calle de Santa Isabel con la histórica lonja, que afronta la recta final de su reforma integral, con vistas a reabrir en otoño. Para ello se pacificará para los peatones toda la manzana hasta la altura de César Augusto.

Esta intervención fue una de las que se vio afectada por las procesiones de la Semana Santa, por lo que se retrasó su inicio. El objetivo es el mismo que en actuaciones recientes: elevar la calzada a la altura de la acera para eliminar las barreras arquitectónicas que dificultan el tránsito a las personas con movilidad reducida, pero sin llegar a una peatonalización pura, ya que se mantiene el paso de vehículos.

Así ha ocurrido en otros puntos del Casco Histórico, en los que el gobierno de ZEC ha ejecutado su política de cota cero, como las calles de Don Jaime I, Espoz y Mina, Santo Dominguito de Val o San Braulio. La previsión del Ayuntamiento era destinar cerca de dos millones de euros este año para acometer la primera fase de su plan, que incluye 16 céntricas vías, aunque algunas quedarán para la próxima corporación que salga de las elecciones de mayo.

Intervención en Universidad

Por otro lado, el Consistorio ha apostado por una peatonalización clásica en la calle de Bruno Solano donde, gracias a los presupuestos participativos de este año, el Ayuntamiento reformará la calzada a lo largo de 45 metros. En la actualidad, esta vía del distrito de Universidad cuenta con unas aceras de entre 60 y 80 centímetros, por lo que son «claramente insuficientes para garantizar el tránsito peatonal accesible», reconocen desde Urbanismo.

Los técnicos han optado en este caso por prohibir la circulación de vehículos. En concreto, se reurbanizará con un nuevo pavimento de acera en toda la superficie. «Con esta actuación se da continuidad al tramo ya peatonalizado entre la calle de Mariano Supervía y la de Catania, itinerario usado como acceso al colegio público Basilio Paraíso», detallan.

Además, se renovarán las infraestructuras de abastecimiento y alcantarillado, se colocarán nuevas tuberías, tomas y acometidas domiciliarias. Finalmente, se cambiará la iluminación para instalar bombillas led, de mayor eficiencia energética que las actuales. Para todo ello se contará con un presupuesto de 108.000 euros.