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Los bomberos de Teruel descartaron apuntalar el edificio de la calle San Francisco y activaron su desalojo
Instaron al vecino que alertó de ruidos a iniciar la evacuación y velaron por que nadie entrara en las casas ya desalojadas.
Los bomberos de la Diputación Provincial de Teruel (DPT) desecharon el pasado 13 de junio la posibilidad de apuntalar el edificio que ocupaba el número 21 de la calle de San Francisco de Teruel, una alternativa apuntada por los técnicos de Infraestructuras del Ayuntamiento, y promovieron, ante el carácter irreversible de los daños, el desalojo de la finca al igual que el de los inmuebles colindantes, amenazados también por el colapso. La rápida evacuación del inmueble fue, a la postre, clave para que el hundimiento del bloque de cinco pisos no causara daños personales.
Los pormenores de la intervención de los bomberos en la dramática jornada del 13 de junio de 2023 se reflejan en el informe del Servicio de Extinción de Incendios de la Diputación Provincial de Teruel, que recibió la primera llamada que alertaba del inminente derrumbamiento a las 10.30. Un vecino comunicó al 112 y este a su vez a los bomberos que estaba "escuchando ruidos muy fuertes y extraños" en las entrañas de la finca "apreciando una gran deformidad en la sección de los pilares del garaje", relata el documento.
![Concentración en la dga de los afectados por el derrumbe del edificio 13 03 2024 Foto Javier Escriche_2 [[[FOTOGRAFOS]]]](https://imagenes.heraldo.es/files/image_320_180/uploads/imagenes/2024/03/13/concentracion-en-la-d-49160731.jpeg)
Los bomberos respondieron de inmediato poniéndose en contacto con el vecino que había dado la voz de alarma para instarle a que, sin esperar más, todos los residentes fueran "abandonando el edificio". Paralelamente, contactaron con la Policía Local para que desplazara al lugar "con carácter de urgencia" a técnicos del servicio de Infraestructuras del Ayuntamiento para evaluar la situación del inmueble.
Según relata el informe, los técnicos municipales plantearon la posibilidad de apuntalar los pilares deformados del primer y segundo sótanos del bloque. "Visto su estado –continúa el relato de los bomberos– y el peligro de colapso inminente, sugerimos a los técnicos que, además de desechar el apuntalamiento, desalojen urgentemente el edificio dañado y los colindantes".
Fincas aledañas
Las policías local y nacional, así como los bomberos, ordenaron la salida de todos los vecinos de los números 17, 19, 23 y 25 de la calle de San Francisco, además de dos finca colindantes del Camino de la Estación, los números 3C y 3D, ante la certeza del derrumbe inmediato del número 21.
Los bomberos ordenaron el cierre al tráfico de la calle de San Francisco y que se procediera a acordonar "una distancia de seguridad" en torno al tramo de calle en peligro. También instaron a la Policía Local a desalojar a personas que estaban en la acera de enfrente de la finca ruinosa.
Una de las principales preocupaciones de los bomberos en aquellos tensos momentos, según relata su informe, fue la posible reentrada de algún vecino a las fincas amenazadas. Tras asegurarse de que el desalojo se realizaba de forma correcta, recalcaron la prohibición de que "nadie, bajo ningún concepto, vuelva a entrar al edificio".
A las 11.24, tras "haber confirmado que se ha procedido en su totalidad a la evacuación" del tramo de calle amenazado, "se produce el colapso", recuerda el balance de los bomberos. Previamente, habían instado a cortar el suministro eléctrico a la zona para evitar riesgos.
La labor de los bomberos se completó con la retirada de materiales inestables que "pudieran causar peligro a los operarios que están en la zona". Se encargaron de eliminar materiales que podían desprenderse de la finca del número 19, que quedó muy dañada.
Doce bomberos de la DPT y una unidad canina de Zaragoza
El operativo desplegado por los bomberos el 13 de junio de 2023 con motivo del derrumbamiento del edificio del número 21 de la calle de San Francisco incluyó a ocho bomberos, un oficial, un subjefe de intervención, un jefe de intervención y el inspector jefe del servicio. La operación, iniciada a raíz de un aviso del servicio de emergencias 112, arrancó a las 10.30 y terminó a las 22.15. Los 12 efectivos que actuaron utilizaron tres vehículos.
El despliegue de los bomberos de la DPT se complementó con la llegada de la Unidad Canina de Rescate del Servicio de Bomberos de la Diputación Provincial de Zaragoza. También participaron efectivos de las policías Local y Nacional, de Protección Civil, técnicos y operarios del Ayuntamiento y personal sanitario.
Una vez consumado el derrumbamiento del edificio, la Unidad Canina de Rescate de la DPZ confirmó, tras rastrear el montón de escombros al que había quedado reducido el inmueble, que, afortunadamente, no había daños personales.
Los bomberos comprobaron momentos antes del colapso al inspeccionar los pilares de los dos sótanos del edificio que presentaban un deterioro tan acusado que el daño estructural del inmueble era irreversible. La investigación que se llevó a cabo en paralelo al desescombro concretará las causas del derrumbe, previsiblemente relacionado con las copiosas fugas de aguas fecales que registraron las platas bajo tierra durante varios días.
