"No tengo ninguna esperanza de recuperar objetos personales. Si acaso, espero encontrar algunos documentos". Uno de los vecinos que vivían en el edificio de cinco plantas que se derrumbó el pasado 13 de junio en la calle de San Francisco número 21 de Teruel, mostraba así su decepción ante el montón de restos procedentes del desescombro depositados en una nave municipal del polígono industrial La Paz para que los damnificados puedan recuperar alguna de sus pertenencias.

Durante la mañana de este jueves, los residentes en el inmueble que se derrumbó repentinamente sin darles tiempo a sacar nada de sus hogares han podido inspeccionar los materiales extraídos del solar seleccionados por si pueden contener algún objeto personal recuperable. Aunque molestos por las condiciones en las que han tenido que escudriñar los restos por falta de espacio y por la mezcla de restos sin ninguna utilidad con objetos de valor sentimental, los vecinos, tras acreditarse con el personal de seguridad, han revisado el acopio. Algunos han podido rescatar ropa, fotografías y documentos, principalmente. Otros se han ido de vacío porque los materiales no correspondían con sus casas o porque no había nada recuperable.

Una vecina, Teresa Pellón, admitía que es "difícil encontrar nada porque está todo mezclado". A pesar de sus dudas, decidió intentarlo "por si sale un mantón de manila que tenía en casa". Uno de los participantes en la búsqueda ha explicado que ha podido recuperar "una bolsa con ropa de bebé plegada" que guardaba en la vivienda de su suegra, una de las 21 que desaparecieron con el hundimiento.

En la nave municipal se podían ver varios acopios con restos entre los que destacaban grandes bolsas negras con ropa rescatada del desescombro. Los vecinos se movían entre los montones en busca de algún elemento que les llamara la atención procedente de sus desaparecidas viviendas. Algunos no podían contener las lágrimas al tropezarse con alguna foto familiar. 

"Un día muy duro"

Previamente al inicio de la operación de búsqueda, que se repetirá semanalmente, la plataforma de afectados por el derrumbamiento ha leído un manifiesto en el que advertía de que la jornada iba a ser "muy dura" para las 21 familias que perdieron sus casas el pasado junio. "Hoy las esperanzas de cada uno de nosotros de recuperar algo de nuestra vida terminarán", afirma el comunicado.

Fotos: Así ha sido la búsqueda de objetos personales entre los escombros del edificio derrumbado de Teruel

El texto reclama "lealtad" del Ayuntamiento hacia los vecinos. Pide que  los técnicos designados por los afectados puedan "trabajar en igualdad de condiciones para averiguar las verdaderas causas por las que se hundió el edificio". 

Los afectados señalan que, tras la fecha del hundimiento de la finca, este jueves es "uno de los días más difíciles" de sus vidas ante las escasas expectativas de rescatar pertenencias. Agregan, no obstante, que el "foco" de la atención debe centrarse ahora en la investigación de las causas que provocaron el colapso del inmueble tras una serie de quejas por filtraciones en los sótanos. 

La jefa del gabinete de alcaldía, Rocío Féliz de Vargas, que ha acompañado a los damnificados durante la inspección de los restos, ha explicado que el objetivo de esta iniciativa es que los vecinos puedan recuperar objetos de "valor sentimental" porque ha admitido que es complicado que puedan aparecer materiales en buen estado. La búsqueda se ha realizado con la colaboración de una trabajadora social, de la directora del centro municipal de servicios sociales y de una psicóloga.

Paralelamente al traslado de restos a la nave municipal los pequeños objetos de valor, como joyas, carteras, documentos o dinero en efectivo han sido trasladados a la Policía Local, que tras su documentación, los pondrá a disposición de los vecinos para que tras la identificación los puedan retirar. Esta labor se lleva a cabo bajo supervisión judicial, según indicó Féliz de Vargas.