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El público de Teruel conoce los toros ensogados mientras se disfraza y merienda regañaos en la plaza

Las peñas exhiben su imaginación con disfraces variopintos en el desfile desde el centro urbano hasta el coso taurino.

Dos «pescados» gigantes sobre la ardiente arena de la plaza de toros de Teruel durante la merienda.
Dos «pescados» gigantes sobre la ardiente arena de la plaza de toros de Teruel durante la merienda.
Javier Escriche

Los turolenses han conocido este domingo de primera mano los cuatro astados que el lunes recorrerán las calles del Centro Histórico dentro del acto más genuino de la Vaquilla, los toros ensogados. Las reses de Teodoro Adell han salido a la arena de la plaza de toros de Teruel como primer acto de la tarde y, tras recibir algunos pases en el ruedo, han regresado a los corrales ante la mirada de un público divertido que llenaba el graderío bajo un sol implacable.

La tarde festiva ha empezado con el desfile de todas las peñas desde el centro urbano a la plaza de toros, donde solo han podido entrar parte de ellas porque el aforo máximo es de 6.500 personas y el número de peñistas asciende a 11.000. Han accedido a las gradas El Ajo, El Disloque, El Trago, Los que Faltaban, El Despadre y El Agüelo. Durante el recorrido, se han mostrado los disfraces más variopintos: romanos, juegos de ordenador, macetas –con planta incluida–, presidiarios y la selección argentina de fútbol, entre otros. Ha cerrado la comitiva la corporación municipal surgida del 28-M con la alcaldesa, Emma Buj, al frente. Todos con sus bandas de concejal sobre las típicas blusas negras de vaquillero.

La merienda en la plaza de toros, una escusa para disfrazarse.
La merienda en la plaza de toros, una escusa para disfrazarse.
Javier Escriche

Leticia Sabater, la estrella alternativa

Las peñas que no han podido quedarse en la plaza por falta de espacio han desfilado, pero no han entrado en el coso y se han tenido que conformar con participar en actos alternativos. Los Bohemios organizaron las Primeras Olimpiadas Bohemias con juegos de habilidad aptos para toda la familia, El Campanico programó una merienda con charanga y el Chasco, un karaoke cargado de nostalgia. Pero la palma se la llevó La Botera, con un concierto de la incombustible Leticia Sabater. Llenazo para ver a la cantante y presentadora.

Tras la exhibición de los toros de Adell en la plaza, el festejo taurino se ha detenido para que los peñistas pudieran merendar sobre la arena o en las gradas. Regañaos, bocadillos, neveras portátiles y garrafas de bebida han aparecido como por arte de magia. Una vez terminada la comida, ha llegado la suelta de vaquillas, aunque con algunos claros ya en las gradas más expuestas al sol. Ha habido algunas cogidas y revolcones sin mayores consecuencias.

En el palco más caro de la plaza, adjudicado en la subasta del sábado por 53.000 pesetas –equivalentes a 319 euros, porque las pujas se hicieron, por tradición, en pesetas–, la familia Lario Pomar ha pasado una tarde de fiesta. Merche Lario ha explicado que son un grupo "muy numeroso" y desde hace 15 años alquilan un palco para la merienda de la Vaquilla. Adultos y niños pasan la tarde juntos. Uno de los familiares ha reconocido, no obstante, que este año han pagado el precio «más alto por un palco, porque salieron todos carísimos».

Entre los invitados a los palcos por el Ayuntamiento, ha figurado la Asociación Turolense de Atención a Personas con Discapacidad Intelectual (Atadi), pregonera de la Vaquilla de 2023. Una de las asistentes, Ruth Guillén, ha reconocido que ni ella ni sus compañeros habían estado nunca antes en la plaza de toros. "Es muy bonito estar aquí con todos los compañeros y con los turolenses", ha indicado.

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