TEruel

Teruel rinde homenaje a Joaquín Carbonell por "pregonar" su nombre

El Ayuntamiento celebra un acto institucional tras otorgar al cantautor la distinción de Hijo Adoptivo a título póstumo

El Ayuntamiento de Teruel ha homenajeado este viernes al cantautor aragonés Joaquín Carbonell, fallecido el pasado mes de septiembre a causa de la covid y nombrado Hijo Adoptivo de la ciudad a título póstumo al haber ejercido de embajador de la capital turolense a través de sus canciones.

El acto, coincidiendo con la festividad de San Jorge, ha tenido lugar en la iglesia de San Pedro, a la que han acudido la Corporación Municipal al completo así como familiares y amigos del artista y representantes de todas las instituciones turolenses.

Su música ha estado presente a lo largo de la ceremonia con la actuación de Sweet Home Trio, uno de cuyos integrantes, el contrabajista Coco Balasch, es el músico que más tocó con Carbonell a lo largo de su trayectoria. El grupo interpretó temas tan conocidos como ‘Mientes’, ‘Me gustaría darte el mar’ y ‘De Teruel no es cualquiera’, que se ha convertido en un himno para la población turolense.

"Carbonell es un símbolo para Teruel, pues ha pregonado siempre su nombre allí donde ha ido", manifestó la alcaldesa de Teruel, Emma Buj, quien lamentó que no pudiera llegar a celebrarse en la ciudad una actuación del cantautor que se estaba preparando para el otoño de 2020. “Su figura, su obra y su calidad humana nos acompañarán siempre”, ha afirmado Buj.

Su hijo, Alejandro, recordó la estrecha vinculación que su padre guardó siempre con Teruel. Nacido en Alloza en 1947, Joaquín Carbonell formó parte de la llamada ‘Generación Paulina’, al participar de la intensa actividad cultural e intelectual que se produjo en los años 60 en la residencia San Pablo de Teruel, donde él vivía mientras cursaba el Bachillerato en el Instituto Ibáñez Martín, coincidiendo, entre otros, con Federico Jiménez Losantos y Manuel Pizarro, así como con José Antonio Labordeta, este último como profesor.

“Mi padre me enseñó el valor de la cultura y cómo este está muy por encima de los bienes materiales; me aconsejó trabajar en lo que me guste y no perder el tiempo, porque, a veces, en la vida, no llega el mañana que esperábamos dedicar a quien queremos”, explicó Alejandro Carbonell.

La presidenta de la Fundación Seminario de Investigación para la Paz –una entidad vinculada al Centro Pignatelli de Zaragoza–, Carmen Magallón, ha sido la encargada de glosar la vida del cantautor. Amiga y pareja escénica en las representaciones teatrales en las que ambos participaron durante su juventud, Magallón ha recordado el “orgullo” que sentía Carbonell por ser de Teruel y cómo la música “fue siempre su proyecto vital”, pese a tener otras pasiones, como la poesía o el periodismo. “Fue una figura clave de la cultura aragonesa y la gente lo quería”, ha subrayado.

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