san jorge 2021

Lambán exige una financiación más justa y planes concretos para el "Aragón abandonado"

El presidente reivindica el autogobierno el 23 de abril y rinde homenaje a Bolea Foradada.

Premio Aragón 2021.
Javier Lambán entrega el Premio Aragón 2021 a Irene Vallejo en presencia de Emilia Nájera, Medalla de Oro de las Cortes.
Oliver Duch

En el "palacio de nuestras convicciones democráticas", hechizados aún por el delicioso paseo cultural que nos regaló Irene Vallejo, Premio Aragón 2021, regresamos de forma abrupta a la realidad para celebrar el 23 de abril, el día de la Comunidad, con el carácter reivindicativo que se le presupone. Y fue una financiación autonómica justa la principal reivindicación del presidente Javier Lambán, que reclama más dinero y "soluciones concretas" para el "Aragón abandonado".

Inició su discurso el barón socialista transmitiendo sus condolencias a las familiares de los 3.400 aragoneses que han fallecido por la covid, "3.400 heridas que sangran", por culpa de una pandemia que, cuando pase el tiempo, se verá que "lo ocurrido es más trágico de lo que pensamos". Felicitó a los mayores, merecedores de la Medalla de las Cortes por la resiliencia que han demostrado, y agradeció a los servicios esenciales y a la sociedad aragonesa su colaboración por aceptar la restricción de sus derechos fundamentales porque gracias a ello y a la vacuna "en los próximos meses nos veremos libres de esta pesadilla".

Se deshizo en elogios Lambán al recordar al recientemente fallecido Juan Antonio Bolea Foradada, uno de los padres de la autonomía, un aragonés "cabal" que, como primer presidente de la Diputación General de Aragón, fue capaz de trazar una hoja de ruta en la que ya se incluía el Canfranc, los regadíos, los problemas de partición de las diócesis y hasta "supo adivinar lo que iba a suponer la automoción". En su honor izaron dos de sus nietos, Juan y Paola, la bandera cuatribarrada en el patio de los Naranjos, mientras sonaba el himno de Aragón del también fallecido Antón García Abril, al que se recordó con cariño.

Orgulloso de lo bien que el autogobierno le ha sentado a Aragón, el presidente reconoció que sigue habiendo cuestiones, como el desarrollo de las carreteras, el ferrocarril y las obras hidráulicas, que continúan estando en manos del Estado. De entre todas se quiso detener un problema que hace años que "nos viene atormentando", poder disponer de una financiación "suficiente" de los servicios públicos y la preservación del territorio, "al cuidado de un mundo rural que desde hace décadas está abandonado".

Lambán pidió que se empiece a llamar a las cosas por su nombre. Y en su opinión, "no sirve" referirse a la España vacía o vaciada, e invita a hablar de España abandonada y Aragón abandonado. "Líbrennos de aquellos que piensan que se puede acaba con el problema con grandes planes específicos", reprochó. Porque la solución está, en su opinión, en "soluciones concretas, en mejorar la financiación, en que las comunidades estén financiadas por lo que cuesta prestar servicios por cada habitante". Una Política Agraria Común sin derechos históricos, políticas concretas frente a planes difusos, y adaptar las soluciones al territorio donde se van a aplicar figuran, también figurarían entre sus propuestas.

Recordó el presidente que la  Comunidad lleva años luchando contra la despoblación. "No ha empezado ahora", advirtió, e hizo hincapié en que "el territorio ha sido abandonado" y ahora se trata de que cada metro de Aragón "esté cuidado y sirva para generar riqueza y que vivan gentes con buenos servicios públicos".

Al rescate de España

Por segundo año consecutivo, la pandemia condicionó el acto institucional del Día de Aragón. Aunque con menos sobriedad que en 2020, se limitó el aforo a un centenar de participantes. Durante los últimos meses ha sido la Comunidad la encargada de gestionar la pandemia. Y "no ha rehuido su responsabilidad". Lambán reiteró que es la única autonomía que dispone de un ley para hacer frente a la covid que permitirá controlar la evolución de la pandemia cuando decaiga el estado de alarma, aunque espera que "sean pocos" los problemas que puedan surgir.

El barón socialista se refirió, también, a la situación nacional, y lo hizo para recordar que la Comunidad no puede renunciar a participar en la cogobernanza de España. En desarrollo del título VIII de la Constitución española apuntó hacia un federalismo que se debe ejercer de forma horizontal entre las autonomías y de manera vertical desde el Gobierno central como "la mejor forma de afrontar el futuro". "Las comunidades autónomas donde las políticas transcurren en términos de serenidad y prudencia tenemos que acudir al rescate del marasmo político en el que está sumida España por el desastre de Cataluña y el ruido ensordecedor de la política madrileña, provocadora de divisiones insoportables".

El jefe del Ejecutivo autonómico se mostró convencido de que "a Aragón le irá bien" gracias al valor inmaterial de la gobernanza transversal y el diálogo. Esa cultura de pactos que viene de tan lejos y que derivo en la firma de la estrategia para la recuperación económica y social de Aragón.

La concesión del Premio Aragón a Irene Vallejo, a la que Lambán definió como "una escritora deliciosa que utiliza la cultura clásica para arrojar luz sobre el presente", le sirvió al presidente para recordar que "un proceso de país solo puede serlo de éxito si hay un modelo educativo pactado y acordado". Se mostró partidario de que las humanidades "recuperen un espacio que nunca debieron perder".

La tradición del consenso

El presidente de las Cortes, Javier Sada, reivindicó la tradición aragonesa del consenso, que ha permitido que en las Cortes se pueda trabajar "ajenos al clima de excesiva polarización" del resto del país. "No hemos sido un oasis en mitad del ruido, pero hemos hecho poco ruido porque estamos trabajando", destacó, al tiempo que agradeció a todos los diputados aragoneses su tono. Porque en la Cámara se debate y discrepa con convicción, pero sin recurrir a otros métodos que "solo sirven para despistar a una sociedad que espera y necesita soluciones".

También se dejó imbuir el presidente del Cortes por el espíritu reivindicativo que acompaña a cada 23 de abril. Lo hizo, en su caso, para seguir reafirmando "el acierto de profundizar en el autogobierno de Aragón, dentro del proyecto compartido que es España para afrontar los importantes retos que estamos teniendo".

Pero no se quedó ahí. Asimismo, manifestó que "no es lógico que haya leyes sobre temas fundamentarles que son anteriores al gran proceso de descentralización del país" y urgió su "revisión y adaptación". Figurarían, entre ellas, las normas para afrontar pandemias sin tener que recurrir al estado de alarma.

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