Un nuevo accidente mortal eleva a ocho los motoristas muertos este año en Huesca

La última víctima es un francés de 60 años que chocó ayer en uno de los túneles del congosto de Obarra.

El accidentado en la N-330 ha sido atendido por numerosos servicios de emergencias.
El accidentado en la N-330 ha sido atendido por numerosos servicios de emergencias.
Guardia Civil

Sigue la sangría de víctimas en las carreteras de la provincia de Huesca, que se está cebando sobre todo con los usuarios de motocicletas. Este jueves, un francés de 60 años perdió la vida al salirse de la vía en la A-1605 y chocar con la pared de uno de los túneles del congosto de Obarra, en el término de Beranuy.

Con este ya son ocho los motoristas que han fallecido en el Alto Aragón en lo que va de año, cinco de ellos este verano. Las dos últimas víctimas se registraron el 17 de agosto ya que en un intervalo de ocho horas murieron una mujer de 39 años y vecina de Ribagorza tras chocar con un tractor en la N-123, en Barbastro, y un guipuzcoano de 50 años que se despeñó en el puerto de Cotefablo, en la N-260a, en Yésero.

Según informaron fuentes de la Guardia Civil, el siniestro se produjo a las 10.20 a la altura del kilómetro 41,100 de la carretera del Eje del Isábena. El conductor y único ocupante sufrió heridas muy graves. En un primer momento fue atendido por una enfermera que transitaba por la carretera mientras la pareja del puesto de la Guardia Civil de Seira regulaba el tráfico. La carretera estuvo cortada una hora.

El accidentado entró en parada cardiorrespiratoria pero la enfermera consiguió reanimarle hasta la llegada de dos ambulancias de Pont de Suert y un helicóptero de Tremp (Lérida). Pudo ser estabilizado e introducido en el helicóptero, pero desgraciadamente falleció antes de poder ser trasladado a un hospital.

Al lugar también acudieron patrullas de Seguridad Ciudadana de Benasque y Graus, una patrulla de motoristas de Tráfico de Binéfar y el equipo de Atestados de Fraga para investigar las causas.

Piden mejorar la iluminación

El alcalde de Beranuy, Jesús Guitart, lamentó el trágico resultado del accidente y volvió a denunciar la peligrosidad de los túneles de Obarra para los motoristas por la escasa visibilidad. "Hay un momento del día que te da el sol de cara y cuando te quieres dar cuenta ya estás enfrente de la pared y si vas a velocidad, tienes el riesgo de chocar", advierte.

Cuando comenzaron las obras de mejora de la N-260 entre Campo y el Ventamillo, que desvió mucho tráfico por la A-1605, pidieron al Gobierno de Aragón mejoras de seguridad en las travesías y en estos túneles por el elevado número de accidentes de moto. Se colocaron una señales reflectantes, pero el alcalde considera que es una medida "insuficiente" y plantea la necesidad de iluminar los túneles, sobre todo el segundo, donde ocurrió el accidente mortal. "Pasan muchísimas motos al día y es un punto negro desde hace años", resalta. 

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