A prisión el conductor que se dio a la fuga tras arrastrar a un guardia civil en Tauste

El detenido fue localizado en un bar del barrio de Torrero en Zaragoza cerca de las 15.00 del viernes pasado.

Traslado del detenido por parte de los agentes de la Guardia Civil
Traslado del detenido por parte de los agentes de la Guardia Civil
Guardia Civil

La búsqueda ha dudado más de dos meses, pero al fin la Guardia Civil ha podido detener al hombre que durante un control de verificación de vehículos en Tauste arrastró a uno de sus agentes durante 300 metros para después darse a la fuga. Aunque se sabía que residía en Zaragoza, la investigación no ha sido sencilla, lo que no ha impedido dar con el sospechoso, un varón de 46 años y nacionalidad española con antecedentes penales y tres requisitorias en vigor que fue arrestado el viernes cerca de las 15.00 en un bar del barrio de Torrero. En la operación participaron miembros de Policía Judicial y de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia. 

Tras pasar a disposición judicial, este sábado al mediodía se ha decretado para él prisión provisional. Los cargos que se le imputan son atentado a agente de la autoridad, lesiones, robo con fuerza y delito contra la seguridad vial.

Los hechos ocurrieron el 16 de marzo cerca de la medianoche en la avenida Independencia de la localidad cincovillesa. Una patrulla de la Guardia Civil destinada en el cuartel de Sádaba dio el alto al turismo en el que viajaba en solitario el ahora detenido, un BMW. Se le solicitó su documentación, pero indicó que no la llevaba encima y facilitó únicamente su nombre. 

Mientras uno de los agentes comprobaba el dato, el otro solicitó al conductor que se bajase del vehículo. Sin embargo se negó y en el momento en el que el agente quiso abrir la puerta, lo cogió del brazo y arrancó saliendo a gran velocidad. Lo arrastró unos 300 metros hasta que el guardia logró soltarse

El detenido fue localizado en un bar de Zaragoza el mediodía del viernes 24 de mayo.
El detenido fue localizado en un bar de Zaragoza el mediodía del viernes 24 de mayo.

El agente fue trasladado de inmediato al centro de salud de Tauste. Allí, le pusieron varios puntos de sutura en el cráneo y le curaron las heridas y abrasiones que presentaba por distintas partes del cuerpo, principalmente en las piernas y los brazos. No ha estado recuperado, según señalan fuentes de la Guardia Civil, hasta hace unos pocos días que le dieron el alta.

De la investigación se hizo cargo el Equipo de Policía Judicial de Casetas. Al día siguiente del suceso, se localizó al vehículo fugado en una zona próxima al lugar de los hechos. El hallazgo lo hizo una patrulla de Gallur que encontró un coche que correspondía exactamente con las características facilitadas por el compañero del agente arrastrado, que pudo tomar nota de la matrícula.

El turismo presentaba daños y en el fondo del maletero y cubierta por una manta había una carabina de aire comprimido, munición, una bolsa que contenía piezas del arma y multitud de dianas de cartón. Además, entre la palanca de cambios y el asiento del copiloto se encontró una defensa extensible y diversas navajas de diferentes tamaños. Las gestiones realizadas sobre la carabina permitieron determinar que ésta había sido sustraída del interior de un inmueble en Remolinos.

Unos días después, el mismo coche volvió a aparecer, pero en Boquiñeni y completamente destrozado. Le faltaban las ruedas y tenía el parabrisas y resto de lunas rotas. El portón trasero estaba desencajado y la carrocería presentaba graves daños. Le habían arrancado hasta los tiradores de las dos puertas. Los desperfectos aparentaban ser claramente intencionados.

En su momento, la Guardia Civil se presentó en el domicilio del sospechoso, pero no lo encontró. Hasta el viernes, había permanecido escondido. 

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