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Fiestas de los 18 en Aragón: "Es una moda que ha venido para quedarse. No es un tema de clases"
Cada vez son más los jóvenes que, vestidos de gala para la ocasión, celebran sus 18 años con amigos y familiares en fiestas privadas donde no faltan los cócteles, los bailes y photocall.
Recuerdan en el NH Collection Gran Hotel de Zaragoza que una de las primeras fiestas que hicieron tras salir del confinamiento por la covid fue una puesta de largo. Eso fue en julio de 2020 y desde entonces las celebraciones de los 18 años van en aumento no solo en la capital aragonesa sino también en los pueblos de la Comunidad.
"Se están poniendo de moda. Cumplir los 18 es entrar en la vida adulta y lo quieren festejar así", comenta la joven Susana Gacías, que ha asistido a este tipo de fiestas (invitada por amigos) en varias ocasiones. "Están cortadas por el mismo patrón: cena con menú cerrado, baile con barra libre, photocall y 'candi bar' (bufé de golosinas y dulces). Los chicos van con traje y las chicas, como si fueran de graduación. Acuden los amigos y familiares más cercanos y suelen ser reuniones de 50 a 70 personas", describe.
La estilista y maquilladora zaragozana Eva Pellejero comenta que tiene clientas de 16 y 17 años que ya están pensando en cómo celebrarán su mayoría de edad. "Como cada día están más de moda, luego se quedan sin sitio para poder celebrarlo. Están muy ilusionadas y lo preparan con tiempo: aquí (en su salón de belleza y peluquería) reservan la cita para peinarse y maquillarse con un año de anticipación. Son como una miniboda pero sin el convite. Hacen un picoteo y luego el baile; y si lo celebran en casa contratan un catering y a un fotógrafo", explica.
Las fiestas de puesta de largo del Gran Hotel suelen ser los viernes por la noche y consisten en un cóctel más el baile (acompañado del photocall, el 'candi bar' y los adornos). "Todo muy elegante. Son grupos de 40 a 90 personas y nuestros clientes vienen a celebrar los 18 como algo especial. Sería un evento social, no lo consideraría una miniboda. Las comuniones sí son más parecidas y el coste de una boda es 3 o 4 veces más", señalan fuentes del establecimiento hotelero.
Susana Gacías conoce gente que se ha gastado en su fiesta de mayoría de edad entre 3.000 y 6.000 euros. "Unos 3.000 no te los quita nadie si son unos 50 invitados y, a partir de ahí, lo que te quieras gastar", dice.
A lo que Estela Garro de Tacatuca -tienda de moda especializada en trajes de fiesta y novia- añade: "Incluso se pueden gastar más de 6.000 euros. Si ponen cóctel son 100 euros por persona". Por lo general, sus clientas compran un look completo y otro más para tan especial ocasión. "Un vestido largo y algo más informal para el baile, como un vestido corto o un dos piezas con un top. Uno largo puede costar hasta 1.000 euros y uno corto, 300 o 400. Es gente con un poder adquisitivo alto y no tienen un presupuesto cerrado. Buscan que les guste la prenda y estar bien asesoradas para verse guapas y especiales", observa, al tiempo que cuenta que sus clientas organizan las fiestas en espacios para eventos o en sus jardines y fincas. "Después de la pandemia se celebra todo más; eso está genial".
Desde hace tres años, la diseñadora zaragozana Susana Aperte enfoca su trabajo a las fiestas de graduación, pasos de ecuador y fines de carrera durante los tres primeros meses. "Y este es el primero que estoy viendo las de puesta de largo. He sacado para ellas una colección de 'low cost' o 'special price' con precios muy prudentes. Son colecciones muy puras y sencillas. Me piden vestido largo de noche, taconazo y bolso de mano. Es lo que podría sacar en cualquiera de mis pasarelas. La gente joven se atreve con una medio cola; las veo con ganas de celebrar y verse guapas", señala.
Para ella, festejar la mayoría de edad es una moda que ha venido para quedarse. "No es un tema de clases. Estoy vistiendo a jóvenes que son de Zaragoza y uno de los marcos en las que hacen las fiestas es el Gran Hotel. Pero también visto a chicas de pueblos y alguna las hace en alguna bodega familiar y se reúne con su grupo de amigas; se ponen un vestido largo y un tacón", observa Susana, quien reconoce que este tipo de celebraciones dinamizan mucho el comercio. "La pandemia ha traído ganas de cantar, bailar y salir a la calle. Es un punto de alegría que tampoco está mal", opina.
A los gastos de vestuario hay que añadir los de peluquería y maquillaje. Eva Pellejero habla de unos 100 euros cuando el trabajo es en su salón de belleza (también se desplaza a las casas de sus clientas). "Para ese día, quieren estar resplandecientes. Nos traen fotos de lo que van a llevar y, como suelen ser fiestas de noche, les gusta los ojos más maquillados. En cuanto al pelo: melenas con unas ondas bonitas, algún peinado de trenzas y recogidos. Tocamos sobre todo chicas, pero también trabajamos con chicos", detalla.
Y es que las fiestas de los 18 no es algo exclusivo de ellas, también los jóvenes se apuntan a esta moda. Ellos suelen optar por el traje para acudir a sus fiestas privadas, en donde no faltan la música y el baile para disfrutar de una jornada con sus amigos y familiares.
Después están las fotos. Una sesión de 10 imágenes cuesta 100 euros en Foto Estudio Navarro, de la fotógrafa Miryam Navarro. Ella hace fiestas de 18 en Zaragoza capital, pero también la contratan en municipios de la provincia, como por ejemplo el de Luna. "Hay ayuntamientos que organizan la celebración y otros, no. Y suelen hacer una fiesta conjunta: aprovechan la de graduación con la de puesta de largo. Es en los pueblos donde más se están haciendo. Ahí las chicas se ponen unas bandas de damas, los chicos les acompañan y luego hacen un baile", informa.
La hija de Mercedes cumplirá en junio los 17 y ya está pensando en su puesta de largo. "Tengo dos hijos más mayores y antes estas fiestas ni te las nombraban. Hace un tiempo tuvimos una cena en el espacio Aura por otro motivo y había una celebración de los 18. Cayetana (su hija) la vio y se quedó prendada. Desde entonces está con el antojo y pensando en distintos sitios donde le gustaría hacerla", avanza. Además, resalta que para su hija es una oportunidad de vestirse de largo y festejar sus 18 años. "Creo que es más la ilusión de la fiesta y de estar con los amigos".
En cuanto al desembolso económico, Mercedes reconoce que tiene que salir caro. "Por los sitios que son y la organización del evento. El otro día lo hablamos con ella (sobre la futura fiesta) porque tiene una amiga que lo celebrará en una fecha próxima a la suya e igual lo hacen juntas. Eso también puede ser ventajoso", observa. No obstante, reconoce que todavía no se han puesto a mirar nada porque todavía queda mucho tiempo por delante.
