Sanidad coloca a un cura de 30 años como director de gestión del sector de Calatayud
La experiencia sanitaria de Vicente López-Brea, que pidió su secularización hace más de un año, se limita a 170 días como celador y auxiliar administrativo en el último año y medio.
El Departamento de Sanidad ha colocado a un sacerdote como director de gestión y servicios generales del sector de Calatayud, que incluye tanto el Hospital Ernest Lluch como todos los centros de Atención Primaria del área sanitaria. Con 30 años y sin experiencia en gestión sanitaria, Vicente Jesús López-Brea se ha incorporado con un contrato de alta dirección al no cumplir los requisitos del puesto, dado que requiere ser empleado público del máximo nivel, A1 ó A2.
Fuentes internas del Gobierno de Aragón han asegurado a HERALDO que López Brea -que solicitó hace más de un año su secularización- lleva en el puesto desde el pasado 15 de enero y su bagaje sanitario se reduce a contratos, en su calidad de interino, como celador y auxiliar administrativo. En todos los casos, su duración se limita a entre uno y siete días para cubrir huecos en el servicio de atención continuada del paseo de Sagasta de Zaragoza y en el centro de salud del barrio de La Almozara.
Esta labor puntual, sin relación con la gestión hospitalaria, comenzó en el verano de 2022 y se alargó hasta el pasado 13 de enero, dos días antes de su nombramiento, y para entonces ya no mantenía relación laboral con la Iglesia porque el alto cargo implica incompatibilidad. En total, acumuló 170 días de contratación en el Salud en poco más de un año y medio, según la documentación a la que ha tenido acceso HERALDO.
El puesto de director de gestión y servicios generales de Calatayud, tal y como consta en la estructura orgánica del sector de Calatayud, es de libre designación pero no salió a concurrencia en el Boletín Oficial de Aragón (BOA) para que se pudiera presentar cualquier empleado público, como sí hace la Administración autonómica con el resto de responsables de inferior categoría en el Salud. Tampoco se ha publicado su nombramiento.
Desde el Gobierno de Aragón se han limitado a señalar este miércoles que los puestos directivos no tienen que salir a concurrencia, que se "valoró su currículum y se consideró apropiado para el puesto y desempeñar la responsabilidad". Como apunte, manifestaron que es graduado en Derecho y ha trabajado en banca.
Ordenado en 2019
Este joven zaragozano se ordenó diácono en 2019 en el Obispado de Jaca y ya se le asignaron las parroquias de doce municipios. Un año después se consagró como sacerdote y asumió una treintena de parroquias, además de respaldar como vicario al titular de la iglesia de Santiago Apóstol en Jaca. Fuentes oficiales de la diócesis han señalado que López-Brea ha estado de baja "desde hace unos meses" y seguía siendo el titular de las parroquias pese a no ejercer como tal.
De hecho, han indicado que el administrador apostólico de la diócesis y arzobispo de Zaragoza, Vicente Jiménez, ha firmado esta misma semana su sustitución como párroco y sus obligaciones las acaba de asumir Eduardo Jaca. "Entre unos y otros se iba dando cobertura a los fieles de sus parroquias", han añadido.
Se da la circunstancia de que Vicente Jesús López-Brea ya figuraba como interino del Salud a los cinco meses de ser ordenado sacerdote, como se puede consultar en el portal del Gobierno de Aragón: en un listado consta como admitido en la categoría de pinche en una bolsa de trabajo de febrero de 2021 y en otro como celador tras un concurso-oposición, siete meses después.
A este respecto, desde la diócesis han asegurado que "hace poco" se dio de baja en la Seguridad Social como trabajador de la Iglesia –los sacerdotes reciben un salario por su labor apostólica–, aunque "no está secularizado". Es decir, sigue siendo sacerdote a efectos eclesiásticos y aludieron a que el procedimiento para desvincularse requerirá la designación de un nuevo obispo, dado que la sede está vacante desde que Julián Ruiz fue trasladado a la diócesis de Sigüenza-Guadalajara.
Lo que sí ha notado Vicente López-Brea, que no quiso hacer declaraciones a HERALDO, es el sustancial salto retributivo. Ha pasado a percibir 46.300 euros como salario bruto anual, al que habría que sumar el complemento variable de productividad de 10.234 euros que perciben los directivos de los ocho sectores en los que se divide el mapa sanitario de Aragón.
Como número dos del sector sanitario de Calatayud, tiene a su cargo a casi 900 trabajadores y es responsable de las nóminas, la contratación y los suministros, entre otros desempeños. "Se debe hace cargo de todo lo que no sea la dirección clínica, por lo que es una labor compleja y requiere de experiencia previa", han aseverado varios altos funcionarios de la DGA consultados.
El nuevo director de gestión y servicios generales del sector sanitario de Calatayud inició sus estudios eclesiásticos en Zaragoza, pasó por el seminario castrense y los acabó en el de Jaca. A Teología añadió un grado en Derecho, con especialidad en asesoría de empresas. En su corta vida laboral ha estado becado por dos despachos de abogados -aunque no está colegiado- y ha trabajado en banca -Santander, Ibercaja y grupo BC-. Ahora cursa un máster en auditoría fiscal, laboral y contable.
