Aragón triplica su potencia renovable en 5 años y ya supera el 80% de la producción
La Comunidad instaló sus primeros molinos hace tres décadas y ahora es la segunda potencia eólica.
El ‘boom’ de las renovables ha cambiado el paisaje de Aragón para revolucionar por completo su producción energética. En solo cinco años se ha triplicado con creces la potencia instalada con miles de aerogeneradores y placas solares, lo que ha permitido disparar la generación verde, hasta el punto de representar en la actualidad más del 80% del total. Y los 7.638 megavatios en servicio que suman la energía eólica y fotovoltaica solo representan una mínima parte: en tramitación había más de 30.000 megavatios hace menos de un año.
La puesta en servicio de los 2.916 molinos y las 1.911 instalaciones solares contabilizadas por el Gobierno de Aragón hasta el pasado jueves ha revolucionado el ‘mix’ energético desde que en 1994 se estrenara el primer parque eólico en La Muela con 5,2 megavatios, menos de la potencia que tienen ahora los aerogeneradores de última generación.
También ha ayudado el fin de una de las tecnologías que durante décadas marcó en buena parte la economía aragonesa, la térmica alimentada por carbón, gracias a las centrales de Escatrón, Escucha y Andorra. Endesa desenchufó la última, la de Andorra, a principios de 2020, y con la desaparición de los 1.451.380 megavatios hora que aportaba el año previo contribuyó sustancialmente a que cayera en picado el papel de la generación no renovable en la Comunidad: del 46% en 2019 a tan solo un 19,7% en 2023, el dato más bajo de la historia.
Un crecimiento imparable
El fin de la térmica no ha supuesto una pérdida de la capacidad de producción en Aragón, dado que las dos principales energías verdes han crecido en paralelo de forma sustancial, lo que ha permitido pasar de una potencia total instalada en 2018 de 7.236 megavatios a 11.633 en 2023. Solo la eólica, con 5.230 MW, supera con creces a la suma del resto de tecnologías, 3.996 MW, a excepción de la fotovoltaica. Y en la lista se suman energías limpias (hidráulica, turbinación y otras) y las que no son renovables (ciclo combinado, cogeneración y otras), tal y como consta en el información oficial de Red Eléctrica a cierre de 2023.
No obstante, seguirá reduciéndose el peso de las centrales de ciclo combinado y de cogeneración los próximos años porque el número de parques eólicos y fotovoltaicos en obras y planificados seguirá creciendo de una forma que ahora parece imparable.
Esto consolidará a la comunidad autónoma como un bastión eléctrico, que le ha convertido en la segunda potencia eólica con 5.230 megavatios, una sexta parte del total que hay en servicio en el país. Solo le supera Castilla y León, con 6.622 MW.
En plantas solares fotovoltaicas, Aragón se encuentra en cuarta posición, con 2.408 MW, con un crecimiento del 30% en el último ejercicio. No obstante, sigue muy lejos de las tres autonomías que lideran esta tecnología, que le duplican con creces y que también tienen una sustancial cartera de proyectos en curso que, salvo un parón, les permitirá seguir por delante. Castilla-La Mancha y Extremadura están casi a la par, con 5.997 y 5.972 megavatios de potencia, respectivamente, mientras Andalucía cuenta con otros 5.265.
El vuelco en Aragón se vivió hace cinco años gracias a la apuesta estratégica del Gobierno de Lambán. Los inversores ya no solo contaban con un territorio rico en recursos (viento y sol), sino con una Administración que acabó con la judicialización que sufría el sector y puso la alfombra roja a este tipo de proyectos. Redujo los trámites administrativos a la mitad, lo que se tradujo en la presentación de un aluvión de proyectos hace dos legislaturas, provocando el salto en la potencia instalada.
Para hacerse una idea, entre 2008 y 2018 se pusieron en marcha 286,8 megavatios eólicos y solo en 2019, con el desatasco de instalaciones planteadas y las que se tramitaron, se conectaron a la red 1.103 megavatios. Lo que aún está por ver es qué se sustanciará la comisión de investigación recién constituida para analizar las autorizaciones ambientales del Inaga, así como el cúmulo de casos en los tribunales que afectan igualmente a tramitaciones del Miteco.
Una nueva eclosión de parques
Fuentes de la DGA constataron que el crecimiento se mantendrá y se vivirá una nueva eclosión de parques eólicos y solares con los que tienen su fecha de puesta en servicio fijada por decreto y que ahora se ha flexibilizado hasta 2028. De este paquete, los promotores deben lograr el permiso de construcción no más tarde de julio y hay 60 instalaciones de tramitación autonómica con un total de 2.009 megavatios y otros nueve macroproyectos pendientes del permiso estatal que suman otros 1.965 megavatios.
La única limitación resulta por el momento la capacidad de evacuación, ya copada, lo que ha llevado al principal promotor, Forestalia, a planificar autopistas eléctricas para evacuar la energía a autonomías vecinas. Y para lo que no hay límite de crecimiento es para el autoconsumo por el que apuesta la industria y ahora han descubierto las comunidades de vecinos.
