urbanismo

Grandes letras para saber donde estás, ¿modernez u horterada?

En la plaza de Salamero, el parque Pignatelli o la calle Delicias se han instalado rótulos de acero corten "autorreferenciando" las calles.

Algunos de los letreros de reciente (y futura) instalación en Zaragoza.
Algunos de los letreros de reciente (y futura) instalación en Zaragoza.
Heraldo

Antes eran discretos azulejos en las esquinas de las fachadas los que recordaban el nombre de las calles y las plazas. Ahora parece haberse puesto de moda en Zaragoza la instalación de pórticos y estructuras con grandes letras de acero corten que tratan de poner al ciudadano en contexto. ¿Es una tendencia del nuevo urbanismo? ¿Es una obviedad y una horterada? ¿En cuántos nuevos proyectos de reforma vamos a toparnos con estos letreros?

"Si una ciudad tiene la suficiente personalidad, no necesita un rincón con su nombre. Para hacerte una foto que identifique Zaragoza, basta con irse al puente de Piedra y sacar el Pilar de fondo. El resto de inventos y la proliferación de letreros se hacen para atender a los turistas y las redes sociales, pero se están convirtiendo en auténtica plaga", opina el arquitecto Alberto Sánchez.

En la capital aragonesa el de ‘Zaragoza’ se puede ver en una suerte de porches de la remozada plaza de Salamero, pero en los últimos tiempos se han extendido este tipo de rótulos, la mayoría a la intemperie y en materiales perdurables, en otros puntos de la ciudad como las entradas a la calle Delicias o el parque de Pignatelli. ¿Acaso vamos tan mal de retención de memoria como para no saber dónde estamos?

Explican desde el Consistorio que no es una moda ni hay instrucción alguna al respecto, dado que las distintas obras y reformas dependen únicamente del diseño de los urbanistas o los arquitectos que se hagan cargo. No obstante, sí es cierto que los responsables zaragozanos cada vez se preocupan más por ‘salir bien’ en las redes sociales, como muestra el hecho que se crearan ‘instacorner’ en la última Ofrenda de Flores o ‘photocalls’ en el balcón de San Lázaro para el mercadillo de Navidad.

El pasado mes de abril se instaló el cartel de la plaza de Salamero.
El pasado mes de abril se instaló el cartel de la plaza de Salamero.
Oliver Duch

El caso del parque de Pignatelli es más que curioso porque lo que ahí se referencia no es el propio pulmón verde sino los ‘depósitos de Torrero’. "Aquí podría tener una explicación si lo que se pretende es recuperar la historia del espacio o dar a conocer que bajo el parque están los antiguos aljibes", comenta la arquitecta Marta González. De hecho, para muchos zaragozanos resulta aún desconocido el entramado de arcos de lo que hoy se ha reconvertido en sala expositiva y que construyó Ricardo Magdalena allá por 1877. González asegura que esta tendencia pudo tener un tirón hace diez años, pero que Zaragoza se está queriendo "subir al carro un poco tarde, cuando en otras ciudades incluso se están retirando por su falta de mantenimiento (oxidación) y por afear el paisaje urbano".

No obstante, como reclamo en el nuevo parque de Pignatelli, parecen poco atractivas una letras que rezan ‘depósitos’ y los urbanistas creen que recuperar su historia podría haberse solventado con un hito o un mupi de los que la ciudad "también está servida". Es curioso comprobar también cómo en las recreaciones originales y previas al inicio de las obras de ampliación del parque también se redundaba en decir el nombre de la zona, pero se hacía a través de los vidrios de un edificio, en lo que parecía querer ser un centro cívico...

Recreación de las obras de ampliación del parque Pignatelli.
Recreación de las obras de ampliación del parque Pignatelli.
Heraldo

Los pórticos de Las Delicias también son de aúpa. A algunos vecinos les molestan porque "obstaculizan el paso", mientras otros los consideran "el enésimo intento fallido por reactivar la calle peatonal". De hecho, la nómina de intentonas es amplia, pasando por unos toldos que no daban sombra y costaron un dineral, así como por unas plantas de plástico que tampoco lograron el efecto deseado o una "malla digital" en el Jardín Vertical de Joaquín Sicilia. Las letras del ‘Paseo de Delicias’ (que no calle) se incluyeron dentro de una campaña de dinamización del barrio, que coincidió con el estreno de luces navideñas hace ya casi doce meses. "Será para que no se pierdan los taxistas", dicen con sorna los vecinos, que no valoran especialmente este "elemento embellecedor". En este caso, su altura lo hace -incluso- poco propicio para las publicaciones de Instagram, a no ser que se quieran fotografiar muchas papadas…

Los expertos en márquetin reconocen que este tipo de carteles son "más propios de las marcas comerciales" y, de hecho, muchos de estos letreros se facturan en las mismas fábricas que los neones y las letras de PVC, madera o metacrilato. "A veces da la sensación de que estás en una ciudad-maqueta, como lo que se presenta en un proyecto de arquitectura con los arbolitos y personas en miniatura. Cuando paseo por Zaragoza me parece todo de adorno y falso, sin mucha utilidad", afirma María Serrano, experta en redes y creadora junto a un grupo de amigos de la cuenta ‘Ir de propio’.

La nueva plaza junto a Ibercaja, con las letras de ZGZ.
La nueva plaza junto a Ibercaja, con las letras de ZGZ.
Heraldo

Además de las maquetas, las nuevas rotulaciones también parecen a veces emular a los visores de los mapas de Google y otros buscadores, acaso por lo que -según el periodista Guillermo Alonso- se está extendiendo en la actualidad: "Muchos turistas ven las ciudades a través de los teléfonos móviles. Su recuerdo de los viajes se reduce a las fotos que han hecho para las redes y los monumentos los perciben a través de la pantalla", dice el autor de ‘Muestras privadas de afecto’.

Este propósito, el ser objeto de una foto y etiquetarse en redes, lo persigue también las grandes letras que pusieron durante el Pilar en el nuevo espacio Xplora de Ibercaja, en la plaza de Paraíso. En color blanco y de más de dos metros de altura una suerte de escultura dice ‘Vamos Zgz’, junto a la fuente que emergía del suelo y que ahora está en reparación. 'Instagramers' e 'influencers' se muestran encantados con la idea, que asoma también en las recreaciones de la futura Romareda: en los rediseños hechos por Idom uno de los elementos que más se ve es el nombre en lo alto del estadio junto a la plaza que da a Eduardo Ibarra.

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