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Trastornos de la conducta alimentaria: “El 90% de la población no tiene una relación saludable con la comida”

La nutricionista especializada en Trastornos de la Conducta Alimentaria, Conchi Fernández, da una charla este viernes en el Centro Joaquín Roncal para hablar sobre esta enfermedad y su recuperación.

La nutricionista Conchi Fernández da una charla sobre Trastornos de Conducta Alimentaria en el Centro Joaquín Roncal de Zaragoza.
La nutricionista Conchi Fernández da una charla sobre Trastornos de Conducta Alimentaria en el Centro Joaquín Roncal de Zaragoza.
TCA Aragón

Los datos son preocupantes y no hacen más que aumentar. Los trastornos de conducta alimentaria han crecido en Aragón un 8% en los últimos tres años, sobre todo, tras el confinamiento. En la comunidad aragonesa hay 8.000 pacientes diagnosticados, según la Asociación de Trastornos de Conducta Alimentaria de Aragón, aunque los datos más alarmantes se dan entre los más jóvenes.

El número de diagnósticos entre los adolescentes ha aumentado un 40% y “cada vez hay más evidencias de conductas alimentarias desordenadas en niños y adolescentes”, dice Conchi Fernández, nutricionista, experta en Trastornos de la Conducta Alimentaria y autora del libro ‘Sobrevivir a mí, vivir conmigo’.

No solo eso, “cada vez lo detectamos a edades más tempranas, en niños de primaria desde los 9 o 10 años”, añade esta experta que este viernes dará una charla en el Centro Joaquín Roncal de Zaragoza para tratar, precisamente, estas cuestiones.

Ella, además, puede hablar de primera mano porque en su adolescencia pasó por una experiencia de este tipo y sufrió, durante 8 años, un trastorno de la conducta alimentaria. “En mi primer tratamiento, con tan solo 12 años, vi que algo tenía que cambiar y que la enfermedad no era compatible con la vida, pero pasé años en lo que llamamos ‘cuasi o seudo' recuperación en los que sobrevives pero no vives. Es algo que no te mata pero tampoco te deja vivir”, recuerda Fernández.

"Pasé 8 años sobreviviendo. Es algo que no te mata pero tampoco te deja vivir".

“Con la mayoría de edad y tras 8 años en esta situación estaba agotada de que todo fuese una lucha y me di cuenta de que no quería seguir así aunque tenía miedo”, confiesa la nutricionista. “Por primera vez ese miedo fue mayor que el que tenía hacia todo lo que implicaba la recuperación y ahí me comprometí de verdad para sanar”, explica Fernández.

A partir de ese momento comenzó un proceso de recuperación que culminó estudiando Nutrición Humana y Dietética y especializándose en Trastornos de la Conducta Alimentaria. “Con eso que a mí me había enfermado y a la vez sanado”, señala. Desde entonces trabaja con personas que padecen esta enfermedad. “Gran parte de lo que sé y que me permite trabajar con profunda comprensión de lo que le ocurre a la persona que tengo delante, es el haber estado yo en el mismo lugar antes y haber transitado ese proceso de recuperación”, afirma esta experta en TCA.

La nutricionista Conchi Fernández da una charla sobre Trastornos de Conducta Alimentaria en el Centro Joaquín Roncal de Zaragoza.
La nutricionista Conchi Fernández da una charla sobre Trastornos de Conducta Alimentaria en el Centro Joaquín Roncal de Zaragoza.
C.F.

La recuperación, una posibilidad real

En la charla de este viernes “hablaré sobre mi propia experiencia y sobre el TCA para que todos, pacientes, familias y profesionales, puedan entenderlo y eliminar prejuicios y estereotipos sobre él”, continua. “También dejaré claro que la recuperación es posible. No hay que aprender a vivir con ello. Eso no es así. La recuperación existe y es un proceso largo que se prolonga durante varios años. Lograr creer en ello es la mayor dificultad a la que se enfrentan las personas con TCA”, asegura Fernández.

"La recuperación existe y es un proceso largo pero es posible, nunca es tarde y merece la pena".

Para lograrlo, da algunas claves: “Hay que hacerlo poco a poco, de manera individual ya que hay que reprogramar unos patrones que se han ido consolidando durante los años de la enfermedad, alimentarse bien, descansar, trabajar las vivencias distorsionadas y desmontar la identidad que habías construido”, enumera la experta. “Pero el primer paso es tener voluntad y deseo para enfrentar la dificultad y mantener el compromiso y para ello hay que creer que es posible”, asegura Fernández. “Tenemos personas que se han recuperado después de 20 o 30 años de enfermedad, esto quiere decir que nunca es tarde y que merece la pena”, insiste.

La recuperación pasa por tener una relación con la comida mejor que el 90% de la población, que no come de manera saludable”, asevera la nutricionista. “Sin embargo, hay que tener un componente genético, una predisposición, para desarrollar TCA, porque si no toda la gente que se siente culpable por comer determinados alimentos tendría esa enfermedad”, afirma Fernández.

Las familias, impotentes y frustradas

En la charla abordará también algunos consejos para los familiares y cuidadores. “Las familias de las personas que padecen TCA no saben cómo actuar porque no se les enseña a tratar con ello. Se sienten impotentes y frustrados”, dice esta experta.

Pone además un ejemplo: “Cualquier persona pagaría lo que fuera por tener la cura para una enfermedad como el cáncer. Sin embargo, de esta enfermedad, que tenemos la cura, los pacientes la rechazan desde el miedo. Esto es difícil de comprender para los cuidadores”, apunta. “Les da tanto miedo seguir enfermo como comenzar el tratamiento”, insiste Fernández.

"A los pacientes les da tanto miedo seguir enfermo como comenzar el tratamiento y por eso lo rechazan".

Consejos para padres 

Los expertos lo están avisando. Los trastornos de conducta alimentaria se ven cada vez más en niños y niñas en edad escolar y esta situación genera preocupación entre los progenitores que no saben cómo actuar si detectan algún signo preocupante en sus hijos. 

“Lo primero que deben hacer los padres y madres es reflexionar sobre la imagen que han transmitido a sus hijos o mirar si ellos mismos pueden tener una relación poco saludable con la comida que han podido transmitir sin darse cuenta”, explica Conchi Fernández. 

En segundo lugar, “deben hablar con ellos sobre sus dudas y las inquietudes que están teniendo sobre su aspecto y, en tercer lugar, si es necesario, buscar la ayuda de un profesional porque el tratamiento funciona si las familias están involucradas y trabajan en atajar esas conductas alimentarias desordenadas”, continua.

Insiste además en que “desde los colegios se deberían de promover charlas de educación en nutrición, de concienciación sobre los TCA y de herramientas de gestión de emociones y no acudir a mensajes que demonizan determinados alimentos o que clasifican la comida como buena o mala", critica Fernández. "Con ello se produce un efecto contrario y este tipo de mensajes suponen factores de riesgo para el desarrollo de TCA", concluye la experta.

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