Viajar al Pirineo aragonés siempre es una buena opción. Disfrutar de la nieve en invierno no tiene precio. Contemplar las tonalidades anaranjadas del otoño es un espectáculo para la vista que continúa con un colorido verde primavera con temperaturas que animan a salir a disfrutar del monte. Y en verano, es el lugar ideal para huir de las altas temperaturas que asolan el resto de la comunidad. A todo ello hay que sumar las innumerables rutas  y actividades de las que se puede disfrutar en el tiempo libre. Una de ellas es la que nos lleva a conocer la Cueva del Oso en Tella (Comarca del Sobrarbe, Huesca), que fue uno de los lugares escogidos por el hombre de las cavernas para habitar durante el neolítico, lo que se refleja en las estructuras megalíticas que hay cerca de la localidad.

Pero no fueron los humanos los primeros en habitar en estos parajes. Cerca de 20.000 años antes de que llegarán, este lugar era la tierra de los osos cavernarios, una especie de mamífero carnívoro de gran tamaño ya extinto que habitó en buena parte de Europa cuando finalizaba el Pleistoceno. 

Prueba de su presencia es el importante yacimiento fósil datado de 30.000 años, encontrado en 1976 por un grupo de espeleólogos en la profundidad de una caverna que está ubicada en la entrada al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, en Huesca.

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Qué ver en la Cueva del Oso de Tella

El yacimiento se ubica sobre los 1.600 metros de altitud y está alojado dentro de una caverna que tiene varios metros de recorrido. En su interior, el visitante encuentra curiosas formaciones de estalactitas y estalagmitas propias de las formaciones calizas, con infinidad de formas y colores. 

Lugar de hibernación de los grandes plantígrados que se extinguieron tras la última glaciación hace 20.000 años, la cueva mantiene aun enterrados millares de restos de estos animales que superaban en tamaño al actual oso pardo, a pesar de alimentarse de raí­ces, bulbos y frutos del bosque. 

Más de 4.000 restos óseos, pertenecientes a 36 osos cavernarios, han sido encontrados en las diversas excavaciones realizadas hasta el momento. Una interesante excursión, que puede disfrutarse en familia, que, eso sí,  solo puede ser visitada con los guías designados por el Ayuntamiento de Tella-Sin.

Reservas y cómo llegar a la Cueva del Oso, en Tella

La visita comienza en Tella, en el Museo del Oso Cavernario. Desde allí hay que desplazarse en coche hasta unos 1,3 kilómetros, cerca del dolmen megalítico y coger una pista forestal sin asfaltar, que es apta para turismos. A unos dos kilómetros hay una zona de parking señalizada para dejar estacionado el vehículo y donde estará esperando un guía que conducirá al grupo por un sendero peatonal hasta la cueva. 

Por razones de seguridad desde la página web recomiendan llevar calzado cómodo (botas de montaña o zapatillas deportivas) y recuerdan que no pueden entrar niños menores de tres años. Las visitas, que son a las 12.30, siempre se realizarán bajo reserva. Estos son los precios de entrada y otros datos de interés: