El auge de las bodas temáticas: casarse entre hechizos de Harry Potter y batallas vikingas
Cada vez más parejas, en su afán por romper moldes, inspiran su 'sí quiero' en la época medieval o los años 20. Las empresas de celebraciones recogen el guante.
"Antes las bodas estaban muy enfocadas a los gustos de la familia y los invitados. Ahora creo que las parejas tienen menos vergüenza y apuestan por el valor diferencial, por hacer la boda a su gusto de forma personalizada y no pensar tanto en si a la abuela le va a encajar o no la ceremonia". Nerea Martínez sabe de lo que habla porque lleva meses diseñando invitaciones de boda inspiradas en ‘Juego de tronos’ o ‘El señor de los anillos’. Martínez es la responsable de la empresa de diseño y creatividad Monami, en la zaragozana avenida de Pablo Ruiz Picasso, que tiene encargos frecuentes para hacer tarjetas de temáticas de Harry Potter o, incluso, del castillo de Disney, "por el tema de la infancia y la derivada romántica", explica.
Cada vez más adultos, también en Aragón, optan por tratar de hacer de su boda algo inolvidable, no ya tanto por el compromiso o el sacramento como por la puesta en escena. Las hay medievales, celtas, romanas o, también, inspiradas en el modernismo y los años 20. Igualmente se hacen ceremonias con guiños a ‘Star Wars’ o con una estética propia victoriana y decimonónica propia del ‘steampunk’.
"Lejos quedaron aquellas celebraciones clásicas y tradicionales tan parecidas entre sí. Ahora lo que se busca es ser lo más original posible para diferenciarse del resto", explican desde el departamento dedicado a las ‘bodas temáticas’ de Bastión Producciones, donde tienen una amplia carta de celebraciones ‘outsiders’.
"Hay novios que no se plantean esta opción porque ni siquiera la conocen, pero tratamos de dar a conocer una oferta que también sirve para otro tipo de eventos como cumpleaños, bautizos o, incluso, celebraciones de divorcios", explica Daniel Blasco, de la empresa recreacionista.
Desde de Bastión Producciones han preparado en los últimos meses un montón de bodas temáticas, "cada cual única y diferente, hecha a medida de los novios". El lejano oeste, la inspiración vikinga, las citas druídicas o las justas medievales forman parte del repertorio. "Hasta hicimos una boda de Batman y otra de vampiros", cuenta Blasco, al tiempo que explica que "el nivel de implicación o tematización de cada pareja es totalmente ‘regulable’ desde pequeños detalles a inmersión total". Esto implica que hay bodas en las que únicamente los novios son los que participan del ‘acting’ elegido y otras en las que se lían la manta a la cabeza y piden a todos los invitados que vayan ataviados (o disfrazados) de una determinada manera.
"También ofrecemos maestros de ceremonia temáticos, con ritos personalizados, que recrean druidas, godos, vikingos o jedis", dicen desde Bastión, donde son especialistas en los espectáculos y las recreaciones antes o después de la ceremonia. Así como antaño en los postres acostumbraba a aparecer un cuadro de jota o un grupo flamenco, en este tipo de celebraciones no es extraño que se vea una batalla de caballeros en cota de malla como las que tuvieron lugar el pasado fin de semana en el mercado medieval. "Algunas parejas nos han solicitado animación con personajes como chambelanes que reciben a los invitados y juegos como gincanas, lanzamiento de hachas, pruebas de pericia. Las luchas escénicas también son muy demandadas -explica Blasco-. Somos subcampeones del mundo y campeones de España de esgrima artística y ofrecemos dos tipos de espectáculos de combate: o bien el protagonizado por nuestros especialistas o, incluso, con los novios en el papel principal para lo que, eso sí, han tenido que recibir unas clases previamente".
En Bastión asesoran sobre la decoración -por ejemplo- medieval del comedor, hacen ‘photocalls’ personalizados y alquilan armaduras para todo aquel que quiera entrar en el juego. Unos se implican más, otros menos, pero siempre hay un guiño a los gustos de los contrayentes y la intención de “regalar a los invitados una experiencia”.
"Yo he asistido a un par de bodas ibicencas, en las que la premisa era ir todos de blanco y las viandas se servían como si estuvieras en la playa o en un ‘chill out’ de Ibiza, aunque la realidad es que era una finca a las afueras de Zaragoza", cuenta el músico, ‘showman’ y maestro de ceremonias Luis Cebrián. "Una de las más logradas en las que he participado fue una boda ‘hippie’, sesentera, en la que todos los invitados parecían salidos de una película: el vestuarios y las pelucas estaban muy conseguidas y los novios entraron con una furgoneta floreada mientras sonaba música funky", añade Cebrián.
Martínez recuerda que entre las cosas más ‘freak’ que le han consultado está la estética inspirada en la serie ‘Doctor Who’ o en ‘World of Warcraft’. "Lo más divertido que he hecho, además de invitaciones ilustradas, es un ‘sitting plan’, esto es, la ubicación de las mesas cuando entras al comedor, inspirado en Harry Potter: cada mesa era el nombre de un hechizo y cada invitado en su plato tenía una tarjetita de la varita del color del hechizo con su nombre", explica la responsable que Monami.
Otra derivada de las bodas temáticas es la moda y los trajes de novia que se diseñan, por ejemplo, para una ceremonia inspirada en Halloween que se celebre, precisamente en la madrugada de Todos los Santos. Silvi Sanctuary, tras años con un pequeño comercio en el corazón de la Magdalena, prevé lanzar a largo plazo una web especializada en corsetería y ropa para eventos. La diseñadora ha confeccionado trabajos artesanales -sobre todo- para novias con una estética gótica, tanto en su variedad de 'steampunk' (más para todos los públicos), ciberpunk (más vampírica) o con un poso más apocalíptico, tipo 'Mad Max'. También llegó a diseñar los trajes de los novios en un boda inspirada en personajes de Tim Burton: ella iba con una falda en raso pintada a mano estilo de 'La novia cadáver' y él, con un chaleco victoriano a lo 'Eduardo Manostijeras'.
