guerra rusia contra ucrania
Defensa va a gastar 3,5 millones en restaurar los últimos cuatro Leopard de Casetas para llevarlos a Ucrania
Serán enviados a mediados de julio a Ucrania para sumarlos a la guerra con los seis que llegaron a finales de abril después de ser reparados en la empresa Santa Bárbara. Estaban aparcados y desmontados desde 2012
El Ministerio de Defensa va a gastar 3,5 millones de euros para la restauración de los cuatro tanques Leopard 2A4 del cuartel militar de la Agrupación Logística 41 de Casetas, que serán enviados a Ucrania a mediados de julio, según fuentes militares. De esta manera, se sumarán a los seis que ya se llevaron en abril desde la empresa Santa Bárbara en Alcalá de Guadaira (Sevilla), después de realizar una reparación durante tres meses y tras probarlos en el campo de maniobras Cerro Muriano de Córdoba. El destino de estos vehículos es apoyar al Gobierno ucraniano frente a la invasión de Rusia.
Con el presupuesto de los primeros carros de combate, el presupuesto del Gobierno de España para recuperar el uso de 10 de estos tanques, que llevaban sin utilizar desde 2012 y se dejaron desmontados en el cuartel de Casetas, ronda los 8,5 millones de euros. Para los primeros seis tanques ya se aprobaron 4,1 millones, como adelantó este diario. Esta información se incluye en la plataforma de contratación del sector público y la empresa Santa Bárbara prefiere no hacer comentarios al respecto.
Fuentes militares han valorado que el coste para el Ministerio de Defensa de recuperar los diez tanques que no se utilizaban hace una década “es bastante razonable y ajustado” si se compara con el precio de un tanque Leopard nuevo de los que Defensa ha ido adquiriendo en los últimos años y cada uno cuesta alrededor de once millones de euros.
Paralelamente, el Ejército de Tierra diseñó una línea de formación para militares ucranianos en el uso de estos blindados, con los que pudieron entrenar en el campo de maniobras de San Gregorio.
“España no se precipitó con el envío de los tanques, como pasó con otros países, sino que los trasladó en buenas condiciones a la zona de operaciones, cuando se había preparado las rodaduras y los cañones para tener una buena precisión con el tipo de disparo”, señalaron fuentes militares.
De hecho, Ucrania ha agradecido la “seriedad” y la “preparación” de las autoridades españolas en las tareas realizadas con los carros de combate en la empresa Santa Bárbara y con los militares ucranianos en Zaragoza. Estos detalles les ha llevado a valorarlos por delante de tanques de otros países que llegaron antes, pero su utilidad ha sido peor.
La guerra de tanques, F-16 y drones
En total, la OTAN se ha comprometido a enviar entre 120 y 140 tanques a Ucrania de varios modelos. Los Leopard han sido remitidos por España (10), Alemania (14), Polonia (14), Canadá (4), Portugal (3), Noruega (4), Dinamarca y Países Bajos. Mientras tanto, Estados Unidos y Reino Unido se han comprometido con los Abrams (41) y Challenger (14) que son de fabricación propia, respectivamente.
Aun así, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, reclamó la semana pasada al presidente del Gobierno de Estados Unidos, Joe Biden, apoyo con los aviones cazabombarderos F-16. De hecho, fue aprobado un plan conjunto con los aliados para entrenar a pilotos ucranianos en el uso de esas aeronaves. Esta decisión fue calificada como “histórica” por parte de Kiev porque llevan tiempo buscando el respaldo de los países de la OTAN para reforzar su fuerza aérea.
Además, fuentes militares reconocen que la guerra de Ucrania es “muy complicada” para poder avanzar frente a las tropas rusas. “Se ha utilizado el sistema antiaéreo contra los helicópteros y aviones rusos, pero la estrella en el campo de batalla están siendo los drones, que generan la diferencia y la intranquilidad”, concluyeron.
Por su parte, el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Ryabkov, advirtió de que el suministro de aviones de combate F-16 a Ucrania por parte de sus aliados occidentales no logrará alterar el trascurso de la guerra, iniciada a finales de febrero de 2022.
"La reacción (de Rusia al suministro de F-16) será una continuación sistemática de la implementación de las metas y objetivos de la operación militar especial", ha manifestado el viceministro de Exteriores ruso, según recogía la agencia TASS.
