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El Hospital Militar de Zaragoza, una escuela para las segundas oportunidades en Ucrania

Una médico rehabilitadora y un fisioterapeuta ucranianos que aprenden en el Hospital Militar de Zaragoza cuentan a HERALDO su experiencia. El centro hospitalario va a recibir hasta cuatro especialistas cada dos semanas para aprender cómo trabajar con las prótesis.

La médico rehabilitadora Valentina Shevets y el fisioterapeuta Illia Hrytsuik, ayudan al herido militar ucraniano Alexander en el Hospital Militar.
La médico rehabilitadora Valentina Shevets y el fisioterapeuta Illia Hrytsuik ayudan al herido militar ucraniano Alexander en el Hospital Militar.
Oliver Duch

Valentina Shevets, una médico rehabilitadora de 34 años, e Illia Hrytsuik, fisioterapeuta del Hospital de Dnipro, de 24, son los dos primeros especialistas ucranianos que ha recibido el Hospital Militar de Zaragoza hace semana y media para aprender el uso de las prótesis para las víctimas de la guerra en Ucrania. Ambos sanitarios y otros compañeros que se irán incorporando en los próximos días aprenden en este centro hospitalario las técnicas que les permitirán implantar prótesis y dar una segunda oportunidad a sus compatriotas que han sufrido amputaciones en la guerra. 

Cada día trabajan con mucha entrega desde las 8.00 hasta las 18.00 para revisar los tratamientos que reciben la mayoría de los últimos 24 heridos de la guerra de Ucrania que han llegado al Hospital Militar de Zaragoza (en total llevan 58). De hecho, los últimos cinco llegaron la noche del martes en un avión a la Base aérea de Zaragoza.  

En el gimnasio situado en la planta baja del Hospital Militar es donde los ucranianos ingresados empiezan a probar sus nuevas piernas o brazos que perdieron en explosiones en la guerra. Allí pueden ver a Andrei, un piloto de 25 años que se ha recuperado de los daños que sufrió en su espalda y los tobillos en el último año. Las lesiones se las causó tras haber eyectado de su cazabombardero, que fue bombardeado el 27 de febrero de 2022. Más de un año después, está a punto de regresar a su país con sus nuevas prótesis.

Sobre todo se centran en el caso del militar Alexander (su nombre es Oleksandr T.), quien tiene 58 años, y perdió las dos piernas y parte de la mano derecha en una explosión que sufrió el pasado 28 de agosto. Valentina le ayuda a colocarse las prótesis de las piernas y se suma Illia para que su paisano se pueda sujetar con las manos en las barras situadas en paralelo.

La médico rehabilitadora del Hospital Militar, Marta Garín, les explica a los especialistas ucranianos todos los detalles para afrontar el tratamiento del militar atendido, gracias a la traductora Alina Klochko, presidenta de la Asociación de Ucranianos Residentes en Aragón (Aura). También les informa sobre cuándo pueden ver cómo atender al paciente medular que acaba de llegar.

“Los ucranianos que bajan al gimnasio usan el tratamiento para acostumbrarse a las nuevas piernas. Suelen hacer unas tres horas cada día con un entrenamiento para prepararse la prótesis”, precisa el coronel rehabilitador, Alfredo Blasco.

Aprender en Zaragoza y explicarlo en Ucrania

El fisioterapeuta del Hospital de Dnipro, una de los ciudades ucranianas más castigadas por las tropas rusas y situada al sureste de la capital Kiev, explica que todo lo que está aprendiendo en Zaragoza le sirve para transmitirlo a Ucrania con las cirugías que están aplicando a los mutilados.

Allí en Dnipro tienes que trabajar muy rápido y tratas a tres personas en el tiempo de uno. Aquí todo es más amable con los enfermos”, comenta el profesional, que quiere llevarse de recuerdo el traje blanco o pijama clínico que llevan todos los días y poder conocer Barcelona antes de regresar el próximo 1 de junio. “Nos falta personal médico allí por la guerra y se nota”.

Illia Hrytsuik reconoce que la aplicación de la prótesis micoeléctrica que han visto en el Hospital Militar es “mucho más perfecta” y trabajan con “tiempo suficiente” para aplicarla en Ucrania. De hecho, señala que reciben cada dos fines de semana clases que imparten médicos de Canadá, Estados Unidos o Alemania por videconferencia para que puedan aprender sus mecanismos.

La mayoría de los heridos que tenemos son víctimas de explosiones, con afecciones en los brazos, piernas, cabezas o pies”, relata el fisioterapeuta, quien apunta que el apoyo de una fundación ha duplicado de 8 a 16 habitaciones dedicadas a los heridos que atienden en el centro hospitalario de Dnipro. Esta ciudad fue atacada por los rusos el pasado lunes con 20 drones kamikaces y 16 misiles.

Profesora en la Universidad de Sumy 

La médico rehabilitadora cuenta que antes fue enfermera y ahora su conocimiento se traslada como profesora universitaria a estudiantes de la Universidad de Sumy. “Lo que estoy aprendiendo aquí se lo tengo que contar a los alumnos. Ucrania acaba de crear la asignatura de fisioterapia con amputaciones para que se aprenda en la universidad. Es por lo que se ha vivido en la guerra”, reconoce Valentina Shevets.

“No es difícil, pero todo es nuevo y muy interesante para explicárselo a los estudiantes”, agrega la profesora, para quien pueden aplicar lo aprendido en vivo y en directo a través de muñecos o modelos que sirvan de copia de los afectados.

Llegarán hasta cuatro especialistas cada dos semanas

El director del Hospital Militar, general Juan Antonio Lara, comenta que la guerra puede haber provocado más de 5.000 mutilados en Ucrania y de los 58 que llevan atendidos, 14 han sido atendidos o lo serán como víctimas para implantarles prótesis. Recibieron brazos, piernas o manos, o bien se los implantarán en los próximos días.

“A los nueve primeros atendidos les pusimos once prótesis porque hay uno que lleva dos piernas y una mano. Ahora hemos recibido otros tres (de los cinco que llegaron ayer) y tendrán también nuevas extremidades externas”, incide el director del Hospital Militar.

Estos especialistas tienen muchas ganas de aprender y poderlo enseñar en Ucrania. Ahora hay muchos profesionales interesados en venir desde allí a Zaragoza”, reconoce el general Lara, que se muestra muy abierto a este apoyo a los ucranianos.

El próximo cambio se realizará el 1 de junio, cuando se marcharán tres heridos ucranianos (entre ellos el piloto Adrei) y vendrán tres especialistas procedentes de Ucrania, aunque en los próximos cambios pueden ampliarse hasta cuatro.

Antes de la despedida de los pacientes y los dos profesionales ucranianos de Zaragoza han previsto celebrar una barbacoa que organiza AURA y el Ejército les deja un local en las instalaciones del centro deportivo militar del Soto, en el barrio de la Almozara. La médico y el fisioterapeuta pudieron visitar la exposición del pabellón puente, donde disfrutaron los coches que pudieron ver. “Aquí todo es más amable y más limpio que en Ucrania”, se despiden.

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