cierzo

Estas son las zonas de Zaragoza más castigadas por el cierzo y las más protegidas

El cierzo nos va a acompañar unos días más en la capital aragonesa, pero dependiendo de por dónde nos movamos, nos acompañará con más o menos fuerza, ya que no sopla por igual en toda la ciudad.

El cierzo afecta a nuestra salud.
El cierzo sopla todos los meses del año en Zaragoza.
Kristina Urresti

Llevamos una semana con cierzo en Zaragoza y la previsión es que dure al menos unos días más. No debe de sorprendernos, ya que es nuestro viento por excelencia y sopla durante todos los meses del año.

Sin embargo, cuando el cierzo pega en la capital aragonesa, no lo hace en todos los barrios por igual. Hay distritos que se ven más afectados por las fuertes rachas debido a su posición geográfica en relación con la dirección del viento. Los meteorólogos explican que el cierzo es un viento de componente noroeste que sopla a lo largo del valle del Ebro. El flujo de aire se canaliza entre el Pirineo y la cordillera Ibérica y, al llegar a Zaragoza, se produce un 'efecto embudo' por el que las masas de aire cogen velocidad.

Y, aunque la ciudad “está bien preparada para soportar el viento”, las zonas que primero reciben ese golpe de aire son todos los barrios situados en la parte suroeste de Zaragoza, es decir, Valdespartera, Rosales del Canal y Arcosur. “Son zonas más abiertas, con menos edificios, más distancia entre ellos y están menos protegidas”, explica el geógrafo Fernando López.

Zonas más expuestas al cierzo 

Frente a estas zonas, los barrios del este, el centro de la ciudad y el Casco Histórico son los distritos más protegidos porque, en el caso de los dos últimos, sus calles no son tan rectilíneas, están más fraccionadas y sus edificios, más cercanos unos de otros”, dice López. “Los cascos históricos no tienen ninguna calle alineada al viento. Antes esto se tenía más en cuenta a la hora de plantear cambios urbanísticos”, lamenta el geógrafo. 

Hace 100 años a nadie se le ocurriría construir una casa con ventanas grandes al oeste en Zaragoza, porque es por donde viene el viento dominante”, continua López. “Tampoco situar las estancias orientadas al norte porque son más frías y hay que gastar más en calefacción”, añade. “Ahora se tienen en cuenta criterios más técnicos que geográficos en el urbanismo y la arquitectura", confirma este experto. 

"Hay muchas avenidas con dirección oeste-este, la misma que el cierzo. Es como hacerle una autopista".

De hecho, "en Zaragoza hay muchas avenidas con dirección oeste-este, la misma que la del cierzo, y es como hacerle una autopista cuando sopla”, afirma. Entre ellas, “muchas en el Actur y todas las que son paralelas al río Ebro, ya que es el propio río el que hace de canal para el viento, como Echegaray y Caballero y avenida de José Atarés, en Ranillas”, destaca López.

Calles más castigadas por el cierzo

Torrero es otro de los barrios donde también se notan los envites del cierzo por estar más elevado. “Sobre todo es patente en Parque Venecia y en la avenida de la Policía Local”, puntualiza este experto. Pero también Miralbueno, Valdefierro, La Almozara y Parque Goya reciben rachas de viento especialmente intensas. “Todos esos barrios son los primeros en recibir el cierzo de cara, los más expuestos”, señalan desde la jefatura de sala de Bomberos de Zaragoza, ya que “el viento no encuentra obstáculos en su camino”, añaden.

Coinciden con López en destacar las zonas más cercanas al río como algunas de las más afectadas siempre que hay cierzo. “Cuando entra en la ciudad, se encañona por el Ebro, entra como si fuera un embudo y se acelera provocando caída de árboles o ramas en las riberas, en el parque de Macanaz, en la zona del parking Norte de la Expo o en el Balcón de San Lázaro,”, explican desde Bomberos de Zaragoza, y añaden alguna calle más a la lista de autopistas para el cierzo como la avenida de Navarra, “a la que el viento coge de lleno”. 

Pero no son las únicas. Una vez entra en la ciudad, el cierzo recorre sus calles, voltea esquinas, sube a las ramas, remueve las hojas del suelo y riza los cabellos en muchas más calles de las Delicias como la calle Rioja, Duquesa Villahermosa y avenida de Valencia. Sin olvidar la avenida de Fernando el Católico, o la calle Monreal, junto a paseo de Echegaray, donde “el viento toma la curva muy rápidamente y hemos tenido que ir en varias ocasiones por caída de ramas y árboles”, recuerdan desde Bomberos.

El parque Grande José Antonio Labordeta y, en general, todas las zonas verdes de la ciudad, son puntos negros cuando las rachas de cierzo son fuertes por el peligro de caída de ramas y árboles. Sin embargo, “la vegetación en diferentes alturas apantalla el aire y el viento pierde velocidad”, puntualiza Fernando López. 

"Es más destructivo estar más de 4 días con rachas de 70 km/h que 10 minutos con una de 110 km/h".

“Esto puede verse bien en el parque Grande de José Antonio Labordeta, donde su parte baja está protegida del cierzo gracias a la vegetación”, añade, y plantea una cuestión curiosa: “Lo que más afecta al mobiliario público o a la caída de ramas o cornisas no son las rachas muy intensas de cierzo. Es más destructivo estar 4 o 5 días seguidos con rachas de viento continuado de entre 70 y 80 kilómetros por hora que un día con una racha puntual de 10 minutos a 110 km/h”, asevera López.

"Nos hemos malacostumbrado al calor"

Afortunadamente, no serán esas las rachas de cierzo que nos esperan los próximos días, sino algo más moderadas, hasta 35 km/h. Sin embargo, debido a las altas temperaturas que hemos soportado en el mes de abril, parece extraño tener que volver a coger las cazadoras y dejar de nuevo en casa las sandalias después de haber hecho ya el cambio de armario. 

Tabla sobre la sensación térmica y temperatura con cierzo.
Tabla sobre la sensación térmica y temperatura con cierzo.
AEMET

“Nos habíamos malacostumbrado porque lo que ha pasado estos últimos meses en cuanto a las temperaturas ha sido espectacular. Hemos batido récords de temperaturas máximas y no somos conscientes de ello”, dice Rafael Requena, delegado de Aemet en Aragón. “Pero un episodio de cierzo en mayo es lo que tiene que pasar en esta época del año·, afirma Requena.

"Tenemos que tranquilizarnos porque el verano no ha llegado aún y nos esperan días desapacibles".

El viento ha hecho bajar las altas temperaturas que veníamos soportando durante todo el mes de abril y se han situado en torno a los 20 grados, “más acordes a la época del año en la que estamos”, explica el delegado de Aemet. Y avisa de que el cierzo continuará todavía unos días más con la consiguiente bajada de temperaturas creando una situación “desapacible y con fresquete”. 

Según Requena “tenemos que tranquilizarnos porque el verano no ha llegado aún” y recuerda el famoso refrán que todos hemos repetido en alguna ocasión: ‘Hasta el 40 de mayo, no te quites el sayo’.

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