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Carlos Simón, en Escocia: "Mi hija va a crecer aprendiendo dos idiomas y aquí va a tener más oportunidades laborales"
Hace tres años se instaló en Edimburgo con su pareja Nerea Moreno, también zaragozana. Ambos son autónomos y su trabajo en mantenimiento de aerogeneradores le lleva a viajar a Suecia y Finlandia.

La primera vez que Carlos Simón salió de España para trabajar en el extranjero fue en 2012 a Noruega. Para él y "su chica" Nerea Moreno, supuso un cambio de vida radical. "Era la primera vez que vivíamos juntos, con un idioma distinto... Fuimos a probar suerte. Tras terminar el grado de mantenimiento y gestión de energías renovables, estuve un año buscando empleo y no encontraba nada relacionado", cuenta.
En 2015 decidieron regresar a Zaragoza, tres años después se marcharon a vivir dos al Pirineo y, finalmente, dieron el salto a Edimburgo (capital de Escocia), donde residen desde hace tres años y ha nacido su hija Leyre, de tan solo año y medio. "Habíamos estado de vacaciones y nos gustó mucho. También vinimos por una mejora de vida; en España nos costaba tener un trabajo más fijo o mejor remunerado", apunta Carlos, de 34 años. En la actualidad, trabaja con una compañía finlandesa en mantenimiento de aerogeneradores (mediante acceso con cuerdas) que le lleva a tener que desplazarse entre Suecia y Finlandia. "Nos mandan a parques eólicos, donde hacemos rotaciones. Estamos cuatro semanas y después nos mandan 10 días a casa. La temporada dura entre nueve y siete meses, es mi principal fuente de ingreso. Este año aún no hemos empezado porque está haciendo mal tiempo", explica.
Tanto él como Nerea -diseñadora gráfica y web- son autónomos y consideran que Escocia brinda más facilidades a la hora de emprender. "Aquí no te ponen tantas trabas para ser autónomo: no tienes que abonar una cuota mensual y pagas impuestos según lo que ganas. No tenemos un salario fijo al mes y no podemos depender de que el Estado esté cobrando una cantidad fija mensualmente. Además, con cualquier empleo en el que te exijan una titulación -al menos, de un curso o una formación profesional- ya tienes un sueldo que te permite vivir. Igual no holgadamente, pero sí con comodidad. Y hay mucho menos paro que en España", asegura.
Asimismo, afirma que le gusta más trabajar con empresas europeas porque siempre le tratan "mejor" y los sueldos son más altos. "Por mi experiencia, respetan tus rotaciones, vueltas a casa... Y, por mi profesión, tengo que viajar igualmente. En España muchas veces me han pedido que haga cosas que no tendría que hacer. Y la carrera de mi chica está mejor valorada en Escocia; sus clientes tienen otra mentalidad", opina.
Lo que sí echan de menos es la familia y los amigos, la comida casera y también el clima más seco de Zaragoza. De normal, la pareja viaja a Aragón dos veces al año (en verano y Navidad), pero tras el nacimiento de su hija en 2022 lo hicieron cuatro veces. "Mis padres y suegros suelen venir a vernos al menos una vez al año", añade. Y aunque siempre tienen "esas ganas" de volver a casa no se plantean retornar a España. "Estamos muy a gusto aquí y la niña ha empezado a hablar inglés e ir a la guardería. En vista a nuestra hija, en Escocia va a crecer aprendiendo dos idiomas y creo que va a tener más oportunidades laborales", subraya Carlos Simón, quien añade que buena parte de su cuadrilla de amigos residen en el extranjero. "Todos salimos buscándonos la vida; también mi hermano Pablo. Si hubiese un mercado laboral competitivo la gente no pensaría en irse fuera", concluye.