Política

Políticos que cambian de chaqueta en Aragón: ¿fichajes o transfuguismo?

El salto de concejales de Cs al PP, al PAR o al PSOE ha convulsionado la vida política aragonesa. Pero la práctica de ir de partido a partido no es nueva ni exclusiva de los naranjas.

Un pleno de las Cortes de Aragón.
Un pleno de las Cortes de Aragón.
José Miguel Marco

Los seis concejales de Ciudadanos del Ayuntamiento de Zaragoza han renunciado en bloque a su militancia política y tres de ellos ya han saltado a las listas del PP. En Fraga, un concejal de Cs será candidato a la alcaldía del PSOE. Un diputado naranja se presenta como candidato del PAR. Una exdiputada del PAR irá en las listas del PP. Un alcalde que ganó el puesto por Cs será el candidato de Teruel Existe. Y mientras eso pasa, en el medio rural los partidos pugnan por llegar a cuantos más pueblos mejor y si eso pasa por quitarle los candidatos al partido contrario, pues se hace.

Aunque suelen ser mayoría los casos de cargos públicos que han completado su vida política con una sola militancia, abundan los cambios de partido. ¿Son fichajes o transfuguismo? Pues depende del momento y de quién haga la lectura. Los cambios de chaqueta, en mayor o menor grado, han afectado a todas las formaciones políticas.

Uno de los ejemplos emblemáticos es el del diputado provincial y concejal de La Muela Carlos Rodrigo, de Vox, que antes de militar en la formación de extrema derecha fue también en menos de diez años edil por el PP, por la FIA y por el PAR. Pero no es el único.

En el Ayuntamiento de Zaragoza hay numerosos casos. El primero el de la vicealcaldesa, Sara Fernández, que antes de ser edil de Ciudadanos militó en el PAR y ahora estará en las filas del PP. Víctor Serrano vive un viaje de ida y vuelta: militó en su juventud en el PP, concurrió en las municipales de 2019 con Cs para volver ahora a las listas populares. A Carmen Herrarte no se le conoce filiación política previa a la de la formación naranja, de la que pasa al PP.

La vicealcaldesa, Sara Fernández, entre Víctor Serrano y Carmen Herrarte, en un pleno.
La vicealcaldesa, Sara Fernández, entre Víctor Serrano y Carmen Herrarte, en un pleno.
Francisco Jiménez

El caso más reciente en la capital aragonesa, y parecido al de los concejales de Cs que pasan al PP, fue el del concejal de Podemos Fernando Rivarés, que fue militante de IU y ZEC y que, sin renunciar al acta y estando en el cargo, se integró en las listas de Podemos. En las elecciones de mayo, se estrena como candidato municipal a la alcaldía.

En Huesca, la candidata del PP, Lorena Orduna, también es una ex de Cs, mientras que Julio Calvo, de Vox, fue concejal del PP entre 2011 y 2015. Por su parte Elena Allué, ex del PAR, ha fundado un nuevo partido, Aragoneses, para integrarse en las listas del PP, mientras que Ramiro Domínguez, de Cs y todavía con el acta, será el candidato del PAR al Ayuntamiento de Alcañiz.

Cs, que está viviendo una estampida, no solo ha vivido saltos a su derecha. El ya exedil de Cs Ramón Salamó será el candidato del PSOE a la alcaldía de Fraga. Eso sí, a diferencia de los concejales de Zaragoza, sí ha dejado el acta. El alcalde de Utrillas, Joaquín Moreno, y sus seis concejales abandonaron Cs en noviembre del año pasado. Moreno será el candidato a la alcaldía por Teruel Existe, tras haber pasado por la formación naranja, Compromiso por Aragón y el PAR.

Una larga tradición

No es un fenómeno nuevo. Recordado es el caso de Miguel Ferrer, que dimitió como alcalde de Teruel en 2010 tras un desencuentro con la dirección del PAR para crear un nuevo partido, Compromiso por Aragón. No renunció al acta de concejal, eso sí. Tampoco lo hizo Pilar Corz, la edil que se dio de baja del PSOE en 2003, a tres meses de las elecciones por discrepancias con las listas.

Otro salto relevante fue el de José Antonio Sanmiguel en Calatayud, que pasó del PP al PAR en 2007, junto a otros cuatro alcalde de la comarca. O lo ocurrido con tres de los cuatro concejales que tenía el PP en Binéfar en 2011. También fue recordado el paso a Podemos de Marta de Santos, alcaldesa de Murillo de Gállego por CHA.

Los cambios de partido siempre son controvertidos, con acusaciones de transfuguismo y falta de coherencia. Los casos más sonados y polémicos fueron en los 90: como cuando Emilio Gomáriz abandonó el PP en 1993 para pasar al grupo mixto y darle la presidencia al socialista José Marco. O José Luis de Torres, que apoyó al gobierno socialista de Triviño pese a ser elegido por las filas del PP. En aquellos cambios de chaqueta, que aún hoy se recuerdan, el cambio de formación política rebasó ampliamente la barrera del escándalo.

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