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Una de cada tres mujeres muere de una enfermedad cardiovascular en Aragón: "Es un problema de gran magnitud"

De las mujeres fallecidas en el año 2021 en Aragón (7.130), un 29,4% (casi una de cada tres) murió por este tipo de enfermedades, especialmente por ictus y cardiopatía isquémica.

hospital Miguel Servet urgencias
Hospital Miguel Servet urgencias
Toni Galan

Cada ocho minutos muere una mujer en España por una enfermedad cardiovascular. En Aragón, diez personas pierden la vida por esta causa cada día. "Es un problema de gran magnitud y genera un alto gasto sanitario", asegura la doctora Antonela Lukic, cardióloga del Hospital Clínico Lozano Blesa y presidenta de la Sociedad Aragonesa de Cardiología. 

"Desafortunadamente, la mortalidad de estas enfermedades (al contrario que la del cáncer) no está descendiendo, se mantiene estacionada o en ligero aumento", lamenta la especialista, que aporta que en la últimas décadas "va aumentando la incidencia de infarto agudo de miocardio entre los menores de 50-55 años". Desde el Grupo de Trabajo de Mujeres en Cardiología de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) confirman que "ha aumentado la incidencia de infarto de miocardio en mujeres jóvenes (menores 55 años) en relación a un mayor consumo de tabaco y una mayor incidencia de obesidad".

"Determinados estudios estiman una incidencia global de ambos sexos de un 40% aproximadamente entre 40 y 59 años"

Entre las mujeres menores de 65 años, la mortalidad por enfermedad cardiovascular (ECV) dobla a la de cáncer de mama. De las fallecidas en 2021 en la Comunidad, 7.130, un 29,4% (casi una de cada tres) fue por esta patología. Entre hombres y mujeres murieron 3.856 personas en Aragón por esta causa. "Alejándose mucho de la realidad, estas patologías han sido consideradas tradicionalmente como una condición que afectaba principalmente a los hombres, pero, aunque las tasas de ECV son mayores en varones en prácticamente todos los grupos de edad, el riesgo de desarrollar una a lo largo de la vida es similar para ambos sexos, debido a la mayor supervivencia global de las mujeres", argumenta.

La doctora Antonela Lukic, cardióloga del Hospital Clínico Lozano Blesa y presidenta de la Sociedad Aragonesa de Cardiología
La doctora Antonela Lukic, cardióloga del Hospital Clínico Lozano Blesa y presidenta de la Sociedad Aragonesa de Cardiología
H. A.

Las enfermedades cardiovasculares aumentan con la edad, a medida que aumenta la arteriosclerosis y se reducen en las mujeres los niveles de hormonas 'protectoras' tipo estrógenos, asegura Lukic. "Determinados estudios estiman una incidencia global de ambos sexos de un 40% aproximadamente entre los 40 y 59 años, del 75% entre los 60 y 79 años y se sitúa en un 86% en mayores de 80 años. Se estima que las mujeres la desarrollan entre 10 y 15 años más tarde que los hombres", apunta. 

"Se estima que las mujeres desarrollan la enfermedad cardiovascular entre 10 y 15 años más tarde que los hombres"

Existen diferencias "considerables" entre ambos sexos en cuanto a la "primera manifestación de la ECV", siendo mayor el riesgo de una enfermedad coronaria en el varón (y a una edad más joven) y del ictus o insuficiencia cardiaca en la mujer.

Así, si bien es cierto que el infarto de miocardio clásico es tres veces más común en hombres que en mujeres en edad avanzada, está aumentando el número de mujeres por debajo de los 65 años que lo sufren y se estima que hasta el 30% de estos son causados por una disección coronaria espontánea. "Hace años, cuando trabajaba en la Unidad Coronaria de Zaragoza se detectaban más enfermedades cardiovasculares en hombres, pero siempre han afectado a ambos sexos", confirma el cardiólogo Carlos Vázquez Rodríguez. 

Factores de riesgo

Tanto en las mujeres como en los hombres predominan los factores de riesgo clásicos: aumento de la presión arterial, alimentación inadecuada, aumento del colesterol, tabaquismo, obesidad y sedentarismo. "La prevalencia aumenta con la edad, sumándose en las mujeres los cambios hormonales (disminución de los niveles de estrógenos en la menopausia) que se relacionan con alteraciones en la función vascular, aumento de grasa abdominal (la más peligrosa), cambios en el perfil lipídico, aumento del colesterol LDL,...", subraya la especialista. 

Aparte de los factores de riesgo clásicos, añade, se han descrito otros factores, más específicos de mujeres, como "presentar el síndrome de ovario poliquístico, haber sufrido un parto prematuro, los trastornos de la enfermedad hipertensiva durante el embarazo, la diabetes gestacional o menarquía precoz".

Fernández-Friera, cardióloga y directora de la Unidad de Cardio-Mujer en Atria Clinic e impulsora en España del movimiento 'Corazón de Mujer', asegura que "el hecho de ser mujer presupone enfrentarse a situaciones únicas: embarazo, maternidad, menopausia y, en muchos casos, trabajo doméstico unido a otras obligaciones laborales". "En esta vorágine diaria se entiende la facilidad de equivocación de los síntomas de una enfermedad cardiovascular con un cuadro de ansiedad", explica.

Hábitos para evitar una enfermedad cardiovascular

Antonela Lukic asegura que la prevención de las enfermedades cardiovasculares es el "campo de batalla diario" de los especialistas y que "en las mujeres tiene unas connotaciones especiales".

"Una correcta alimentación, basada en la bien conocida dieta mediterránea, unida al ejercicio físico regular, ayudan en gran medida a disminuir el riesgo de desarrollar ECV, pero no nos tenemos que olvidar de la importancia de un descanso nocturno adecuado, abstención del consumo de tóxicos (tabaco, drogas) o de evitar zonas con gran polución", declara.

Tratamientos

La prevención, asegura el cardiólogo Vázquez Rodríguez, "es el mejor tratamiento". "Los novedades en los últimos años en tratamientos han sido muchas, desde la prevención, la parte mas importante, hasta la medicina general y la quirúrgica", especifica.

A día de hoy, se dispone de "muchos avances científicos" para tratar este tipo de enfermedades, asegura la cardióloga del Clínico. "Partiendo de los fármacos (medicamentos para el control de los factores de riesgo o para prevenir), pasando por los procedimientos mínimamente invasivos (como pueden ser los cateterismos cardiacos o de radiología intervencionista) hasta la cirugía convencional (vascular o cardiaca). Todos estos campos han experimentado mejoras en las últimas décadas, gracias a la extensa labor investigadora y a los avances tecnológicos, pero la efectividad de estos depende, en muchas ocasiones, de su aplicación precoz", sostiene.

Si el paciente tarda en consultar, apunta, "la efectividad de estas medidas disminuye". Por ello, insiste, "es igual de importante disponer de los medios como de concienciar a la población de que tiene que contactar con el sistema sanitario a tiempo, en caso de tener dudas sobre si presentan alguna patología relacionada con el sistema circulatorio".

Aragón cuenta con la mayoría de tratamientos para estas patologías. "Desafortunadamente, las características de nuestra comunidad autónoma, con su dispersión poblacional, población envejecida, limitados recursos, ... hacen que aún persistan diferencias regionales en cuanto a la accesibilidad a algunos tratamientos", señala.

Por ejemplo, añade, "los hospitales en los que se realizan cateterismos cardiacos solamente son Hospital Universitario Miguel Servet y el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, ambos situados en Zaragoza". Además, el único centro en el que se realiza Cirugía Cardiaca en Aragón es el Hospital Miguel Servet.

El Departamento de Sanidad y Servicio Aragonés de Salud han impulsado en los últimos años varias estrategias de mejora de la atención a las ECV, como por ejemplo Código Ictus o Código Infarto, y "trabajan muy activamente, en colaboración con los profesionales sanitarios, tanto a nivel de la prevención como a nivel de tratamiento de las ECV establecidas para disminuir la incidencia y el impacto de estas sobre la salud de los aragoneses", apostilla.

Síntomas de los ictus

Miguel Lierta, presidenta de la Asociación Ictus de Aragón.
Miguel Lierta, presidente de la Asociación Ictus de Aragón.
HA

"Las ECV más letales son la cardiopatía isquémica (enfermedades isquémicas de las arterias coronarias) y los accidentes cerebrovasculares (ictus), siendo también las que más consecuencias nefastas conllevan en los supervivientes", especifica la cardiologa.

Miguel Lierta, presidente de la Asociación Ictus de Aragón, insiste en la importancia de conocer los síntomas para actuar "pronto" y que las probabilidades de que haya secuelas se reduzcan. "Los más habituales son pérdida de fuerza, de visión, del sentido de la orientación y de la simetría de la cara y dificultad para hablar", subraya. 

"Las ECV más letales son la cardiopatía isquémica y los accidentes cerebrovasculares (ictus)"

En Aragón, asegura, hay 2.500 casos al año, entre ocho y diez al día. "Desde que existe el Código Ictus en Aragón se ha reducido la mortalidad en un 38%. Este consiste en que las personas que atienden de primeras avisan al hospital y los especialistas ya se preparan para atender de inmediato a la persona en cuanto llegue al centro sanitario. Se hace un TAC y se trata desde el primer instante", especifica.

Lierta sufrió un ictus hace más de dos décadas, cuando tenía 47 años. "Estaba en la calle y de repente empecé a perder fuerza y orientación. Conseguí subir a casa y me llevaron al hospital. Estuve más de 30 días en coma y dos meses en planta. Gracias al trabajo de la rehabilitación y tras mucho tiempo, puedo decir que estoy completamente recuperado".

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