EDUCACIÓN

Ser director en centros públicos en Aragón: horas "infinitas" de trabajo, mucha burocracia y los que "menos cobran"

Desde las Asociaciones de Equipos Directivos de Infantil, Primaria y Secundaria de la Comunidad aragonesa reclaman un mayor reconocimiento profesional y también económico.

Arriba,Esperanza Díez, directora del colegio público Río Ebro. Abajo, Pilar García, presidenta de Adiaragón; y Ricardo Civera, presidente de Aedipa.
Arriba, Esperanza Díez, directora del colegio público Río Ebro. Abajo, Pilar García, presidenta de Adiaragón; y Ricardo Civera, presidente de Aedipa.
H. A.

El presidente de la Asociación de Equipos Directivos de Infantil y Primaria de Aragón (Aedipa), Ricardo Civera, opina que tal vez todos los docentes deberían de pasar por los equipos directivos para ver la realidad de un centro educativo desde otra perspectiva.

Él es director del CPI El Espartidero de Zaragoza desde hace cinco años y está muy a gusto con su cargo. "Estoy muy implicado con lo que es la realidad de mi centro y del barrio (Santa Isabel)", dice. No obstante, reconoce que hay problemas a la hora de encontrar candidatos para ser directores y en muchos centros tiene que ser la Administración aragonesa (a través de un proceso extraordinario) quien los designe. "Si la compensación profesional y económica no está equiparada con la carga de trabajo a realizar, evidentemente no es una situación que sea atractiva para cualquier compañero. Se merece un mayor reconocimiento", remarca.

Desde el Departamento de Educación del Gobierno de Aragón informan de que de los 448 centros públicos de la Comunidad, la convocatoria de renovación y selección del cargo de dirección este curso afectó a 212. Y de esos, el porcentaje de candidatos presentados fue de un 32%. El proyecto del candidato es evaluado por la administración, el consejo escolar y el claustro. La presidenta de la Asociación de Directores y Directoras de Institutos de Educación Secundaria en Aragón (Adiaragón),Pilar García, extiende este problema de falta de candidatos voluntarios al resto de los miembros del equipo directivo. "Incluso a los que presentan un proyecto les cuesta trabajo encontrar personas para completar el equipo", dice.

Estos datos contrastan con lo que ocurre en el País Vasco, donde el 77% de los equipos directivos son voluntarios gracias a la estrategia que el Departamento de Educación desarrolla para el liderazgo educativo de los centros públicos. Junto a los incentivos económicos, el nuevo decreto sobre el acceso a la función directiva (presentado recientemente) recoge que el ejercicio de esa función se valorará como mérito en la carrera profesional; gozarán de flexibilidad en calendario y horario, así como un año sin carga docente al acabar su segundo mandato.

En el caso de Aragón, los directores reciben un complemento específico retributivo dependiendo del número de alumnos, en Secundaria; y del número de unidades (clases) en Infantil y Primaria. Según las tablas de retribuciones mensuales de Educación para 2022, en Secundaria oscila entre los 529 y los 750 euros; y en Infantil y Primaria, de los 143 a los 615.

Desde CSIF vienen denunciando que desde 2009 no se han actualizado esas cuantías del complemento de equipo directivo. "En todas las mesas técnicas, trasladamos a la Administración la necesidad de subir estos complementos que se han quedado obsoletos. Los colegios públicos integrados o CPI ni siquiera están contemplados y tampoco los Centros Rurales Agrupados, que atienden a alumnado de Secundaria. Esto hace que docentes que realizan los mismos trabajos no tengan las remuneraciones que les corresponden", denuncia Mónica de Cristóbal, representante de Enseñanza de CSIF Aragón, que alude a un aumento de las cargas y responsabilidades. "Ahora los docentes no solo son los responsables de toda la comunidad educativa y la actividad del centro. También son los responsables del plan de igualdad, de prevención de riesgos laborales, de la aplicación de protocolos contra la violencia y el suicido, la gestión de comedores, responsables covid y un sinfín de tareas, que cada vez son más", enumera.

"En todas las mesas técnicas, trasladamos a la Administración la necesidad de subir estos complementos que se han quedado obsoletos. Los colegios públicos integrados ni siquiera están contemplados y tampoco los Centros Rurales Agrupados, que atienden a alumnado de Secundaria"  
"Las labores administrativas te ahogan y no queremos perder el contacto con el aula"
"Si nos quitaran carga burocrática sería ya un reconocimiento profesional interesante" 

Ricardo Civera también considera "insuficiente" esa retribución económica para la labor que realizan los equipos directivos, pero sobre todo reivindica un mayor reconocimiento profesional. "Por ejemplo, de reducción horaria. Debemos disponer de más tiempo para liderar proyectos pedagógicos que sean reales. La mayor carga de un director de un centro está destinada a labores burocráticas y administrativas. Las labores administrativas te ahogan y no queremos perder el contacto con el aula", subraya.

Por su parte, Esperanza Díez, secretaria de Aedipa y directora del colegio público Río Ebro desde hace dos años (tras 10 como jefa de estudios), recuerda que ser director conlleva una puntuación que les sirve para los concursos de traslado. "Estar atento al comedor te permite tres horas a la semana que puedes modificar, pero no lo hacemos nunca. Y reducción de horario, ninguna; al contrario. Las horas son infinitas y tenemos muchísimas tareas. Y, además, somos responsables de profesionales que no están a nuestro cargo: oficiales de mantenimiento, cocineras y monitoras de comedor (que las contrata una empresa externa al centro)... Somos administrativos, porteros, conserjes... Si nos quitaran carga burocrática sería ya un reconocimiento profesional interesante", reclama esta directora, que también pide mayor libertad en la autogestión y ser "más escuchados". "Somos los peor pagados (en comparación con el resto de comunidades autónomas) y necesitamos un reconocimiento profesional", añade.

300 euros menos que en el País Vasco

Esperanza Díez cobra un plus de 400 euros al mes por su cargo de directora (el Río Ebro cuenta con 16 clases), cuando en Euskadi un maestro en su misma situación tiene una retribución de 700, tal y como explica. "Somos los que menos cobramos de todo el Estado español. En Aragón, ese plus es inferior que en cualquier comunidad autónoma", afirma la secretaria de Aedipa, que observa que deberían ser un cuerpo único.

Díez y Pilar García -directora del IES Clara Campoamor de Zaragoza- acaban de asistir al I Congreso conjunto estatal de las federaciones de directivos de centros educativos públicos de Infantil, Primaria y Secundaria, celebrado en San Sebastián. "Lo importante ha sido poner en valor los equipos directivos; en la Lomloe no se contempla la función directiva", señala la primera.

Por su parte, la presidenta de la Asociación de Directores y Directoras de Institutos de Educación Secundaria en Aragón también coincide en resaltar la falta de reconocimiento profesional y económico comparado con el exceso de responsabilidad y carga laboral que asumen. "Tenemos un plus de complemento que nos parece insuficiente. Y si se hace extensivo al resto de miembros del equipo directivo es todavía más sangrante. Y tiene que pasar cuatro años para que un director consolide el 25% del complemento que percibe. Un jefe de estudios nunca va a consolidar", apunta.

"En algunas ocasiones se asume esa responsabilidad con una sensación de soledad y falta de acompañamiento. Entiendo que es complicado y lo que se requiere es de muchos recursos que hay que poner sobre la mesa"
"No es una disposición de trabajo de 24 horas, pero casi" 

Entre las reivindicaciones que Pilar García hace destaca un reconocimiento económico y profesional acorde a sus funciones, que se cuide más la labor que hacen con respecto a la burocratización de sus tareas, un acompañamiento "un poco más cercano" por parte de la administración y una formación práctica amplia para abordar el cargo de director/a con suficientes garantías. "Cuando tienes años de experiencia la cosa cambia, pero al principio daba un poco de vértigo. En algunas ocasiones se asume esa responsabilidad con una sensación de soledad y falta de acompañamiento. Entiendo que es complicado y lo que se requiere es de muchos recursos que hay que poner sobre la mesa. Siempre estamos entre dos aguas; no solo nos llueven las críticas sino también nos enfrentamos a situaciones complejas de todas partes", informa.

Asimismo, esta directora hace hincapié en que con mucha frecuencia trabajan fuera de sus jornadas laborales, incluso en vacaciones. "Los equipos directivos en ocasiones trabajamos fines de semana y durante el periodo vacacional. No es una disposición 24 horas, pero casi. Hay momentos puntuales de final de curso, tenemos que estar pendientes de los plazos de matriculación hasta el 31 de julio o que empecemos a trabajar en agosto, dentro de lo que son nuestras vacaciones", concluye García, evidenciando la carga extra que conlleva ser director. 

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