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Orientadores educativos en Aragón | "Hace cinco años no había estos problemas de salud mental"

Las profesionales Edna Pérez, Silvia Simón y Penélope López advierten de los problemas que se están encontrando en estos últimos años en las aulas.

Jóvenes delante de ordenadores, en una imagen de archivo.
Jóvenes delante de ordenadores, en una imagen de archivo.

"Lo que se vive en los centros educativos es el reflejo de lo que ocurre en la sociedad". Lo dice Edna Pérez, del equipo de orientación educativa de Infantil y Primaria nº 1 de Zaragoza (que atiende a 19 colegios), quien indica que siempre están desbordados de trabajo. "Cada vez tenemos más funciones y hay más necesidades. Nuestro papel y labores han evolucionado estos años de una forma abismal", explica.

Ella trabaja como orientadora en el colegio público Lucien Briet -centro preferente en autismo- y las casuísticas que ven son compartidas con los profesores técnicos de servicios a la comunidad (antes llamados trabajadores sociales). "Son un peso muy importante", resalta Edna, para quien detrás de las problemáticas que están viendo estos últimos cursos no solo estaría la pandemia sino también unos modelos de crianza diferentes.

"Sobre todo vemos niños con más dificultades conductuales en las aulas; con una baja tolerancia a la frustración, a los que les cuesta aceptar los límites... También alumnado y familias bastante afectadas emocionalmente. Están más irascibles y desmotivados y hay más conflictos; se enfadan por cualquier cosa. Si un niño no está bien emocionalmente no hay aprendizaje. Y eso va un poco unido al tema de salud mental: hacemos más derivaciones a la unidad de salud mental infantojuvenil. Y hay muchos protocolos elaborados por el Gobierno aragonés muy acertados. Por ejemplo, el de ideación suicida, todo el tema de alimentación y, ahora, violencia de género. Es más en Secundaria, pero nosotros deberíamos hacer esa prevención", explica.

"Si un niño no está bien emocionalmente no hay aprendizaje. Eso va un poco unido al tema de salud mental: hacemos más derivaciones a la unidad de salud mental infantojuvenil" 
Edna Pérez, orientadora en el colegio público Lucien Briet y del equipo de orientación educativo de Infantil y Primaria número 1 de Zaragoza
Edna Pérez, orientadora en el colegio público Lucien Briet y miembro del equipo de orientación educativo de Infantil y Primaria número 1 de Zaragoza
E. P.

Asimismo, están detectando mayores alteraciones en el neurodesarrollo (es decir, alumnado con más necesidades educativas) y también dificultades en pequeños de tres años ("con un lenguaje oral malo, por ejemplo", dice). "Hay que ser inclusivos y el cambio de mirada lo estamos haciendo, pero nos faltan los recursos en los colegios. Lo pasamos mal cuando vemos que el maestro/a está haciendo todo lo que está en su mano para poder ayudar y atender las necesidades, pero los recursos no llegan. Nos dicen que no hay dinero; es importante que nos escuchen y detecten las necesidades de los críos", reclama.

Penélope López: "Están aumentado los trastornos alimenticios y la ideación suicida"

La orientadora educativa Penélope López trabaja con estudiantes de instituto; este curso en el IES Valle del Huecha de Mallén y el anterior en el Cinco Villas, en Ejea de los Caballeros. En su caso, los problemas en las aulas son de otro cariz al tratarse de alumnado de más edad.

"Los trastornos alimenticios y la ideación suicida están aumentando. El encierro de haber estado en la pandemia, el no haber socializado, les ha llevado a cuestionarse muchas cosas de su vida; hablamos de chicos de entre 12 y 13 años. A mí me preguntan hace cinco años y te habría dicho que nunca había vivido estos problemas", admite. Al mismo tiempo, habla de que están viendo muchos problemas de personalidad, acoso escolar y un mal uso de las tecnologías. "Chicos que intentan abusar de chiquillas al subir fotos a las redes sociales", asegura.

"Estamos viendo muchos problemas de personalidad, acoso escolar y un mal uso de las tecnologías" 

A su juicio, las redes han actuado de forma negativa en ellos y sostiene que los chavales tienen el móvil como una extensión de la mano. "A la mínima publican y suben cosas (a la nube) sin pensarlo, cuando realmente no deberían ni tener redes. También les ha traído una baja autoestima y no quererse. Sobre todo en chicas, con temas de alimentación: no comer, estar superflaca y usar ropa muy holgada. Y ves cortes en los brazos", detalla esta orientadora educativa, que recuerda que cuando detectan que un alumno se ha autolesionado se abre inmediatamente un protocolo. 

Por otro lado, Penélope López también alude a la necesidad de reforzar las plantillas de orientadores educativos teniendo en cuenta el volumen de trabajo y las problemáticas que atienden. "Por lo menos, dos y un profesor técnico de servicios a la comunidad. Es una figura que tendría que estar dentro del equipo directivo", concluye.

Silvia Simón: "Tiene que haber una vida real que esté por encima de las redes sociales"

Silvia Simón, orientadora educativa de Secundaria y Bachiller en el colegio Compañía de María en Zaragoza.
Silvia Simón, orientadora educativa de Secundaria y Bachiller en el colegio Compañía de María en Zaragoza.
S. S.

Silvia Simón, orientadora educativa de Secundaria y Bachillerato en el colegio Compañía de María de Zaragoza, señala que lo que más perciben entre los adolescentes es una falta de gestión emocional de cara al estrés y la ansiedad. "Muchas veces puede repercutir en problemas de absentismo escolar y trastornos de conducta alimentaria. Y, sobre todo, hay un creciente número de alumnas que son muy tendentes al aislamiento social o incluso a la autolesión. No son muchos los casos, pero sí que es como muy generalizado. Hay una red de orientadoras, en la que hacemos puestas en común y seminarios, y son problemáticas que antes no percibíamos", observa.

También alude a un cambio generacional en la forma de interactuar en el ocio saludable. Verse con un amigo un viernes después del colegio se ha ido sustituyendo por una conversación por Wahtsapp o una quedada a través de la redes sociales o los videojuegos. Simón advierte de que en el tema de las redes debe haber más control (colegio y casa). "Que se tenga presente que tiene que haber una vida real que esté por encima de las redes. Y que se queden como una herramienta más de comunicación", subraya.

"Tener momentos de intimidad es positivo, pero cuando hay algo que nos afecta de forma negativa hay que buscar ayuda; no pasa nada" 

Esta orientadora aconseja a los jóvenes que tengan momentos de escucha con ellos mismos y, si perciben que hay algo que no va bien, tengan la confianza para comunicarlo en casa, a un tutor o una orientadora. "Que creen pilares en los que sujetarse y no sientan que la adolescencia es un momento para estar absolutamente solo. Tener momentos de intimidad es positivo, pero cuando hay algo que nos afecta de forma negativa hay que buscar ayuda; no pasa nada", dice.

Compañía de María -centro educativo religioso concertado- cuenta con dos orientadoras: una para Infantil y Primaria y Silvia, para Secundaria y Bachiller. "Y hago pocas horas de docencia", informa, trasladando el mayor peso del trabajo que hace con alumnos, profesorado, equipo directivo y familias. "Hay que darle mucho peso a la tutoría, que es lo que los orientadores tenemos que cuidar mucho. Siempre se quedan en la agenda cosas sin tachar, pero lo esencial es tener una buena conexión con todos los docentes".

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