Negra jornada en la historia del PAR al culminarse, este viernes, la primera moción de censura en 45 años de historia. A las 19.50, y sin presencia de ningún afín al vicepresidente de Aragón, se ha recibido con aplausos que 16 miembros de la ejecutiva quitaban a Arturo Aliaga las riendas del partido. Clemente Sánchez-Garnica asume la Presidencia de un PAR que "no está muerto", que "no está hundido" y que "va a luchar hasta donde le permitan las fuerzas". Aunque está partido en dos y será difícil tejer las costuras. 

Está garantizado el cumplimiento del pacto de Gobierno y la continuidad de Aliaga, que pidió sin éxito más tiempo para negociar, en la vicepresidencia de la DGA. Y la nueva dirección prevé celebrar la próxima semana primarias para activar la maquinaria electoral y exige la restitución del secretario general, Alberto Izquierdo, en la vicepresidencia de la Diputación de Teruel. Quitan hierro a que el partido está judicializado. Si fallan en su contra, recurrirán. Donde sea: el Supremo, el Constitucional, Estrasburgo... Todo con un fin: llegar vivos al 28-M y tener la posibilidad de "seguir siendo necesarios".

Aliaga ha preferido que le echaran a negociar una salida pactada. Ni siquiera se ha defendido en la ejecutiva, a la que ha acudido el notario Adolfo Calatayud. Ha negado, desde la distancia, que esté "enrocado" y ha insistido en cumplir la ley, porque solo así se podrá construir "un PAR" fuerte. Su compromiso con los aragoneses y su partido va "más allá de personalismos y cargos", ha asegurado, y tras agradecer a los militantes, a los diputados Jesús Guerrero y Esther Peirat y demás afines su apoyo "sin fisuras", ha asegurado que los tres escaños del PAR en las Cortes garantizarán la estabilidad del Gobierno. "No permitiremos que una cuestión interna del partido afecte al día a día de los aragoneses y a nuestro trabajo", aseguró.

Estuvo por la mañana en las Cortes, en la sesión de control al Gobierno. Saludó a la prensa con un enérgico "¡good mornig!" con una entereza que a lo largo de la jornada se han ido diluyendo. Han intentado desde el Ejecutivo aragonés y desde su partido que valorara dar un paso al lado, pero no ha reblado. Y la moción de censura se ha consumado y le han echado.

Fotos de la ejecutiva del PAR en la que se ha votado la destitución de Arturo Aliaga. Fotos: Guillermo Mestre

Clemente Sánchez Garnica, tras ser conocedor de que está al frente del PAR, ha puesto en valor el empeño de 16 personas que, "a pesar de las presiones y las llamadas", demostraron la convicción que les ha llevado a un momento "histórico, nada agradable pero absolutamente necesario" porque era "imposible" cualquier tipo de "interlocución directa". A pesar de la moción "constructiva", ha asegurado que respeta "profundamente" a Aliaga en lo personal y lo político y valora su gestión en la DGA. "Le vamos a seguir apoyando y esperamos que colabore con el partido y sigamos caminando juntos", ha indicado. Porque su objetivo al echarle de la presidencia era "desbloquear la inactividad política del PAR para tener la posibilidad de presentarse a las elecciones".

Ha reprochado la "irresponsabilidad" de Aliaga y sus afines por no acudir a la ejecutiva y ha lamentado su ausencia porque "el debate siempre es bueno". Ha tendido la mano a los que prefirieron quedarse en casa y que, una vez se ha conocido el resultado, les han acusado de "golpe de estado" por no escuchar "la voz del territorio". "Lamentamos que sin ser elegidos democráticamente en un congreso y sin respaldo electoral significativo, 16 miembros de la ejecutiva hayan secuestrado el partido" y forzado la judicialización "solo por no perder su sitio", han asegurado en un comunicado los afines a Aliaga.

El mismo mensaje de unión es el que ha lanzado el secretario general, Alberto Izquierdo, que ha matizado que lo sucedido “no es ninguna guerra, sino que es un relevo”. “Todos somos el PAR”, ha agregado, dispuesto a “tender la mano”. Sin embargo, sí que se ha referido con dureza al PP, al que ha hecho una advertencia: “Todo aquel que está llamando, engañando y extorsionando a los alcaldes del Partido Aragonés y diciendo cosas que no son ciertas en los medios de comunicación, le recomendaría que mire muy bien lo que dice”. “Este partido no suele pactar con los traidores y, cuando uno va por la espalda, lo que hace es traicionar”, ha dicho a los “pescadores de alcaldes”, a los que ha sugerido “que vayan con cuidado, no se les rompan las redes”

Aunque la tranquilidad en la DGA parece garantizada por la nueva presidencia, mala solución tiene la restitución en la vicepresidencia de Izquierdo, al que echó el PSOE a petición de Aliaga.