Primark ultima la apertura de una gran tienda en la antigua sede de Telefónica en el paseo de la Independencia
Ultima el arrendamiento del edificio, de 5.350 m2 repartidos en cuatro plantas y almacenes.

Lleva años con el firme objetivo de implantarse en el centro de Zaragoza y está muy cerca de conseguirlo. La compañía irlandesa de ropa y complementos Primark negocia la apertura de una macrotienda en la antigua sede de Telefónica del paseo de la Independencia y, si no hay contratiempos, la inauguración sería una realidad en 2024.
Con este fin, ultima el contrato de arrendamiento con la propiedad, la inmobiliaria madrileña Torcalena, que a su vez está en manos de una inversora suiza, Rossberg Immobilien Ag, según han confirmado a este diario fuentes conocedoras de la operación.
El inmueble, de cuatro plantas y que suma una superficie construida de 5.350 metros cuadrados, deberá someterse a una profunda reforma para acomodarse a los futuros usos comerciales, dado que su diseño respondía a las necesidades de Telefónica, que ubicó una de sus centrales analógicas.
Su implantación será posible por la salida de Movistar, que ocupa el local del edificio, Independencia, 35, y que se trasladará a otro local del centro.
Primark ha apostado por instalarse en las calles principales de las grandes ciudades y así lo hizo con antelación tanto en Madrid (Gran Vía) como en Barcelona (Plaza de Cataluña). En el caso de Zaragoza, su apuesta era la denominada ‘milla de oro’ y con su implantación se cerrarán las posibilidades de que otro gran operador pueda llegar al estar todos los edificios y grandes locales copados por el grupo Inditex, Mango y C&A. Esto obligará a H&M, otra de las firmas interesadas a tener que conformarse con compartir galería comercial en Puerto Venecia con su competencia.
La segunda tienda en la ciudad
Allí es donde funciona como una de las principales ‘locomotoras’ de atracción de clientes la cadena de bajo precio Primark. Su inauguración se remonta a hace más de una década, en octubre de 2012, que supuso un hito para la cadena irlandesa: la entonces mayor tienda en España, 5.000 metros cuadrados divididos en tres plantas. Esto hará que siga siendo su local más grande en la capital aragonesa, ya que la superficie de venta en Independencia sería inferior a los 5.350 metros construidos al descontar los núcleos de comunicación, el almacén y los espacios destinados al personal.
La macrotienda compartiría manzana con la sede de Correos y la casa de las herederas del que fuera director general de Ibercaja, José Joaquín Sancho Dronda. El edificio lleva la firma de los arquitectos Ignacio de Cárdenas Pastor y de José María Arrillaga de La Vega y se inauguró en 1927, aunque con posterioridad ganó una planta y se sometió a su ampliación en 1966 hasta alcanzar el fondo de la manzana, que da a la calle de Tomás Castellano.
En los años 1978 y 1987 se acometieron obras de mejora y refuerzo de estructura y en 2002 se acondicionó el local de la planta baja como tienda. Siete años después, se volvió a reformar.
Tras la venta del inmueble a Torcalena en 2016, la nueva propiedad tramitó una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en 2018 para cambiar los usos y salió adelante por unanimidad: de una calificación de equipamiento privado destinado al servicio público de telecomunicaciones pasó al actual, uso comercial y de oficinas (terciario). En un principio, solicitó la recalificación para pisos, pero finalmente desistió ante los costes que le suponía el pago del 10% del incremento de los aprovechamientos, además de la sustitución económica de las cesiones para zonas verdes y equipamientos.
La llegada de Primark coincidirá con la vuelta de Zara a Independencia con la que será su principal tienda en la ciudad. Su apertura está prevista para 2024 y ocupará cuatro plantas de la antigua sede de CAI, con una superficie construida de casi 5.400 metros cuadrados. Incorporará las nuevas tecnologías, incluirá un Zara y un Zara Home, además de espacios para el deporte, la cosmética y la belleza.
El contrato de arrendamiento está pendiente de los últimos flecos e Ibercaja espera firmarlo antes del verano. El resto del edificio albergará pisos y la pretensión de la entidad financiera es cerrar su venta inmediatamente después, ya que hay varios operadores interesados ante la nula oferta de este tipo de activos en el centro.